Cristina Morales. La pandemia de Covid-19 que estamos sufriendo nos ha arrebatado muchas cosas, y una de ellas fue nuestra sección de cada lunes ‘Onubenses por el mundo’. Debido a las circunstancias y a las recomendaciones de quedarnos en casa y viajar lo mínimo posible, no vimos adecuado fomentar el experimentar una vida en el extranjero, además muchos decidieron volver con los suyos. Pero es cierto que la vida sigue y sigue habiendo muchos onubenses por el mundo de los que queremos seguir hablando.
Hoy retomamos esta sección con un caso particular, el de la onubense Tamara Núñez Márquez que, tras vivir 4 años en Londres decidió volver a España en febrero de 2020, justo antes de que estallara la pandemia. Quería regresar a su país pero sin parar de vivir nuevas experiencias y con la esperanza de mejorar en cuanto a lo laborar, sin saber que su vida, como la de todos, pararía durante varios meses. Lo positivo es que pasó todo el confinamiento con su familia en Huelva y pudo recargar pilas para, en septiembre, comenzar una nueva vida en Madrid. Pero antes de ello, en el mes de agosto, quiso volver a sentir todo lo vivido en Londres y volvió de visita por dos semanas a la capital británica.
Para conocer mejor su historia, todo lo vivido durante estos años en el extranjero y su nueva vida en Madrid, hablamos con Tamara Núñez Márquez.
– Cuéntanos un poco sobre ti.
– Nací en Huelva el 28 de marzo de 1991, por lo que tengo actualmente 30 años. Terminé el instituto y empecé a estudiar Ingeniería Química en la UHU, en la Escuela Politécnica de La Rábida. Con 23 años me fui con una beca Erasmus a la República Checa. Apenas un año más tarde, recién acabados mis estudios, me mudé a Londres, donde he estado viviendo más de cuatro años hasta febrero de 2020, cuando decidí volver a España.
– ¿Por qué decidiste irte fuera?
– Tenía claro desde hacía tiempo que quería vivir en diferentes sitios y ciudades y una vez acabada la carrera me pareció que una de las mejores opciones que tenía era mudarme a un sitio de habla inglesa. Nunca me gustó especialmente sentarme delante de un libro a aprender inglés, pero aprenderlo en mi día a día me pareció más atractivo. Barajé Manchester como primera opción pero finalmente me decidí por Londres.
– ¿Dónde vives y qué estás haciendo en estos momentos?
– Ahora mismo resido en Madrid. Me mudé a finales de febrero a Huelva, donde inicialmente pensaba estar un mes máximo. Luego, por razones obvias, la cosa se alargó. Tenía claro casi desde el principio que quería pasar una época en la capital, sobre todo por las opciones de trabajo y oportunidades, lo que no sabía inicialmente es que me tomaría tantos meses. Al final, acabé mudándome a finales de septiembre. Igualmente aproveché para pasar un poco de verano en Huelva, tranquila. En cuanto empezaron a dejar ir a la playa y salir me dediqué a tomarme todo el tiempo de relax que me había faltado el último año.
No tardé en encontrar trabajo, lo que fue un gran alivio tal y como estaba el panorama. Pude comenzar a trabajar de profesora en un centro de FP y la verdad es que la capital, hasta el momento, me está tratando bastante bien.
– ¿Dónde vivías cuando estabas en Inglaterra?
– Vivía en Londres. Es una ciudad que te atrapa, en el mejor y el peor de los sentidos. Allí la rutina y el estrés van de la mano, aunque depende también mucho de la zona en la que trabajes y te muevas. Es una ciudad caótica pero curiosamente bien organizada y lo atractivo de Londres está precisamente en ese pequeño caos. Siempre pasan cosas nuevas, conoces a gente nueva, ves sitios nuevos. No importa cuánto tiempo lleves porque siempre hay algo que te sorprende.
– ¿Cómo era vivir ahí? ¿Es muy diferente a España?
– Podría decir que prácticamente todo es diferente a España. Mucho más a mi “concepto” de España que está muy ligado a la vida en el sur. Londres es una ciudad multicultural, y aun siendo inglesa siempre se respira un poco de otras culturas como pueden ser la española, italiana, india, polaca y un largo etc. La mayor diferencia para mí fue el clima. Es algo a lo que te acostumbras pero que va pesando poquito a poquito. Los veranos suelen estar bastante bien, pero te pasas la mayor parte del año con poca luz o el cielo nublado y en cierto modo acaba afectándote al estado anímico. Por otro lado es cierto que es una ciudad preparada para ese clima. Siempre hay eventos, fiestas, actuaciones, por no hablar de los parques y bosques tan increíbles que puedes encontrar por toda la ciudad. El clima no es de lo más halagüeño pero desde luego no es un lugar para aburrirse.
– ¿Fue tu primera estancia en el extranjero?
– No, estuve viviendo antes en la República Checa, a través de una beca Erasmus.
-¿Cuál es tu balance de la experiencia?
– Muy positivo. Tuve momentos tensos a causa de situaciones derivadas por vivir allí, pero he aprendido muchísimo, he conocido a muchísima gente y a pesar de que siempre me consideré una persona abierta, me di cuenta de muchos de los tabúes que sin darnos cuenta nos traemos de casa y que se desmontan a veces en un segundo gracias a una conversación con cualquiera.
– ¿Por qué decidiste volver a España?
– Por la misma razón por la que llegué, por buscar un cambio. Londres es una ciudad preciosa, en la que me sentía muy cómoda y en la que cada día descubría algo nuevo, aunque de vez en cuando echaba de menos comunicarme en mi idioma, también me sentía atascada en la rutina londinense, que no suele darte tiempo ni para respirar aunque, sobre todo, comencé a estar muy cansada del clima. Ya no es la lluvia, es que en invierno los días son muy cortos y las temperaturas bajas. Yo vengo del sur y el cuerpo comenzaba a pedirme sol, así que volví para buscarlo.
– ¿Cómo llevas la pandemia?
– La pandemia… pues la llevo lo mejor que se puede, como todos imagino. Ahora, después del confinamiento, con mucha más estabilidad mental que al principio, respetando las normas, pero también saliendo a tomarme una cerveza o a dar un paseo si las circunstancias lo permiten. De todos modos, toda la situación está haciendo que pase por una época bastante interpersonal, aunque en parte es también lo que me apetece en estos momentos. Igualmente, ¡esperemos que pase pronto! Que lleguen las vacunas y que la gente intente ser responsable y consecuente con la situación que estamos viviendo.
– ¿Cómo fue volver en verano a Londres?
– Con los casi tres meses de confinamiento tuve mucho tiempo para pensar y con todo pues vino una nostalgia brutal. Yo esperaba mudarme y que pasaran cosas, tener actividad y movimiento, y claro… tuvimos de todo menos de eso. Así que pillé justo esa época en la que se permitía la movilidad y regresé a Londres por un par de semanas, en Agosto. Utilicé ese tiempo para estar con mis amigos, sobre todo, ya que con la situación de pandemia tampoco me sentía del todo cómoda en relacionarme con gente menos cercana o ir a sitios con demasiado bullicio. Además, en aquella época los casos en Reino Unido eran altos y no quería correr muchos riesgos. No sé si tendré la oportunidad de volver en breve, aunque de hacerlo tengo claro que será una estancia vacacional. De momento me queda un largo período en España.
– ¿Volverías a irte a vivir al extranjero?
– No lo descarto. Hay una parte de mí que ha estado echando de menos España y las facilidades que conlleva vivir en tu propio país, ya no solo por el idioma sino porque incluso sin darnos cuenta, la gente de tu alrededor te lo pone más fácil si siente ese vínculo que algunos crean por ser del mismo sitio. Es mucho generalizar, pero a veces los choques culturales, del mismo modo que te traen cosas súper buenas, a veces tienen una mala vertiente que cansa un poco. De todos modos, ¡nunca se sabe! Ahora estoy muy contenta en Madrid pero no descarto mudarme, a otro lugar de España o afuera.
– ¿Cómo llevas estar separada de tu familia?
– Mi familia me echa de menos (y yo a ellos, claro). Pasar a tener a una persona en tu día a día a verla menos es un cambio. Aun así, siempre me han ayudado y prestado apoyo cuando lo he necesitado. Respecto a mis amigos diré que aunque hay mucha gente a la que dejas apartada de tu rutina, al menos para mí han resultado amistades que siguen ahí, no hay ninguna dependencia mutua y al menos el tiempo que los veo es puramente bueno, al igual que han seguido siendo un apoyo respecto a mis decisiones y contratiempos. Gracias a que me mudé también he creado lazos muy importantes con gente que he conocido aquí. En ese aspecto, el hecho de mudarte a otros lugares sólo puede traer cosas buenas desde mi perspectiva.
– ¿Qué es lo que más echas de menos de tu tierra?
– El clima y la manera de ser de la gente. Aunque en muchos aspectos no soy tan afín con la rutina o la manera de vivir que tienen algunas personas en España o más concretamente en Huelva, me encanta por lo general cómo es la gente aquí, lo cercano y cálido que es todo. Obviamente tendrá que ver con el hecho de haber nacido aquí, pero en Huelva todo me parece tremendamente fácil y sencillo, y lo digo en el mejor de los sentidos.
– Para terminar: un mensaje a tus paisanos.
– El sur y Huelva son lugares increíbles. Me encanta mi ciudad, el clima, la comida, la cultura, la gente. Aun así siempre recomendaré, en la medida de las posibilidades y circunstancias de cada uno, no solo viajar siempre que la economía lo permita, sino aventurarse a vivir en otros lugares. A veces hay situaciones que nos atan y no tenemos mucho margen de acción, pero que nunca sea el miedo o la pereza lo que nos ancle. Tenemos la suerte de haber nacido en un lugar maravilloso pero eso no quita que haya otras cosas increíbles que ver y aprender a lo largo y ancho del mundo.