J.A. de Mora. Nuestro amigo y colaborador, el profesor Emilio Romero, nos sorprende con unas increíbles fotografías realizadas estos días en la senda entre El Repilado y Los Romeros. El profesor universitario, zalameño de origen, conoce bien la provincia, en la que vuelca su curiosidad innata. Acostumbra a organizar entre amigos didácticas excursiones por los más pintorescos lugares de nuestro territorio.
Un catálogo de lugares mágicos en la provincia onubense sería un libro de páginas sin fin. Rincones populares y sitios desconocidos para el gran público comparten un atractivo incomparable, en una provincia que es un mosaico de perspectivas. El contraste entre el ámbito costero y la verde zona serrana es espectacular. Visitantes que vienen a las playas y se sorprenden en excursiones que abren esas estampas de la naturaleza que dejan los ojos abiertos sin pestañear.
Y entremedio el Condado-Campiña y el tesoro escondido del Andévalo, entremezclado con la franja minera. Un vasto territorio con una extensión forestal enorme y un amalgama de ecosistemas más que dignos de conservar.
En estas infinitas hectáreas de belleza se destacan los senderos. Inagotables rutas permiten en Huelva fusionarse con la naturaleza más virgen y disfrutar de un patrimonio único. Son muchas y muchos los artículos donde podemos encontrar referencias para estar todos los fines de semana del año pisando campo en la versión más placentera.
El Repilado es uno de los núcleos de población del término municipal de Jabugo. Enclavado en el mismo corazón de la Sierra, el encanto de esta aldea se nutre, además de su ubicación, de sus casas, de su trayectoria industrial artesanal, de su vida en torno a la estación de ferrocarril,…; y Los Romeros, el ‘Valle Florido de Los Romeros’ para los Álvarez Quintero. Una pequeña población rodeada de cerezos, centenarios castaños y nobles encinas y alcornocales.
Ambas localizaciones viven en la cultura y labor del cerdo ibérico. Pero no de cualquier cerdo ibérico, sino del sumun del prestigioso ganado. Y ese entorno es donde reina una naturaleza con colores exultantes, con aire puro que limpia el alma. Esa es las sensación que dejan estas imágenes de Emilio Romero, de agua cristalina y verde vegetación. Propias del Paraíso.
La senda entre El Repilado y Los Romeros traza un camino de unos cinco kilómetros. Una ruta que es como una terapia antiestress, que nos puede inundar por un rato de salud. Aquí podemos ‘cargar baterías’ para las dificultades de lo cotidiano. Supone, en este sentido de la marcha, de El Repilado a Los Romeros, un descenso de unos cien metros, partiendo de una altitud sobre el nivel del mar aproximadamente de quinientos metros.