Cristina Morales. La situación actual hace que para los más jóvenes estudiar sea un seguro para lograr una oportunidad laboral, cuando tan difícil es de alcanzar. La precariedad laboral y la incertidumbre económica hacen que las oposiciones y el trabajo en una institución sean un bálsamo dentro de toda esta situación, una oportunidad para ganar tranquilidad y un trabajo más estable. En épocas de crisis, estudiar y formarse son clave para aprovechar el tiempo y sembrar, para luego recoger los frutos cuando todo vaya mejor.
Es el caso de Rocío Gómez García, una onubense que con solo 24 años ha conseguido aprobar dos oposiciones, convirtiéndose así en una de las más jóvenes (si no la que más) en lograr esto. Esta joven, nacida y criada en Huelva, procede de una familia unida y trabajadora que, desde siempre, le ha enseñado el valor del esfuerzo, la humildad y lo bonito que es ir aprendiendo y consiguiendo objetivos apoyándote en los demás.
Tras estudiar Bachillerato en el IES Pablo Neruda, comenzó el grado en Derecho en la Universidad de Huelva, ya que desde pequeña supo que quería estudiarlo por conseguir ese ideal de defender al indefenso, pero el ejercicio de la abogacía no le llegaba a gustar del todo.
En segundo de carrera descubrió el Derecho Administrativo, esa asignatura que no le gusta a casi nadie pero sí a ella, quizás por la labor de la profesora Manuela Mora, abriéndole un mundo muy interesante que pocos conocen, y siendo éste el más próximo al ciudadano. Tras eso y el gran apoyo otra profesora que le marcó, Mariola Galdón, pudo hacer las prácticas en un Ayuntamiento de la mano de un secretario de entrada que supo mostrarle lo bonito de aquel trabajo.
Lo que más le gustó fue poder trabajar lo más cerca posible del ciudadano, conociendo y solucionando problemas o necesidades habituales y no tan habituales, estar en contacto continuo tanto con la población, como con el equipo que forma el Ayuntamiento y que fuese un trabajo dinámico en el que aprendiese todos los días.
Gracias a las prácticas, decidió que su futuro estaba en la escala de Funcionarios con Habilitación de Carácter Nacional (FHCN) y, dentro de esa, puesto que los dos procesos selectivos son muy parecidos, opositó para la Subescala de Secretaría categoría de entrada y la Subescala de Secretaría-Intervención.
Se trata de un proceso selectivo muy duro, son dos oposiciones con tres exámenes cada una; uno a desarrollar, un examen oral y un examen práctico, además de un examen opcional de idiomas, pero le gustó tanto lo que estudiaba que tenía claro que esta oportunidad era para ella. Además, se sintió muy apoyada por su familia, su pareja y sus amigas, que respetaron siempre sus tiempos y le ofrecieron distracción y un soplo de aire cuando más lo necesitó. Hablamos con Rocío Gómez García para que nos cuente de primera mano su experiencia.
– ¿En qué consiste el puesto obtenido?
– Tras aprobar los dos procesos optó por la subescala de Secretaría de Entrada porque trabajan en municipios más grandes y se centran únicamente en el ámbito jurídico. Hablando técnicamente, el Secretario de Entrada se encarga de la fe pública y el asesoramiento legal dentro del Ayuntamiento y el Secretario-Interventor, además de lo anterior, de la gestión económica y presupuestaria del Ayuntamiento.
El Secretario conoce de todos los temas que entran en el Ayuntamiento, desde el Padrón municipal hasta los plenos, pasando por las ordenanzas municipales y cualquier otro tipo de asunto del que tenga conocimiento el Ayuntamiento.
– ¿Por qué decides opositar?
– Decidí opositar por varias razones. Pensando en lo básico, al final entrar en la función pública significa estabilidad económica y saber que te vas a dedicar siempre a lo que realmente te gusta. Además, empecé a opositar en Septiembre de 2018 habiendo terminado la carrera en junio de ese mismo año y, puesto que no había dejado nunca de estudiar, era mucho más fácil seguir haciendo lo que llevaba toda mi vida haciendo.
Pero yendo más allá, decidí opositar porque no hay otro puesto que además de englobar todo lo anterior me permita ayudar al otro desde dentro, seguir aprendiendo de lo que me gusta, conocer y poder dar respuesta a todos los problemas que se planteen y sobre todo poder trabajar con un buen equipo.
Además, me encantan los retos y no hay mejor reto que conseguir una plaza entre las pocas que repartían por toda España (33 para Secretaria de Entrada y 200 para Secretaría-Intervención)
– ¿Cuál es tu objetivo?
– Mi objetivo es poder ser Secretaria de algún Ayuntamiento de la provincia de Huelva porque aquí he nacido y he crecido, tengo a mi familia y mis amigos y es una ciudad muy cómoda que tiene de todo, desde playa a montaña y muy buen ambiente. A largo plazo también me encantaría sacarme el Doctorado y especializarme aún más en Derecho Administrativo e incluso quién sabe, acabar dando clases en la Universidad en la que estudié.
– ¿Qué planes tienes ahora?
– Ahora en enero empiezo un curso de formación para funcionarios en prácticas que siempre ha sido en Madrid pero que por la situación actual se hará online y además seguiré haciendo prácticas en un Ayuntamiento, aprendiendo todo lo necesario para afrontar mi futuro puesto lo más preparada posible. Además estoy disfrutando de los míos, que después de un año y diez meses estudiando ¡ya casi no se acordaban de mí!
La verdad es que aunque ha sido un proceso complicado y duro, al final el sacrificio ha merecido la pena, así que animo a todo el que se proponga opositar o esté opositando que luche por ello porque realmente se consigue y porque el día en el que te enteras de que por fin has aprobado es, sin duda, uno de los mejores días de tu vida.