P. Gamero. “¡Huelva, Huelva, Huelva…!” El sonido de un puñado de aficionados onubenses que asistieron al partido que colocó al baloncesto de Huelva en lo más alto. Fue en San Sebastián, el 7 de febrero de 2016, cuando el CB Conquero derrotó (60-52) al multicampéon y gran favorito, Perfumerías Avenida, conquistando de esa manera la Copa de la Reina.
“Sabía lo que había, era consciente que el equipo tenía mucha seguridad en sus posibilidades y que ganar no era imposible”. Palabras de Gabriel Valeriano Carrasco Tristancho (29 de septiembre de 1972, Manzanares, Ciudad Real), entonces entrenador del CB Conquero, y ahora del Cekk Cegled húngaro, que recordó ese día en el que el cuadro de Huelva se colocó la corona de campeón.
“Llegamos a la fase final sin ser los favoritos, eso le podría cuadrar mejor al Perfumerías y al Girona; aunque para nosotros, opciones había. El equipo estaba en un buen momento de juego, y ya teniamos la experiencia del año anterior”, significó Carrasco.
Y es que en la temporada 2014-15 el Conquero disputó su primera final de la Copa, igualmente ante el equipo salmantino, después de superar en la semifinal al Girona. “Cierto que lo del año anterior nos sirvió, perdimos esa final en los últimos compases después de ir arriba en el marcador, eso nos valió como experiencia”, dijo.
Sin embargo, la soberbia respuesta del equipo de Huelva en la fase final de la Copa vino tras un momento de zozobra en lo institucional, que al poco tiempo se dejó notar en el ámbito deportivo. “El equipo estaba bien en la Liga, pero la entidad ya acusaba problemas económicos y había impagos. Las jugadoras se pusieron en huelga y estuvimos cuatro días sin entrenar”, recordó Gabriel Carrasco, que con “un equipo en línea ascendente, esos contratiempos podían perjudicarnos, pero supimos sobreponernos, quizás porque acudimos como se suele decir con mucho que ganar y nada que perder”.
Como segundo en la fase regular en el momento de decidirse los cabezas de serie, el Conquero eludió de esa manera en las semifinales al gran favorito, el Perfumerías Avenida, y el sorteo, además, tampoco le emparejó con el otro ‘gallito’, el Girona. Fue el anfitrión, Guipúzcoa, el rival onubense. “Ganamos bien (59-31) al equipo de casa, eso nos dio mayor tranquilidad para la final, que por supuesto jugamos sin presión, que la debía tener el Perfumerías Avenida, que además estaba ganando sus partidos con autoridad… es que tenía un equipazo”.
“Nadie daba un duro por nosotros, pero de puertas para dentro sabíamos que íbamos a tener nuestras opciones, si lográbamos el nivel que se podía tener. Ahora puede parecer un farol, pero te aseguro que fuimos a San Sebastián a ganar la Copa”, relató Carrasco. Y es que el técnico destacó que “se veía en el ambiente del equipo, en sus rituales, en las sensaciones que dejaba”, y todo eso se plasmó en la final, que para ganarla había que jugar perfecto.
“La clave fue que hicimos una defensa soberbia en la final; dejar en 52 puntos al Perfumerías lo dice todo. La verdad es que el equipo estaba defendiendo muy bien, era el que menos puntos recibía, y eso se pudo repetir en la fase final”, indicó el técnico manchego de nacimiento, onubense de corazón.
El partido se jugó más como quiso el Conquero, y por eso le fueron bien las cosas. Defendiendo fuerte, los guarismos no fueron altos al descanso, y fue en el tercer cuarto cuando el equipo de Huelva logró la renta que, a la postre, le permitió, esta vez sí, ganar la Copa.
“Fue un hito ese triunfo, que te reconozco disfruté menos de lo que podía pensarse, por el momento que vivía el club; todo fue muy bonito, pero llegó de nuevo la Liga y el equipo empezó a perder jugadoras y nos quedamos en cuadro”, recordó, ya con tristeza Carrasco, aunque también destacó “el subidón” que supuso el primer partido en casa después de ganar la Copa, ante el Uniferrol: “Aquello fue una fiesta, pero la realidad es que la situación era complicada”.
Aunque todos pensaron que el Conquero se iba a desinflar en el tramo final de la competición, sobre todo al ir perdiendo efectivos por la mala situación económica de la entidad, el equipo resistió y logró amarrar la segunda plaza. Carrasco confesó que “puede que esa parte de la competición incluso la pudiera disfrutar más que el triunfo en la Copa”.
En la semifinal por el título se midió al Girona, que ganó los dos partidos. Fue el punto final a un equipo que hizo historia, y es que desde entonces la historia del baloncesto femenino cambió por completo.
Ficha técnica:
PERFUMERIAS AVENIDA, 52 (8, 16, 20 y 8): Silvia Domínguez (8), Alana Beard (0), Vanessa Gidden (10), Gabriela Marginean (7), Astou Ndour (8) -cinco inicial-; Leonor Rodríguez (7), Ewelina Kobryn (7), Kristine Vitola (0), Jacqueline Gemelos (5).
CB CONQUERO HUELVA WAGEN, 60 (6, 22, 19 y 13): Rosó Buch (4), María Asurmendi (0), María Pina (16), Adaora Elonu (14), Talia Caldwell (15) -cinco inicial-; Luci Pascua (0), Itziar Germán (0) y Haley Peters (11).
Árbitros: Carlos Javier García León y Susana Gómez López. Eliminada: Vansessa Gidden, por el Perfumerías Avenida.
Incidencias: Partido final de la Copa de la Reina disputado en el pabellón José Antonio Gasca de San Sebastián.