Fran Oliva. Al igual que en España, la tónica actual de la quinta ola de la pandemia del covid-19 en Huelva tiende a bajar levemente, estando en 608,8 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Todo esto en medio de la vacunación a los grupos de población más jóvenes, los cuales registran las incidencias más altas.
En medio de la campaña de vacunación, hemos hablado con Antonio Ortega Carpio, médico de familia y gerente del Distrito Sanitario Huelva-Costa y Condado-Campiña.
Vacunación exitosa
Nos relata Antonio Ortega que «la campaña va muy bien. Ahora tenemos un 69% de población objetivo, mayor de 12 años, del distrito vacunada con una dosis. Con vacunación completa, con las dos dosis o la monodosis de Janssen, es de un 59%. La semana pasada hemos superado la cifra de más de medio millón de vacunas en el distrito, siendo más de 600.000 si se cuenta toda Huelva desde Enero. Para que veas la importancia de esto es que en una campaña normal de vacunación de gripe, de Octubre a Marzo, son 60.000 dosis de vacunas las que ponemos».
Prosigue desde este último apunte subrayando que «hemos hecho siete u ocho campañas de gripes en el mismo periodo de tiempo. Aparte las PCRs, los aislamientos, el seguimiento de contactos. El esfuerzo que estamos haciendo en atención primaria y el trabajo que están haciendo los profesionales es inmenso. Un trabajo sin el refuerzo adecuado porque lo ideal hubiera sido tener muchos más profesionales porque salvo enfermería, celadores o administrativos, no se ha reforzado mucho más por falta de profesionales.
Jóvenes, protagonistas de la quinta ola u «ola joven» de la pandemia
Por segmentos de edad, «desde los 50 años, el porcentaje de población vacunada supera el 90%. Es por debajo de los 50 cuando no se han alcanzado los niveles adecuados. Entre 40 y 49 hay un 86% de personas con una dosis y un 83% con la pauta completa. Entre 30 y 39 ya baja mucho, habiendo un 70% con una dosis y un 46% con vacunación completa y por debajo de 30, entre 20 y 29, aún mas, habiendo un 56% con una dosis y un 15% con la pauta completada».
Por lo que «conforme bajamos de 40 años, nos encontramos los grupos de población con menor inmunización por vacunas porque están siendo los últimos en vacunarse. En el distrito estamos poniendo 30.000 vacunas a la semana y calculamos que tenemos que poner unas 90.000 personas. En 3 semanas a full podríamos vacunar a toda la población. Creemos que en Agosto, si llegan suficientes vacunas, a pesar de las vacaciones de este mes, podemos mantener este ritmo de vacunación, que es muy alto. El objetivo de alcanzar un nivel de cobertura superior al 70-80% se puede conseguir a finales de Agosto».
Vacunación combinando los autovacunas y los centros de salud con un apunte a la población pedrátrica
Nos apunta Ortega a que en Huelva se va a seguir combinando los puntos de autovacunas externos con los centros de salud aunque señala que «la población que quedará a finales de agosto y principios de Septiembre es población pediátrica. Esta vendrá acompañada con sus padres y necesita de un periodo de observación más lento porque son niños pequeños. Lo más probable es que a esa población se le vacune en los centros de salud porque requiere más proximidad, cercanía y un tratamiento especial. Se hará durante el mes de Septiembre, en la primera quincena».
Un grupo población al que aún no se sabe que vacuna se le pondrá. «Lo único que se sabe es qué Moderna está autorizada entre niños de 12 a 16 años, queda Pfizer y por debajo de 12 años la idea es que todas las vacunas de ARN son seguras y probablemente sean las que se indiquen pero aun la EMA no ha aprobado esto. Las vacunas de ARN son muy seguras, se está poniendo en embarazadas y apenas hay efectos secundarios ni daños a largo plazo. Son muy eficaces porque consiguen una inmunidad muy alta y son muy adaptables porque están previstas para que, en el caso de que hayan variantes, se puedan incorporar rápidamente defensas contra estas variantes en la producción de las vacunas y modificar las dosis. El futuro va por ahí, el éxito de las vacunas ARN es incuestionable».
Lo que si nos cuenta es que a la población de 12 a 39 años la idea es poner Pfizer y Moderna porque «la autorización que tenemos por debajo de 40 años es esa porque es donde la relación riesgo-beneficio esta muy inclinada para el beneficio sin menoscabo de que existe la posibilidad de que Janssen, la monodosis, está autorizada para mayores de 18 años y utilizándose en menos de 40 en circunstancias muy concretas como personas que están trabajando o tengan que salir de España. En general, vamos a usar Pfizer o Moderna salvo en casos muy concretos que usaremos la vacuna de Janssen.
Vacunación sin cita previa
En las últimas semanas, se ha emprendido jornadas de vacunación sin dita previa. Una novedad en la estrategia de inmunización que va a seguir. «Hay personas que por muchas razones no tienen acceso al sistema de autocita, a Salud responde, por tener mal los datos de la cartilla o por no tener recursos tecnológicos. Por eso le resulta más cómodo y fácil ir a esos eventos. Hacemos todas las semanas alguna jornada de autovacunacion sin cita en los distritos y los seguiremos haciendo. El ultimo lo hicimos en población de 28 a 39 años y esta semana a lo mejor hacemos otro».
Tres canales para pedir cita
En esta entrevista, Antonio Ortega aprovecha para explicar cómo hay qué pedir cita para la vacunación contra la covid-19. «Se puede llamar al número de Salud Responde, pedir la cita a través de tu ordenador teniendo un certificado digital o incorporar una serie de datos o a través del móvil con una aplicación llamada Salud Andalucia» explicando que «el problema que se encuentra la gente es que cuando se abre la citación a mayores de 16 años quieren tener automáticamente cita y eso no puede ser. En Huelva, por ejemplo, son cerca de 30.000 personas y estamos vacunando 5.000 personas al día y no conseguirás cita al primer día. Hay que tener un poco de paciencia, hacer el procedimiento todo el día, casi siempre a primera hora de la mañana, sobre las 09:00, que es cuándo se abre las citas, unas 5.000, y si no se consigue un día, intentarlo. Lo que no vale la pena es intentarlo varias veces al día porque si no lo consigues a la primera a las 10:00, no lo vas a lograr después».
Explicarle lo negativo de su decisión, claves en la recaptación de los no inmunizados para la vacunación
Sin embargo, recuerda Ortega que hay que prestar más atención al grupo de no vacunados y recaptarlos. «Vamos a hacer una estrategia de información a través de diferentes medios de comunicación y redes sociales explicándole a estas personas la importancia de la vacunación, el riesgo que corren de contagiarse. Son las que ahora más se están contagiando porque el virus circulan en gente joven y pasan a sectores de la población que no se han vacunado, que es un 4-5% de personas mayores de 50 años que no se han vacunado. Hay que darles información».
Una información para intentar «hacer una captación activa, llamando a esas personas que no se han vacunado. Las hemos llamado varias veces y nos encontramos respuestas como que no se habían enterado, que no se quieren vacunar o que tienen miedo. Estamos consiguiendo que muchos de ellos se lo están repensando».
Y a parte de da información, reconoce que la vacuna de Janssen, la monodosis, es muy eficaz en esa estrategia. «Es una opción muy favorable en este grupo de personas porque es una sola dosis, porque en mayores de 40 años apenas hay ningún riesgo, porque se consigue una inmunidad muy efectiva en corto plazo, a los 14 días. Es perfecta para conseguir una inmunidad en ese colectivo de personas que no se han vacunado».
«Las vacunas son eficaces y seguras»
Y es que, preguntado el por qué hay que vacunarse, el médico se muestra taxativo. «La vacuna es segura y eficaz. La probabilidad de tener un evento secundario es inferior es inferior a 0,0005%, poquísimo riesgo, y el beneficio es inmenso porque son pocos que quedan sin vacunar y el virus se está centrando en los no vacunados, que son los que están llenando los hospitales. El 80% de la población que está ingresado en los hospitales son mayores no vacunados y la mayor parte de los que ingresan en UCIs son no vacunados. Si hay poco riesgo y el beneficio de vacunarte es inmenso, la decisión debería estar clara peor no podemos obligar a nadie a vacunarle. Hay que informarle y transmitirle que la decisión es personal y libre».
¿Habrá que ponerse una tercera dosis?
«Ahora no tenemos datos científicos que avalen la necesidad de una tercera dosis. Los datos que hay sugieren que la inmunidad con anticuerpos y la celular es persistente. Permanece casi 9 meses en personas vacunadas. Otra cosa es que estamos viendo personas vacunadas que se están contagiando porque la eficacia de la vacuna no es del 100%. Hay personas que no consiguen la inmunización o hay vacunas que no han sido eficaces en algunas personas. En los estudios, la eficacia era del 92-93% y hay un 7-8% de personas que no se han llegado a inmunizar».
Prosigue Ortega reflexionando que «la duda científica es si hace falta una tercera dosis porque con dos dosis se pierda inmunidad o si hace falta una tercera para que las personas que no han desarrollado la inmunidad la desarrollen. Creo que la estrategia será intermedia. Casi seguro que la población anciana, inmunodeprimida, se tendrán que poner una tercera a principio del 2022. Personas en residencias, mayores de 80, con enfermedades inmunodepresoras. A ese colectivo puede que si haya que revacunarlo aunque con los datos que tenemos, la inmunidad permanece a largo plazo».
Efectos secundarios leves y mínimos graves
Uno de los debates más extendidos en la vacunación es la de los efectos secundarios. Aquí quiso poner calma de una forma didáctica. «Hay dos tipos de efectos secundarios con la vacuna. Unos menores, locales, que son frecuentes y que pueden ser dolor en la zona pinchada del brazo, dolor de cabeza, sensación de mal cuerpo. Eso es frecuente, no da problemas y se trata con paracetamol. La frecuencia es elevada porque 1 de cada 5 ha tenido esa sensación. Los efectos graves son de dos tipos. Unos, inmediatos y que son los que nos motivan a pedirle a la gente que se espere después de la vacunación unos 15 minutos en el centro sanitario. Es una reacción anafiláctica, una bajada brusca de tensión, con una pérdida de consciencia y una reacción corporal expresiva. Eso no ha ocurrido nunca en las mas de media millón de dosis que hemos puesto».
Luego, apunta, «están los efectos secundarios graves a largo plazo, los trombos y que aparecen a los 15 días. Han sido muy escasos» por lo que, deja muy claro, que «no justifica para nada la retirada de una vacuna porque en la relación riesgo-beneficio, el beneficio es sumamente inmenso respecto al perjuicio del trombo. Desgraciadamente tocará a alguien pero eso no puede suspender el beneficio de toda la población que supone la vacuna. Estamos en una situación de alarma internacional, con un alto riesgo de no recuperar nuestro modo de vida y la vacuna ha demostrado es la principal herramienta que tenemos para salir de esto y hay que utilizarla. No es 100% segura pero su beneficio es inmenso y hay que seguir vacunando pese a estos episodios graves secundarios».
Venta de los test de antígenos en las farmacias
Desde hace unos días, se puede comprar test de antígenos en farmacias, potenciándose el autodiagnóstico del covid-19. Algo que puede ser positivo para controlar la pandemia aunque puntualiza que «los test de antígeno es un procedimiento que se pone en manos de usuarios sin control sanitario y tenemos dudas sobre si uso e indicación es adecuado». Por eso, «dejaría claro que los test de antígenos son muy útiles siempre y cuando el ciudadano sepa la técnica, siendo informado pro el farmacéutico y leyendo el prospecto. En segundo lugar, hay que hacerlo en un estado concreto. Si una persona es sintomática, debe estar aislada aunque se quiera hacer el test antígeno. Se lo puede hacer pero tiene que estar aislada, al igual que sus contactos estrechos. El resultado del test, sea el que sea, no va a cambiar el aislamiento. Tienes que estar aislado hasta que un sanitario te haga una PCR o firme que hayas pasado el periodo de riesgo».
Lo que si reconoce Ortega es que «si una persona quiere asistir a un evento, va ver a una persona mayor y se quiere asegurar que no hay riesgo, si me parece correcto el uso de antígeno». Una prueba diagnóstica que «es muy útil en personas sintomáticas pero tienen un problema y es que en algunos casos puede dar un fallo negativo tratándose de personas asintomáticas y sus contactos. En este caso, es conveniente mantener el aislamiento y contactar con el sistema sanitario para hacerse una prueba mas fehaciente como una PCR.
Una quinta ola en declive
Por último, es positivo sobre la evolución de la quinta ola en Huelva. «Parece que está ya estabilizándose, incluso bajando. Tenemos una incidencia de 608,8. La sensación es que estamos llegando al pico aunque no esta claro. Si es cierto que esta ola no está provocando un repunte muy importante de ingresos hospitalarios pero está habiendo un incremento en personas no vacunadas. No está siendo tan elevado los ingresos como en olas anteriores. Eso muestra que la vacunación es muy eficaz para hacer que haya menos casos, que sean menos graves».
Aunque pasando de los hospitales a los centros de salud, lamenta con pesar que «la atención primaria está soportando lo mismo que en otras olas. Ahora incluso es mas difícil porque los casos de ahora son de personas de 20 a 25 años, tienen muchísima sociabilidad, movilidad y generan muchísimos contactos a estudiar mientras que en olas anteriores era de personas con menos vida social, movilidad y los estudios de casos y contactos posteriores eran menores» por lo que «los centros de salud están sobrepasados en el estudio de los casos y contactos. Estamos haciendo un enorme esfuerzo en atención primaria y epidemiología para controlar la quinta ola, estando en un periodo crítico porque estamos en periodo vacacional, con plantillas reducidas, y porque estamos agotados después de tantos meses. Seguimos trabajando sabiendo que la vacunación esta frenando la gravedad de la quinta ola y que en la primera quince de agosto se frenará».