Redacción. El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, ha agradecido a la Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía la iniciativa puesta en marcha con la Junta de Andalucía para homenajear al sector sanitario que lucha contra el Covid-19, mediante esculturas en cada una de las capitales andaluzas que esta mañana se ha inaugurado en Huelva. La Plaza Doce de Octubre, que ejerce de bisagra entre el Centro de la ciudad y el Mar, nexo de conexiones, acoge esta estatua de mármol, de unos dos metros de altura sobre un pedestal que plasma dos manos aplaudiendo, convirtiéndose en un lugar ideal para visibilizar “el agradecimiento, admiración y cariño de la ciudadanía a todos y cada uno de los sectores que están desarrollado una extraordinaria labor para afrontar esta crisis sanitaria”.
Cruz ha aprovechado para lanzar un mensaje de esperanza y unidad, incluyendo junto a los sanitarios, a las Fuerzas de Seguridad, los Servicios de Emergencia, las instituciones y colectivos y también a los sectores privados relacionados con actividades esenciales que “se han convertido en un ejemplo de compromiso”. Pero además, el primer edil, ha extendido el reconocimiento “a los negocios que tuvieron que cerrar demostrando responsabilidad en cada una de las fases”.
Por ello, ante el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, el alcalde ha reivindicado “la importancia de contar con la Administración Local para la recuperación de los territorios,” demostrando una vez más “la disposición del Ayuntamiento de Huelva para ayudar a recuperar la fuerza económica y social de la ciudad, apoyando a los distintos sectores a avanzar, crecer y desarrollarse, porque el primer objetivo debe ser salir de esta pandemia que tanto daño nos ha hecho”.
En este sentido, Gabriel Cruz ha tenido un recuerdo para los fallecidos y todas las personas que han sufrido la enfermedad en los hospitales y en los hogares asegurando “el permanente recuerdo y memoria a través de esta escultura”.
Por ello, el primer edil ha señalado que “este homenaje debe ir acompañado de respeto y sobre todo responsabilidad por parte de todos; porque el mejor regalo, el mejor reconocimiento que podemos hacer a nuestros sanitarios, es cumplir las normas, evitar contagios, cuidarnos a nosotros mismos y a los que nos rodean,” apuntando que “tiene que servir para exigirnos un comportamiento ejemplar”.