Francisco José Oliva. Este 2020 está marcado por la pandemia de la COVID-19 y la crisis sanitaria y económica mundial derivada del virus. Sin embargo, y utilizando el dicho que asegura que «no permitas que el árbol no tape el bosque», la realidad y el siglo XXI presenta multitud de asuntos y problemáticas que combatir.
Y una de ellas es la lucha contra el cambio climático. Según ‘GreenPeace’, la temperatura media mundial ha aumentado ya 1,1°C desde la época preindustrial y la tasa de subida del nivel del mar ha ascendido a 5 mm al año en el quinquenio 2014 -2019, entre otras consecuencias en las que se engloban también algunas de carácter económico y social en la agricultura debido a las sequías, «megaincendios» o las DANAs. Las peores perspectivas, en palabras de expertos, hablan de un posible aumento de temperatura de 4,8 ºC para final de siglo.
A nivel de España, según datos del Instituto Elcano, el 81% de la ciudadanía piensa que España no hace lo suficiente para luchar contra el cambio climático.
Para luchar contra este fenómeno, una de las medidas más factibles para la ciudadania y efectista es el reciclaje. Según datos expuestos en la Cumbre Mundial de Reciclaje celebrada en Barcelona en 2018, cada año se ahorran 700 millones de toneladas de CO2 en el mundo gracias a esta actividad, lo que equivale, aproximadamente, a 100 kilos de CO2 anuales por persona, siendo este uno de los gases mas peligrosos para el medio ambiente. Además, reciclando se reduce el consumo de energía porque se reducen los trabajos de extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas. Además, y una de las cuestiones más importantes, ayuda a la conservación de los bosques, los «pulmones del planeta» que permiten descontaminar el ambiente y filtrar partículas de contaminación urbana.
Para concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de reciclar, el ultrafondista Juan Bautista, ‘Chamba’, se ha involucrado en el II reto ‘Sinplasticzamos’. Este ha consistido en recorrer los 900 kilómetros del litoral andaluz entre los días 16 y 17 de Octubre aunque el valverdeño lo ha hecho en clave onubense recorriendo los 160 kilómetros de litoral de la provincia para concienciar sobre el reciclaje y el uso del no plástico.
«Lo primero que me motiva a hacerlo es la actual sociedad en la que nos encontramos. No ponemos remedio y nos estamos cargando ya no solo nuestro litoral, que para mí es una joya y un escenario de ensueño, sino todos los mares. Solo tenemos que ver la cantidad de contaminación por culpa del plástico que estamos generando. El plástico hay que utilizarlo, y más en Huelva para la agricultura, pero si saber dónde depositar esos plásticos. Hay un proceso de reciclaje y por eso he hecho este reto, para concienciar a la gente que hay que reciclar, evitar esos plásticos de un solo uso como las bolsas del supermercado. Estamos haciendo algo, un daño personal a nosotros porque no podremos disfrutar en un futuro del litoral que tenemos».
Prosigue el de Valverde del Camino asegurando que le propusieron recorrer el litoral malagueño pero asegura que «el es onubense y tenemos un litoral que no tiene que envidiar nada a ningún otro» y, a partir de ahí, «surge la idea de recorrer los 900 kilómetros del litoral andaluz y se empieza a montar equipos para recorrer los demás litorales, haciendo yo solo el onubense en una jornada. Iba a hacerlo de pie pero el dia antes me fui al suelo con la bici entrenando. Tuve un desprendimiento de las carnes hasta la altura de las costillas, además de un brazo y una pierna quemadas pero tenía que estar en el reto porque me había comprometido y buscamos la mejor manera de hacer los 160 kilometros. Lo hicimos con la bici y era un reto para motivarme y para que impactara en la gente»
A nivel deportivo, dice que «la idea era hacer más llamativo este evento y la única manera era retarnos. Llegábamos muy mal fisicamente, parando puntualmente y con un dolor muy grande en las costillas y en el brazo. Sin embargo, teníamos que retarnos. Soy una persona de retos ya que me gusta superarme día a día y transmitir una educación en valores, que es lo mas importante, tanto a niños como a mayores. La vida y el deporte van de la mano y cualquier situación complicada se puede superar. Es una manera de ver la vida, de transmitir. Nos propusimos estar cinco horas, quitando las paradas, y conseguimos hacer los 160 kilómetros en cinco horas. Creo que ha sido un reto solidario en el que intentamos concienciar a la sociedad a que tenemos que reciclar y hacer un buen uso de los plásticos»
