Redacción. Los españoles seremos más temerosos y desconfiados pero más solidarios y creativos tras la pandemia global por el coronavirus, según se desprende de los primeros resultados del informe sobre la “Percepción Social del Covid-19” que desde abril desarrollan sociólogos, antropólogos, politólogos y economistas de la Universidad de Zaragoza para comprender el impacto de esta crisis en la población española.
Investigadores
El grupo de investigación Sociedad, Creatividad e Incertidumbre, que dirige el catedrático de Sociología José Ángel Bergua, e integrado por Juan Miguel Báez, Maribel Casas-Cortés, Diego Félix Gastón, Iván López, Jaime Minguijón, Cristina Monge, Laura Moya y David Pac, trabaja desde el inicio del confinamiento en conocer el grado de vulnerabilidad, incertidumbre, temor, desconfianza así como de creatividad social, cooperación, solidaridad y sentido de comunidad que se ha generado en esta crisis.
Encuesta
Para realizar este diagnóstico sobre la“Percepción Social del Covid-19”, los investigadores están recogiendo información a través de una encuesta en Facebook en dos oleadas: una a comienzos de abril y una segunda, esta misma semana.
El cuestionario está confeccionado atendiendo a las dimensiones esenciales para comprender el impacto de la pandemia así como el cambio de opiniones y actitudes en torno a una serie de aspectos (confianza en algunas instituciones clave, así como percepciones en torno al futuro que se avecina). Además, se ha aprovechado para preguntar y profundizar sobre algunos aspectos en torno a los que ha venido trabajando el grupo de investigación (vulnerabilidad e incertidumbre, principalmente). Los resultados de las encuestas en curso se complementarán con otras técnicas cualitativas (grupos de discusión y entrevistas). Con todo ello se podrá disponer de una visión panorámica sobre la afectación de la pandemia en la sociedad española.
Resultados
Después de 7 semanas con la gente en “estado de shock” y en estado de alarma, los investigadores han realizado un primer diagnóstico en relación al impacto del COVID-19 en la sociedad española que se resumen en cuatro premisas básicas: La ilusión de seguridad desaparece y es sustituida por la incertidumbre; el covid-19 es la punta de iceberg de la vulnerabilidad, existe un colapso de datos y de saturación de información, que favorece la aparición de las fake news, y con el confinamiento han surgido reacciones imprevistas ante el coronavirus, con una clara emergencia de la creatividad social.
La ilusión de seguridad desaparece y desvela la incertidumbre
La Modernidad nos había vendido la idea de una sociedad donde la incertidumbre fuera cero. Sin embargo, esta pandemia global ha destruido la ilusión de seguridad infinita con la que vivíamos en las sociedades avanzadas. El coronavirus nos interpela a todos: nos hemos dado cuenta de repente de nuestra vulnerabilidad y fragilidad como seres vivos. Dicho de otra forma, el sentido de vulnerabilidad, fragilidad e incertidumbre se ha extendido a toda la sociedad.
El covid-19 es la punta de iceberg de la vulnerabilidad
¿El Covid-19 se ha extendido a toda la sociedad? No todos estamos igual de inseguros, hay diferentes grados de vulnerabilidad. Los datos emergentes (que no definitivos) apuntan a que se ha producido una afectación desigual del virus.
Hay elementos identificados por los epidemiólogos como variables de riesgo comunes para la mayoría de la población: vejez y ciertas enfermedades crónicas (diabetes, condiciones respiratorias, etc.). «Como científicos sociales, nuestras observaciones apuntan a que las condiciones económicas, laborales y de vivienda, durante este periodo de confinamiento, muestran que hay diferencias poblacionales que afectan de manera notable al grado de vulnerabilidad», señalan los investigadores de Unizar.
De hecho, este grupo de investigación está desarrollando un Índice de Vulnerabilidad-Covid19 con distintas variables: 1) capital económico (nivel de ingresos); 2) capital cultural (nivel educativo); 3) condiciones de confinamiento (tipo y metros cuadrados de residencia); 4) acceso a servicios médicos (numero de habitantes por centro medico); 5) niveles de dependencia y necesidades de cuidados (personas mayores, con ciertas discapacidades o diversidades funcionales, etc. ); 6) grado de participación en la gig economy (economía de plataformas basada en contratos informales con inusitado auge durante el confinamiento para sostener la demanda de pedidos online y repartos).
El problema/virtud del no saber: colapso de los datos y la media pandemia
Una de las herramientas más importantes para conocer la evolución y el alcance de la pandemia son los datos. Los investiigadores señalan que tienen un grave problema. Hay diversos modelos epidemiológicos sobre la evolución de la pandemia. Todos ellos se basan en datos sobre contagios, tasa de reproducción, muertes causadas por el virus, etc. Estas previsiones usan modelos matemáticos sofisticados con gran cantidad de datos.
Sin embargo, hay un enorme problema en la recogida de la información: número de test realizados, criterios y protocolos sobre la consideración de muertes causadas por Covid-19, asintomáticos, etc. Esta información sobre Covid-19, retrasmitida en directo durante 24 horas diarias por parte de los medios de comunicación, produce perplejidad en los ciudadanos. «Nuestro grupo de investigación habla de “media epidemia” para describir esta situación. Este contexto es ideal para la proliferación de las noticias falsas que se viralizan a través de las redes sociales: Whatsapp, Faceboook y Twitter», recuerdan.
Reacciones imprevistas ante el coronavirus. La creatividad social
En este escenario de incertidumbre, el equipo de investigación está analizando qué impactos está teniendo esta crisis en los valores de la sociedad. «Las encuestas muestran que vamos a salir más temerosos y desconfiados pero más solidarios. Por otra parte, ante las graves dificultades actuales, ha emergido una ola de creatividad social, cooperación, solidaridad y sentido de comunidad. Han aparecido infinidad de propuestas de colaboración en la elaboración de materiales sanitarios de protección, solidaridad con los más vulnerables, etc. ¿Esta explosión de solidaridad continuará después de la pandemia? ¿Qué maneras alternativas de organizarse socialmente están surgiendo?», explican.