Campaña de prevención y atención al ictus para informar a la población de sus signos y síntomas

Redacción. La Consejería de Salud y Familias ha puesto en marcha en los últimos días la campaña de prevención y atención al ictus ‘Es un ictus. Llama al 061’, dirigida a concienciar e informar a la población en general, y especialmente a las personas mayores de 60 años, de los síntomas y signos asociados a esta patología, facilitando su asistencia inmediata, así como de los factores de riesgo asociados y los hábitos saludables para prevenirla.

El hecho de que sea una enfermedad frecuente, con gran impacto en la discapacidad y mortalidad, y que se disponga de un tratamiento eficaz en las primeras horas tras el evento agudo, han sido los motivos por los que la Junta ha impulsado esta campaña, en coordinación con el Plan de Atención al Ictus, presentada por la delegada territorial del ramo, Manuela Caro, en el marco de una visita a la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez, de referencia provincial en el cuidado a las personas afectadas. Un dispositivo, del que Caro ha destacado la importante labor que desarrolla a través de sus profesionales, que en sus más de dos años de actividad ha atendido un total de 2.421 ingresos y 5.000 consultas.


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Unidad de Ictus del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez.

El ictus es una enfermedad cerebrovascular que se produce por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo. La sangre no llega al cerebro en la cantidad necesaria y, como consecuencia, las células nerviosas no reciben oxígeno, dejando de funcionar. También se le conoce como accidente cerebrovascular, embolia o trombosis. Aunque puede producirse a cualquier edad, su riesgo aumenta con los años, siendo más frecuente a partir de los 55.

Está considerado el trastorno neurológico grave más frecuente, con gran impacto sociosanitario, por lo que representa un importante problema de salud.


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A pesar de los enormes avances en el manejo del ictus en nuestra comunidad, su incidencia es de unos 200 casos por cada 100.000 habitantes al año; es decir, en Andalucía sufren un ictus cada año más de 17.000 personas. Esto lleva a que, a lo largo de sus vidas, uno de cada cuatro andaluces lo padecerá. La Organización Mundial de la Salud prevé un incremento del 27% en su incidencia hasta 2025, debido al progresivo envejecimiento de la población.

Uno de los principales problemas del ictus es las secuelas que produce en términos de discapacidad física y cognitiva. Además, es la primera causa de mortalidad entre las mujeres y la segunda entre los hombres, provocando el 10% de la mortalidad total (13% mujeres y 8% hombres). Igualmente, es la primera causa de invalidez permanente en el adulto, teniendo un elevado coste sociosanitario, que ronda los 1.000 millones de euros al año.

Los tratamientos más avanzados para el abordaje de un evento agudo se basan en la reperfusión de la corriente sanguínea que ha quedado interrumpida y son tiempo-dependientes, lo que significa que existe una ventana de tiempo tras el episodio agudo en el que los tratamientos son eficaces para la reducción de las secuelas y la mortalidad, pero si se pasa de este tiempo, dejan de serlo.

Factores de riesgo y hábitos de vida saludables

El 90% de los casos de ictus se podría evitar con una adecuada prevención y un estilo de vida saludable. Aunque son numerosos los factores de riesgo para desarrollar una enfermedad cerebrovascular, los principales modificables para sufrir un evento agudo son la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, la inactividad física y la obesidad, responsables de un elevado porcentaje de la morbilidad y la mortalidad por enfermedades no transmisibles.

Los principales hábitos de vida saludables para su prevención son evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas; aumentar la actividad física diaria y reducir el sedentarismo; seguir una dieta rica en verduras y frutas, y reducir el consumo de sal, azúcares, grasas saturadas y comidas procesadas.

Estas intervenciones sobre el estilo de vida son al menos tan importantes como las medidas farmacológicas y, en muchos casos, incluso por encima de estas, por lo que deben recomendarse y mantenerse en todos los pacientes, con independencia de que reciban o no tratamiento farmacológico.

Código Ictus

En tanto que enfermedad tiempo-dependiente, el ictus es una dolencia en la que de su rápida atención depende la supervivencia de quien se ve afectado por ella, así como su posterior recuperación sin secuelas. Es por ello que, en la cadena asistencial del ictus, es fundamental establecer sistemas que favorezcan una interconexión precisa entre los servicios de emergencia extra e intrahospitalarios.

Uno de los principales problemas del ictus es las secuelas que produce en términos de discapacidad física y cognitiva.

El objetivo del Código Ictus es la puesta en marcha de forma inmediata de los componentes y estructuras implicadas en el diagnóstico y tratamiento en fase aguda de esta patología. Se trata de un sistema que permite la rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes con ictus a los servicios de urgencias. De este modo, puede activarse el proceso intrahospitalario de diagnóstico definitivo y el potencial tratamiento mientras se traslada al paciente con ictus hasta el servicio de urgencias.

La correcta aplicación del Código Ictus enlaza con las recientes recomendaciones internacionales que tienen el máximo nivel de evidencia científica en el abordaje del ictus agudo. Se trata de cuatro medidas que son: las Unidades de Ictus, la Trombolisis, la Trombectomía y la Telerradiología/Teleictus. Cuatro prestaciones sanitarias básicas que el Servicio Andaluz de Salud ofrece al conjunto de la ciudadanía y que están orientadas a conseguir que el mayor número de personas que han sufrido un evento agudo puedan beneficiarse del tratamiento adecuado.

Unidad de Ictus del Hospital JRJ

La Unidad de Ictus del Hospital Juan Ramón Jiménez está integrada por un equipo de Neurología Vascular con dedicación exclusiva a esta área de la patología neurológica compuesta por 5 facultativos y enfermería, altamente integrados con los equipos de profesionales de Neurorradiología convencional e intervencionista, Cardiología, Rehabilitación, Trabajo Social y Enfermería de Enlace. Cuenta con 6 camas monitorizadas con la más alta tecnología multiparamétrica y atención por neurólogos 24 horas, los 365 días del año.

Desde su creación se han conseguido diversos hitos asistenciales en beneficio de los pacientes, entre los que destacan el aumento de las fibrinolisis intravenosas (tratamiento para romper o lisar el trombo que se pone a los pacientes por vía intravenosa y que tiene que realizarse durante las primeras 4,5 horas desde el inicio de los síntomas), alcanzándose un total de 296.

También se han incrementado el número de pacientes detectados que se benefician de trombectomía mecánica (técnica de radiología intervencionista que consiste en extraer el trombo cuando existen oclusión de un gran vaso extra o intracraneal) que se realiza en el centro de referencia para el nodo Sevilla-Huelva -Hospital Virgen del Rocío-, alcanzando a 257 pacientes. La excelente coordinación y la enorme sensibilización de los equipos de emergencias extrahospitalarias responsables de los traslados han hecho que la tasa media sea superior a la nacional y con los mismos resultados en salud que en la población de referencia del Virgen del Rocío.

Con relación a las secuelas, es importante resaltar que el 70% de los pacientes presentaba a los 3 meses un grado de discapacidad muy leve o despreciable, un 15% leve a moderada y solo un 12% severa, gracias al éxito asistencial de todos los participantes en el protocolo provincial -Código Ictus- de Huelva (médicos de atención primaria, SUAP, DCCU, EPES-061, médicos de urgencias hospitalarias, radiólogos, neurólogos de guardia y equipo de enfermería, auxiliares y celadores de la Unidad de Ictus), concienciados de la patología, la rapidez de acción y, por ende, de la eficacia y eficiencia de los tratamientos para evitar las futuras secuelas o incluso el propio fallecimiento.

Gracias a su trabajo, en más de un 90% de los pacientes tratados con fibrinolisis intravenosa se ha conseguido un tiempo puerta-aguja (tiempo desde que llega al centro hospitalario hasta que se inicia tratamiento intravenoso revascularizador) de 40 minutos, inferior a los 60 minutos que establecen los estándares de calidad europeos.

Por otro lado, los neurólogos vasculares del hospital participan desde su puesta en marcha en el Centro Andaluz de Teleictus (CATI) que da soporte 24 horas, 365 días al año, con un neurólogo localizado a todos los hospitales comarcales y de alta resolución de Andalucía para la atención del Código Ictus por vía telemática, con el cual se están obteniendo mejores resultados en el tratamiento de los pacientes que sufren esta patología. De este sistema se benefician los usuarios del Hospital de Riotinto.

Unidad de Neuro-Rehabilitación

El Juan Ramón Jiménez cuenta además con una Unidad de Neuro-Rehabilitación para el tratamiento intensivo de determinados pacientes con ictus, de la que se han beneficiado unas 60 personas desde su puesta en marcha en noviembre de 2019 con excelentes resultados, constituyendo una aportación sanitaria verdaderamente novedosa. Está dotada con cuatro camas específicas del Servicio de Rehabilitación que permiten realizar este tipo de tratamiento en régimen de ingreso hospitalario, con el fin de que las sesiones se lleven a cabo en turno doble de mañana y tarde, incluyendo fines de semana para optimizar los resultados. Para ello, adyacente a la Unidad de Ictus, dispone de Sala de Fisioterapia, Sala de Terapia Ocupacional, Logopedia y Estimulación Cognitiva, atendidas por profesionales especializados en el manejo de estos pacientes, como son médicos rehabilitadores, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.

1 comentario en «Campaña de prevención y atención al ictus para informar a la población de sus signos y síntomas»

  1. Es un artículo bastante completo y bien escrito, pero -a mi juicio- adolece de algo fundamental en este caso como es enumerar los síntomas, como recordatorio, para que nosotros, lectores del mismo, sepamos que lo que nos está pasando es que estamos sufriendo un ictus.
    Si 1 de cada 4 personas lo sufriremos a lo largo de nuestra vida, no hubiera estado de más saber a qué tenemos que estar atentos. El propio artículo habla de la importancia de reconocer los síntomas para activar el protocolo cuanto antes, ya que esos primeros momentos son fundamentales.

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