Redacción. El discurso narrativo de esta exposición insiste en la necesidad de cuidar a la infancia, con atención y con intención, luchando por la utopía de un mundo mejor por difícil que ya éste nos parezca. Con una combinación de imágenes y textos se traslada un mensaje que apuesta por un futuro que sólo es posible construir con esperanza y amor.
A lo largo de las quince fotografías que la componen, hay una voz adulta que les habla desde la experiencia, que los interpela con la intención de protegerlos. Es un mensaje que también va dirigido a sus padres y madres a los que se les convoca para que críen a sus hijos cuestionándose los valores y las creencias en los que vivimos inmersos y, sobre todo, para que tengan muy en cuenta la necesidad de educarlos en la gestión de sus emociones como clave del éxito vital.
Esta es la tercera vez que Juana Martín y Pedro Gabo presentan un trabajo conjunto. Anteriormente presentaron el proyecto «Auto(bio)retratos²» que fue inaugurado en el Centro de Arte Contemporáneo de Gibraleón y durante el confinamiento presentaron otro proyecto a través de las redes que se denominó «Espinas del alma»
La exposición virtual se puede ver en el siguiente enlace: