Redacción. Sin actividades generales y sin actuaciones. Este curso es diferente, pero no por ello menos importante: los docentes se reinventan cada día y cambian el desayuno andaluz compartido por el individual, y los «saraos» por sombreros y peinetas de papel para colorear.
“Sin duda es un curso especial, pero los niños y niñas nos dan continuamente lecciones con su capacidad de adaptación” ha valorado Villalba, quien ha hecho un pequeño recorrido por las clases para presenciar las actividades que se estaban llevando a cabo y contemplar los trabajos realizados.
Cada grupo en su aula, algunos recortan flores verdes con su foto para decorar la bandera, otros colorean y doblan papel para fabricar un come-coco con las ocho provincias andaluzas o decoran platos de cartón con acuarelas y lunares. En otros cursos investigan las biografías de andaluces y andaluzas ilustres y los más mayores han creado un video en el que leen un manifiesto sobre Andalucía y lo emitirán ´en directo´ a través de todas las pizarras digitales al final de la mañana.
La delegada ha destacado que este centro cuenta con un “equipo docente muy comprometido y entusiasta, y aunque algunos proyectos se han tenido que posponer por la pandemia, disponen ya de la financiación y los recursos necesarios para seguir avanzando en atención y excelencia educativa. Por ejemplo, gracias al Programa PROA+, en marzo se incorporarán en la provincia 35 orientadores y orientadoras más, lo que significa un apoyo adicional para responder a las múltiples demandas de reajuste organizativo, curricular, metodológico y de refuerzo docente necesario para compensar el impacto que el confinamiento y el cierre de los centros docentes tuvo el curso pasado sobre el alumnado.”
Por su parte, el director se ha mostrado satisfecho porque “recibimos tablets el curso pasado para el alumnado desconectado y este curso hemos recibido dos partidas de ordenadores portátiles, algo que nos hacía mucha falta”.