Redacción. La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha revisado la clasificación sanitaria de las zonas de producción de moluscos bivalvos y otros invertebrados marinos del litoral andaluz, donde se lleva a cabo la actividad marisquera. La actualización realizada por el Gobierno andaluz conlleva este año, entre otras medidas, la incorporación de dos nuevas especies al listado de ejemplares que se pueden capturar y comercializar en sendas áreas de las provincias de Huelva y Málaga y la modificación de los límites geográficos de algunas de estas zonas y de los puntos de exclusión (espacios donde no está permitido faenar por cuestiones sanitarias).
En concreto, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicará en breve la autorización para mariscar longueirón (Solen marginatus) en la zona de producción onubense ‘AND 110. Marismas Islas Cristina Poniente’ y para extraer erizo de mar (Paracentrotus lividus) en el área malagueña ‘AND 301. Punta Chullera-Torre de la Sal’. De esta forma, estas especies se suman en 2020 a las que ya estaba permitido capturar en estas áreas.
Por otro lado, el BOJA recogerá también novedades sobre los límites geográficos de cuatro zonas de producción ubicadas, en este caso, en las provincias de Cádiz y Málaga. Esta adaptación afecta a las áreas denominadas AND 207. Saco Bahía de Cádiz, donde se ha incluido nuevas áreas para el cultivo de especies de acuicultura como el ostión, ya autorizado anteriormente en dicha zona; y AND 208. Sancti Petri, AND 303. Guadalmansa-Marbella y AND 308. Málaga-Río Vélez en las que se han eliminado áreas de riesgo que afectaban negativamente a la clasificación sanitaria de la zona. Estas modificaciones persiguen, por un lado, mantener la clasificación de las zonas, y por otro lado, asegurar en ellas la posibilidad de actividad marisquera y productiva durante el año 2020.
Los técnicos de la Consejería encargados de la clasificación y vigilancia de estas zonas de producción realizan esta adaptación anual en base a las conclusiones de las evaluaciones sanitarias realizadas por el propio Gobierno andaluz para proceder a la declaración, modificación y eliminación de las zonas de producción de moluscos bivalvos,y atendiendo a la información existente sobre los bancos naturales de moluscos o las previsiones de actividad acuícola y extractiva para incluir o eliminar especies en las mismas.
Asimismo, en base a los datos microbiológicos recogidos a través de los controles oficiales de las diferentes áreas en los últimos tres años realizan una clasificación en diferentes categorías sanitarias que implican diferentes tratamientos previos al consumo humano, en función de cada tipología. Así, los productos procedentes de áreas clasificadas como zonas A pueden destinarse directamente al consumo humano tras su venta y paso por un centro de expedición. Por su parte, el marisco capturado en las zonas B deben someterse a un proceso de depuración antes de cumplir con lo establecido para las zonas A. Y para los alimentos de una zona C se suma, además de todo esto, la exigencia de someter los productos a una transformación previa.
Esta clasificación hace alusión al grado de posible contaminación microbiológica de los mariscos y bivalvos y, junto al listado de especies autorizadas para cada espacio litoral, sirve de guía a los profesionales para conocer las limitaciones a las que deben ajustar su actividad.
35 áreas para mariscar y cultivar. Tras la adaptación realizada este año en base a los controles sanitarios e informes científicos, el listado de Andalucía contempla finalmente un total de 35 zonas de producción de moluscos bivalvos y otros invertebrados marinos del litoral andaluz.
El área suratlántica cuenta con un total de 24 áreas. 12 de ellas se encuentran en la provincia de Huelva, donde existen zonas en las que está permitido mariscar y algunas donde también es posible realizar actividad productiva acuícola; otras once se ubican en Cádiz y una más, dedicada a cultivos marinos, en la provincia de Sevilla.
En la zona Surmediterránea, por su parte, se ubican otras once zonas de producción y cultivo repartidas entre Almería (dos) y Málaga (nueve). En esta última provincia faenan principalmente las embarcaciones de draga mecanizadas y que albergan empresas productoras de moluscos bivalvos (principalmente el mejillón).