HBN. Allá por 1932, cuando se creó la Fundación Tejada de la Santa Caridad, sustento jurídico de la Residencia de Mayores de Ayamonte, nadie podría imaginar unas circunstancias como las que hoy se viven, que tanto está afectando a la personas en las franjas superiores de edad. En ese camino de casi noventa años de existencia miles de ancianos han tenido por hogar este techo que se encuentra en el mismo corazón de la ciudad de Ayamonte, y de la que la propia sociedad ayamontina se siente bien orgullosa.
Y ese orgullo y proximidad se están viendo hoy patentes con el cuidado que la localidad transfronteriza está teniendo para con ‘sus abuelos’. Porque estos 121 residentes que hoy ocupan la institución sienten la atención de los patronos de la Fundación, cuya junta está formada por la alcaldesa, el obispo y los dos párrocos; de la dirección del centro y de sus comprometidos trabajadores, que están dando un verdadero ejemplo de servicio y generosidad.
Pero no solo de ellos, porque un número ingente de personas y colectivos ayamontinos y también del resto de la provincia se han ofrecido a ayudar en estos momentos difíciles.
Las buenas energías se atraen y, además del orgullo al que antes hacíamos referencia, los ayamontinos por iniciativa propia y sin que la Residencia lo pidiese están demostrando su solidaridad de múltiples maneras. Una conservera tradicional de la localidad, Concepción, ha donado batas para los profesionales; una ferretería, Mestre, ha regalado litros de hidrogel, al igual que Lolypan -material tan necesario en estos momentos; Manuel Jesús Belmonte ha donado alimentos; Carmen Vega– diseñadora- y Sonia González -modista- están aportando mascarillas y otros elementos de confección;
la Hermandad del Salvador y Cofradía de penitencia de la Oración en el Huerto, Nuestro padre Jesús Caído y Nuestra Señora de la Amargura ha realizado una donación económica; la empresa onubense Seabery, junto a Plásticos Sur, de Lepe, también mascarillas; entre otros casos que muestran que los mayores de la Residencia de Ayamonte además de sus familiares y los profesionales que los cuidan no están, ni mucho menos, solos en una etapa tan crucial como la presente. La comunicación y colaboración con el Centro de Salud de Ayamonte, Ayuntamiento, el área de políticas sociales de la Junta de Andalucía y la Guardia Civil es otra constante en estos críticos momentos.
Esta emotiva situación ha ido aparejada de las medidas pertinentes en materia de seguridad para los residentes. El Centro de Mayores, incluso antes de la declaración del estado de alarma, decidió de manera preventiva cerrar las puertas de la Residencia. Hasta el momento no se ha dado ningún caso y se siguen extremando las medidas de seguridad. Esta situación de excepcionalidad no interrumpe el día día, en el que se continúan reforzando las actividades de ocio de los mayores dentro de la misma. Se han hecho grupos reducidos para disminuir el contacto entre los residentes pero siguen realizando talleres de cocina, informática, manualidades, cine, movilidad, etc.
También se ha reforzado el servicio de videollamada con los familiares, que cuando lo desean, lo ponen en conocimiento de los técnicos vía WhatsApp y estos, en las horas de «visitas», organizan las videollamadas para satisfacción de abuelos y familias.
Se están dando casos de llamadas grupales que en estos momentos parecía imposible que pudiesen unir a tantos de familiares con sus abuelos. La dirección de la residencia nos comenta que quieren transmitir tranquilidad a los familiares. ‘Se está cuidando a los mayores con más cariño aún si cabe que en momentos normales, y todos los profesionales están volcados para que eso sea así’.