HBN. La elevada volatilidad que ha provocado en los mercados financieros la pandemia del coronavirus pilló por sorpresa a muchos inversores, desatando un pánico entre ellos que no se veía desde hace más de una década. En las primeras jornadas tras las medidas de confinamiento adoptadas por varios gobiernos europeos, reduciendo la actividad económica al mínimo imprescindible, se produjo una oleada de ventas que, en el caso de los principales índices de Wall Street, puso fin a una larga racha alcista con varios récords históricos.
Esta situación, pese a ser muy negativa en términos económicos, genera grandes oportunidades desde el punto de vista del trading y la inversión. Pero hay que saber identificarlas. A continuación vamos a ver unos consejos de trading a tener en cuenta para encontrar la rentabilidad en tiempos revueltos:
1. Cuando en el mercado de valores hay una oleada de ventas y la cotización de los activos cae, la famosa frase de ‘compra barato, vende caro’ no funciona. En estos casos, una opción es lo que se denomina venta en corto. ¿Qué significa? Cuando operamos en corto tomamos prestadas unas acciones y las vendemos. El objetivo es recomprarlas a un precio más bajo para ganar la diferencia. Gracias a los CFD o contratos por diferencia, los inversores minoristas pueden especular con activos que no poseen tanto en mercados alcistas como bajistas.
2. Estrategias de cobertura. Pongamos que tu cartera incluye acciones consolidadas, como por ejemplo, Apple o Amazon. Son compañías que quieres mantener a largo plazo para disfrutar de sus dividendos y de su potencial bursátil. Sin embargo, crees que el mercado va a cambiar de tendencia y va a caer. ¿Qué puedes hacer? Una opción es mantener estas acciones y, en paralelo, abrir una posición de venta en corto utilizando un CFD sobre un índice bursátil de manera que aproveches la caída del mercado para compensar las posibles pérdidas de tus acciones.
3. Busca acciones defensivas. Cuando el mercado está revuelto, los inversores más experimentados suelen hacer cambios en su cartera para reequilibrar la cesta de valores e incluir lo que denominamos acciones defensivas. Esto es, aquella cuyas ganancias y rendimiento tienen una baja correlación con la economía y por eso se mantendrá estable independientemente de lo que pase en términos macroeconómicos. Por ejemplo, aquellas empresas de sectores relacionados con productos básicos de consumo, servicios públicos o atención médica: pase lo que pase, los ciudadanos siempre necesitarán estos servicios.
4. Activos refugio. Un efecto colateral de la venta masiva en los mercados de valores es que el dinero fluye hacia otros mercados considerados refugio en épocas de crisis, por ejemplo, hacia divisas como el yen, hacia metales como el oro, o bonos de las principales potencias mundiales. Pese a que esta opción supone una buena estrategia para capear el temporal, tiene algunos efectos temporales. Por ejemplo, la fuga de dinero hacia los bonos del Tesoro de EEUU y el dólar en la crisis financiera de 2008 generó una gran escasez de dólares y una caída dramática en el comercio internacional. Del mismo modo, la fortaleza del yen tuvo un efecto negativo en los productores y exportadores japoneses.
Hay quien piensa que el Bitcoin se ha convertido en activo refugio en los últimos años. Sin embargo, no todos los analistas creen que comprar bitcoins es una estrategia de inversión prudente porque es un activo muy especulativo.
5. Caza de gangas. Esta opción se basa en la conocida teoría del legendario inversor Warren Buffett “ten miedo cuando otros son codiciosos y sé codicioso cuando otros tienen miedo”. En definitiva, se trata de buscar acciones baratas y que al mismo tiempo puedan tener recorrido a largo plazo.