Redacción. El Centro de Investigación en Química Sostenible (CIQSO) de la Universidad de Huelva acoge un proyecto de investigación para la reutilización del dióxido de carbono que podría conducir a un método catalítico revolucionario para esta molécula, considerada como uno de los principales gases que provocan el calentamiento global.
El responsable del proyecto, que cuenta con el apoyo y la financiación de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (AIQBE) de Huelva, es el joven investigador Antonio Martínez, que ha llegado a la Universidad de Huelva gracias al programa nacional de captación de talentos Ramón y Cajal, tal y como ha destacado el vicerrector de Investigación y Transferencia de la UHU, José Rodríguez, que espera que la Onubense pueda seguir nutriéndose de investigadores mediante esta vía para incrementar “nuestra masa crítica investigadora”, ha subrayado.
Antonio Martínez ha detallado que se trata de “un proyecto muy importante centrado en la fijación química de dióxido de carbono” y con el que se pretende “dar un uso a esta molécula, un gas poco reactivo, para crear otros productos de utilidad para la industria química y para la sociedad”. De lo que se trata es de “reutilizarla para formar materiales y obtener productos farmacéuticos, policarbonatos o polímeros”, esto es, “darle una utilidad y beneficios a esa molécula que tiene connotaciones medioambientales negativas”, ha proseguido.
Asimismo, Martínez ha explicado que el proyecto está centrado en catálisis homogénea. “Lo que se pretende es incrementar y mejorar la versatilidad y estabilidad de los catalizadores”, esto es, “obtener catalizadores mucho más eficientes y selectivos”, y todo ello a través de un proyecto “puntero”, ya que se llevará a cabo a través de interacciones supramoleculares o catálisis que no se han desarrollado en transformaciones de dióxido de carbono, ha remarcado el investigador, para quien este “podría ser un método catalítico revolucionario para el dióxido de carbono”.
Por último, Antonio Martínez, que se formó en la Universidad de Murcia y pasó después una larga temporada en Reino Unido, ha dado las gracias a la UHU y al CIQSO por esta “oportunidad” que le ofrecieron de “iniciar investigación independiente. Me ha ofrecido todos los medios y el apoyo de todos los compañeros para iniciar esta andadura de investigación independiente”, ha subrayado.
Por su parte, el director Centro de Investigación en Química Sostenible, Pedro Pérez, ha destacado la importancia de acoger proyectos como este, ya que “queremos desarrollar investigación dirigida hacia la mejora de la química sostenible, que tiene una serie de objetivos análogos a los objetivos de desarrollo sostenible: eliminar o reducir residuos y que los procesos se hagan con el menor consumo energético posible”.
“Y uno de los residuos es el dióxido de carbono”, por lo que “este proyecto se incardina en ese objetivo”, al pretender “utilizar una sustancia y encauzarla para obtener otros productos útiles para la sociedad”, ha continuado Pérez, que se ha mostrado convencido de que este proyecto comenzará a dar en breve unos “primeros resultados magníficos”, tras lo que ha indicado que este “es uno de los proyectos a los que se le prevé más aplicabilidad, ya que el dióxido de carbono es uno de los principales problemas que afectan al efecto invernadero, uno de los gases que provoca calentamiento global”, ha explicado.
Asimismo, el director del CIQSO ha querido “reconocer y agradecer” a la AIQBE que esté financiando este proyecto”, al tiempo que ha realizado un balance “muy positivo” de los 10 años que acaba de cumplir el centro, un periodo en el que se han formado cerca de 20 nuevos doctores y generado entre el 10 y el 15 por ciento de todos los indicadores científicos de la UHU. “Ahora lo que queremos es afianzar esos valores y sobre todo que la investigación que se dé en la Universidad de Huelva sea lo más útil posible a los problemas de la sociedad”, ha subrayado.
En la misma línea se ha manifestado el vicerrector de Investigación y Transferencia de la UHU, José Rodríguez, quien ha mostrado su “satisfacción” por el hecho de que este proyecto o cualquier otro “competitivo o puntero” se desarrolle en esta universidad, tras lo que ha indicado que este proyecto, en concreto, “corona un esfuerzo de un investigador que se ha adscrito a la Universidad de Huelva y que llegó aquí a través del programa Ramón y Cajal”.
“Estamos haciendo esfuerzos por la captación de talentos jóvenes a través de ese programa que viene a nutrir la cantera de investigadores de la Universidad de Huelva y esperamos que éste sea uno de los muchos que captemos a través del mismo en los próximos años (de hecho, dos más se han incorporado en el área de Ciencias de la Tierra durante el último año académico) y ello redunde en proyectos como éste y en la mejora de los indicadores que tienen que reflejar que la Universidad de Huelva progresa hacia la excelencia”, ha proseguido Rodríguez, que tiene como objetivo “incrementar el número de investigadores” tanto formándolos como captándolos. “Tenemos que hacer ambas cosas. Antonio Martínez ha llegado por la vía de recurrir a ese tipo de programas de élite a nivel nacional como el Ramón y Cajal y tenemos que abundar en eso”, ha resaltado, tras lo que ha mostrado su agradecimiento por el apoyo de AIQBE, cuya colaboración es “muy importante”, ha señalado.
Por último, el presidente de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva ha destacado que la relación entre la organización que preside y la UHU es “muy intensa” y permite la formación e investigación “dentro del entorno donde nos movemos”.
Asimismo, Ortiz se ha mostrado “muy contento” por el “entendimiento” que existe sobre las líneas de investigación. “Si no generamos ese conocimiento no se pueden diseñar procesos industriales que lleven el beneficio de la investigación a la vida de cada uno de nosotros”, ha subrayado, tras lo que ha recalcado que en España hay pocas universidades en las que se dé una “simbiosis” como la que se da en Huelva “entre lo que hacemos nosotros y la Universidad”.