S. D. Feliciano López y Alejandro Davidovich disputarán este sábado, a partir de las 20:30, la final de la 96 edición de la Copa del Rey de Tenis que se celebra desde este viernes en las instalaciones del Real Club Recreativo de Tenis de Huelva.
Feliciano accedió a su segunda final del torneo -ya perdió en 2014 con Robredo- tras derrotar a Álvaro López San Martín en la primera semifinal. El partido, que duró una hora y 13 minutos, se resolvió en el ‘supertiebreak’ (10-6) tras ganar ambos los dos primeros sets por idéntico marcador: 6-3.
Feliciano fue a remolque todo el partido. Tras la igualdad que imperó en el inicio del primer set con los dos jugadores solventando sin problemas sus respectivos saques, el jugador catalán hizo el primer break que le sirvió para encauzar esa primera manga por 6-3.
Le tocó remar contra la corriente al toledano, que de todos modos se repuso de la pérdida del primer set. Así dominó esa segunda manga, si bien tuvo que esperar al octavo juego para romper el servicio de su rival, break que confirmó con su saque para igualar el choque tras ganar el set por 6-3.
Y también tuvo que remontar Feliciano en el ‘supertiebreak’ a diez punto que decidió el primer finalista. Porque Álvaro López comenzó mejor y se colocó con un claro 6-2. Pero Feliciano tiró de oficio y de experiencia para endosar un 8-0 a su rival y darle la vuelta al choque, imponiéndose por 10-6 y accediendo de esa manera a la final del sábado.
A continuación se disputó la segunda semifinal, entre Alejandro Davidovich y el italiano Andreas Seppi, que cayó del lado de primero en dos sets (6-2 y 6-3) en un partido que duró una hora y 12 minutos.
Dominio del malagueño durante la mayor parte del partido -lo más igualado fue el inicio del segundo set-, que sacó rédito a la potencia de sus golpes y a una mayor seguridad al saque. Así las cosas, tras colocarse pronto con 4-1 a su favor, solventó casi sin problemas la manga por 6-2.
En el segundo set de nuevo Davidovich estuvo más certero, pero encontró enorme resistencia en el italiano, sobre todo cuando el partido entró en una fase de largos peloteos. Aún así, de nuevo el malagueño sacó a relucir la potencia en los golpes para romper el servicio en el octavo juego (5-3), que le permitió cerrar el partido con su saque y clasificarse así para la final.