Fran Oliva. Con una población de 38.433.600 personas, Polonia registra, según la Universidad Johns Hopkins, 999.924 casos de coronavirus y 17.599 fallecimientos por COVID-19. Unas cifras, por ejemplo, similares a la de Alemania pero con menos de la mitad de la población que el conjunto germano.
Una situación muy complicada en el país polaco que, en la primera ola de la pandemia, el pico de casos diarios no sobrepasó los 500. En la segunda, se ha multiplicado el numero de positivos por dia en 50, alcanzándose un total de 25.000 por día en bastantes ocasiones. En los decesos también se refleja esa gravedad, contabilizándose el 25 de Noviembre 674 fallecidos, el máximo diario de toda la pandemia en el país del este de Europa.
Como nos cuenta desde Polonia Antonio Domínguez Sacramento, exjugador del Recreativo de Huelva y que ahora milita en el LKS Lodz de la I Liga -segunda división del fútbol polaco-, «la pandemia ha tenido en Polonia como dos partes. La primera, cuando empezó todo, no fue tan dura pero ahora en la segunda que hay muchos más. Ahora la vamos llevando como se puede, con las restricciones del Gobierno, parecidas a las de España».
RESTRICCIONES
Con este panorama, al igual que toda Europa, Polonia se ha sumergido en la dinámica restrictiva de la movilidad para contener la pandemia.
Entre las medidas restrictivas, destaca el cierre de restaurantes, bares, cafeterías y otros lugares de ocio, atendiendo solo a los clientes que encargan comida para llevar. A nivel educativo, todos los alumnos estudian a distancia y los niños y adolescentes tienen prohibido salir a las calles sin adultos.
A nivel social, están prohibidas las reuniones de más de cinco individuos, excepto cuando se trata de personas que viven juntas, y el uso de mascarillas es obligatorio en los lugares públicos, incluso en las calles.
Una realidad que nos confirma el jugador de Punta Umbría. «Aquí están todos los establecimientos cerrados, no hay toque de queda, hay que estar con mascarilla… similar a las de España. En la primera ola de la pandemia es cierto que no era obligatoria la mascarilla por la calle, solo un tiempo, y los restaurantes estaban abiertos, por ejemplo, pero ahora si se parece más a España».
PREOCUPADO DESDE LA DISTANCIA
Una situación que se suma a la suya personal. La mujer de Antonio Dominguez, embarazada, y sus dos hijos están en España. Algo que reconoce que le pesa. «Tengo a toda mi familia, amigos y a mi mujer, que esta embarazada de mi tercer hijo, con mis hijos allí. El tema de médicos y el idioma aquí era más complicado para ella. Aparte de que con cualquier complicación, me podría coger viajando. Decidimos que hiciera el embarazo en España para tener todo controlado. Ahora esta allí y estoy preocupado».
Una preocupación agravada por la situación de España, muy azotada durante toda la pandemia. Actualmente, en nuestro país, según datos del Ministerio de Sanidad, ha habido 1.648.187 casos de coronavirus y 45.069 fallecimientos.
«Veo las noticias de España y estoy preocupado por la pandemia porque la cosa está seria, complicada, con el Gobierno desbordado. Todo el mundo está muy nervioso. Estoy informándome, hablando con mis familiares, preguntando y muy preocupado porque la cosa no está fácil», relata Antonio Domínguez sobre la situación de nuestro país.
CÓMODO EN POLONIA
Aunque la pandemia es el tema central, sacamos tiempo para preguntarle por su día a día antes y durante la pandemia, su momento futbolístico y por su Recreativo.
En su rutina diaria, Domínguez no ha experimentado muchos cambios al ser un hombre «casero y familiar» por naturaleza. «Mi vida en Polonia la hago igual que en España. Me levanto y voy a entrenar. Aquí en esta época hace muchísimo mas frio que en España. Estoy solo, porque mi familia está en Huelva, por lo que me limito a estar en casa y salir para entrenar. Cuando han estado aquí, hago lo mismo… me levanto, preparo a los peques para el colegio, me voy a entrenar, los recojo y para casa. Una vida normal».
El jugador onubense aterrizó en Polonia a principios de año, después del mercado invernal. Dejó el Algeciras para enrolarse en las filas del LSK Lodz que, en esas fechas, militaba en la Ekstraklasa, la máxima división de Polonia. «Llegué la temporada pasada tras el paron de Navidad. El equipo hizo muchos cambios porque estaba muy mal en la Elextralassa, la primera división de Polonia. Estábamos a muchos puntos de salvarnos. El equipo fue creando esa base nueva que tenemos ahora y, aunque descendimos, estamos muy bien, todos nos conocemos mucho mejor.
Una experiencia futbolística que, en la actualidad, es positiva. «Hemos cogido la idea del entrenador, del juego y yo estoy jugando en una nueva posición, de ‘8’, como centrocampista, dejando de lado la banda y la mediapunta. La verdad que me siento muy cómodo y estoy muy feliz deportivamente porque nos están saliendo las cosas, el equipo está jugando bien, haciendo goles y disfrutando en el campo. Vamos partido a partido y esperamos poder celebrar a final de temporada el ascenso».
SIN PERDER DE VISTA A SU RECRE
Y sacamos un resquicio para hablar del club de su vida, el Recreativo de Huelva. «Al Recre por supuesto que lo sigo. El último partido, ante el Marbella, lo vi entero y muy nervioso. Va a ser una temporada muy complicada para todos los equipos porque todos van a jugar con el nerviosismo para meterse entre los tres primeros y es complicado. Creo que el equipo, a pesar de la derrota ante el Marbella, está mejor en estos últimos partidos. Está mas suelto con balón, más tranquilo… están cogiendo la idea del entrenador porque tiene muchos jugadores nuevos y no es fácil».
Y a pesar de ciertas dudas que puedan surgir, deja claro que, para él, «el equipo va a pelear por estar arriba. Poco a poco ira intentando seguir apretando porque la competición, en este primer tramo, va a ser muy corta y tienen que ir sumando de tres en tres porque se pueden quedar atrás y sería complicado. El club está en un momento bueno, la gente que está en el está haciendo las cosas bien y el Recre volverá en un futuro donde merece».
MORALEJA
Un Antonio Domínguez que, concluye, tiene muy claro que vamos a sacar en claro sobre todo lo oscuro que ha dejado la pandemia de la COVID-19. «Lo que vamos a aprender a valorar es a la familia. Yo estoy lejos de mi familia, sin mi mujer e hijos cerca, y todos los días me levanto pensando en ellos preocupado. Vamos a saber apreciar más lo que tenemos cerca, lo que verdaderamente importa como es la familia, tus padres, abuelos. Vamos a valorar más el amor a la familia«.
Una valoraciones que él sustenta en su experiencia personal. «Estoy muy lejos de ellos y los llamo todos los días porque daría muchísimo por poder levantarme y darle un abrazo a mi abuelo, mis padres y familia. Vamos a aprender a ser mejores seres humanos, a valorar más lo que tenemos en casa porque la cosa está muy complicada. muchas personas han perdido a sus seres queridos. Como te digo, vamos a aprender a ser mejores humanos y a valorar, de verdad, lo que tiene importancia, que son los seres queridos, a disfrutar de la familia y de los amigos porque hay mucha gente que ha perdido a familiares. A partir de esta pandemia, que está siendo muy dura y difícil y de la que saldremos, seremos mejores seres humanos».