José Manuel Alfaro. Cuaderno de Muleman. Hoy se ha conocido el hallazgo de un ánfora que podría contener el primer vino que se llevó a América o, como se le conoce ya en Villalba del Alcor, el vino de “Colón”. Un descubrimiento que se ha producido durante los trabajos de restauración de una de las casas solariegas más antiguas del municipio. Una casa noble que llevaba sin habitar durante muchos años y sobre la que existían numerosas historias y leyendas de sucesos paranormales y exorcismos en tiempos de la inquisición, según se puede leer en uno de los artículos, de uno de los investigadores y periodistas más prestigiosos de la provincia en el ámbito de los fenómenos paranormales.
La casa, que se encontraba semiderruida y que según fuentes de una inmobiliaria de la zona ha sido adquirida recientemente por una relevante política de la comunidad, que la habría adquirido para convertirla en su residencia habitual, además de alojamiento rural, emprendiendo así su nuevo futuro laboral. Ha sido durante los trabajos de restauración de la casa, en una zona de la planta baja, en lo que era el almacén de la cocina, donde se ha encontrado durante una excavación fortuita, unas ánforas de cristal, selladas herméticamente, que contenían un líquido de color ámbar en perfecto estado, que recordaba a uno de esos codiciados vinos secos del Condado. Unas ánforas que no se han querido abrir y que se han entrega a un equipo de investigadores especializados en enología histórica de la Universidad, que serán los encargados de realizar el estudio, que confirmaría que podría tratarse del vino que se bebió en América, de acuerdo a los estudios llevados por la historiadora Águeda Rocío Moreno, en los que se concluye que uno de los primeros vinos que cruzaron el océano Atlántico era de Villalba del Alcor. Concretamente una partida de 420 arrobas de mosto, comprada en 1494 por 48 maravedíes para proveer a la expedición capitaneada por Bartolomé Colín, Juan Lucero, Bartolomé de Leza, Fernando Pérez y Velardi. Una expedición que partiría un año más tarde desde Sevilla, siguiendo los pasos de Colón, tal como nos cuenta en la siguiente entrevista la nueva inquilina de esta casa, en la que se ha encontrado, el que ya se conoce en Villalba del Alcor, como el vino de Colón.
¿Cómo se encuentra, después de estas semanas?
«Bien, aunque es una sensación a camino entre la desilusión y la liberación. Es como cuando te prejubilas con 50 años en un banco y piensas que te quedan demasiadas cosas por hacer allí, pero no puedes hacerlo, porque otras personas han decidido por ti, que ya era hora de marcharse. Aunque esta es quizás, la versión light, que es la que se cuenta, la que el aparato del partido distribuye a los medios de comunicación, convirtiendo un acto de puro cainismo en un acto de propaganda institucional del propio partido. Pero los que, nos dedicamos a la política y llevamos mucho tiempo en esto, no podemos sorprendernos de ello, porque estas son para nosotros, las reglas de juego interna que no están escritas en los estatutos de los partidos, pero que todo el mundo conoce. Lo que la gente normal llama venganza, nosotros en los partidos políticos lo llamamos renovación, lo que la gente llama dimisión, nosotros lo llamamos selección natural política. Son las reglas no escritas que todos los que estamos en la política son dogma de fe en nuestro día a día, del quítate tú, que estoy aquí. Así que yo he asumido la derrota con dolor, con frustración, puede que me sienta ahora mismo un cadáver político, pero se me pasará y seguro que encauzaré mi vida otra vez, incluso mis propios compañeros me buscarán un hueco en otro lugar del aparato político en el que pueda reconducir mi vida, y todo gracias en gran parte ami madurez, que me lo ha enseñado gracias a mi propia experiencia personal de todos estos años de lucha política interna. Porque que nadie se engañe, la política no es lo que se ve, la política es un ejercicio de audacia, donde no siempre vence el más fuerte.»
¿Por qué ha elegido Villalba para reconducir su vida?
«Mira, pues de una forma causal, buscaba un lugar tranquilo, una tierra con historia donde emprender mi nuevo proyecto de vida y un amigo me propuso comprar esta casa en el pueblo que llevaba mucho tiempo en venta. Un hogar, que podía convertirse en mi nueva residencia alejada del foco mediático, que me permitiera salir por las tardes a andar, tranquilidad para escribir mis memorias hasta los 40, tele trabajar, pero sobre todo emprender en el mundo de los alojamientos rurales, algo que siempre ha sido uno de mis sueños, que pronto podré cumplir. Así que, gracias a unos pequeños ahorros, he podido adquirido esta casa con una finca y ahora tengo una pequeña hipoteca que me permitirá vivir sin sobresaltos al mismo tiempo que ver crecer a mis hijos. Porque, si había algo que buscaba después de estos meses convulsos en los que llevaba inmersa, y en los que he luchado panza arriba como un lince, era calma y creo que aquí la he encontrado.»
¿Qué sintió cuando el albañil le comunico que había encontrado el vino de “Colón”?
«Pues una alegría inmensa, incluso he sentido que mi vida empieza a tener sentido. Ahora tengo la seguridad que recupere parte del protagonismo mediático que he perdido. Máxime cuando estoy segura, que este es el que ya se conoce como el vino de “Colón” que no es lo mismo que el trio de la Plaza Colón, que otra cosa que tiene que ver más con mi vida anterior que la de ahora. Y estoy segura que es el vino de “Colón”, por tres razones: La primera porque lo he leído en un estudio de mi amiga e historiadora Águeda Rocío Moreno. La segunda porque en los diarios de Colón se hace referencia, que uno de
los alimentos que formaban parte de la dieta de los marineros de las carabelas era un litro de agua y tres cuartos de litro de vino, vino seguramente del Condado y seguramente de Villalba del Alcor, gracias a la larga tradición del comercio de estos caldos con Inglaterra y Países Bajos desde los puertos de Moguer y Palos. Y la tercera, es que como se puede leer en el Archivo de Indias, en el año 1502 partió en la nao La Española 27 arrobas de vino de Villalba del Alcor. Con esas tres tesis es muy probable pensar, que el vino que el albañil ha encontrado en m nueva casa pueda ser una de las partidas del vino que viajó a las américas, algo de lo que se encargará de verificar el grupo de investigadores de enología histórica de Universidad. Un estudio que tendremos, no sé si antes o después de las elecciones autonómicas, más aún sabiendo que estos estudios suelen más rigurosas que las encuestas de intención de votos, así que en el momento de que se conozca la autenticidad de este caldo, se podrá hacer público documentalmente este hallazgo que no solo pondrá a Villalba del Alcor en el mapa enológico histórico del mundo, sino que me ayudará a recuperar el protagonismo perdido en mi traspiés político.»
¿Cuándo se instalará definitivamente en Villalba?
«Posiblemente, cuando mis compañeros me obliguen a desvincularme de la primera línea política definitivamente, espero que para esa fecha las obras estén terminadas, se haya hecho público los resultados del estudio del vino de “Colón”, que por fin hayan desvelado el origen de Colón, pero sobre todo, que mi negocio de alquiler de alojamiento rural esté en funcionamiento y a pleno rendimiento y me pueda tomar una copa de ese vino de “Colón” y brindar por los tiempo felices que vendrán en este paraíso de Villalba del Alcor.»