José Manuel Afaro/ Relato de ficción Cuaderno de Muleman. El pasado viernes una investigadora y escritora dio a conocer a la comunidad científica, un avance del estudio de los restos fósiles que localizó de forma accidental durante una actividad senderista en los alrededores de los Chorros del Joyarnacón en Santa Ana de la Real. Los restos que se encontraban semienterrados junto al sendero y muy cerca de los Chorros donde fueron localizados por tres niños que se encontraban jugando. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, en este estudio preliminar se expone, que de confirmarse de que se trata de los restos de lo más parecido a un unicornio blanco prehistórico, este se convertiría en el hallazgo arqueológico más importante de los últimos años en el mundo de la “unicorniomanía” en todo el mundo. Aunque aún quedan por recibir del laboratorio científico los datos del análisis óseo y los de ADN.
La investigadora y escritora autora del hallazgo ha comentado en la rueda de prensa que existe una alta probabilidad de que estos restos pertenezcan a una criatura muy similar a un unicornio blanco prehistórico, ya que todas las características de estos huesos y el paisaje donde se han encontrado, concuerdan con toda la documentación que se dispone hasta la fecha del lugar donde estos animales fantásticos vivirían, entre los que estaría esta cascada de sublime belleza de más de 30 metros, que se forma en periodos de lluvias y que convierte al lugar en el abrevadero ideal para estas criaturas.
En palabras de esta investigadora y escritora, si ya este lugar de Santa Ana la Real, al igual que muchos otros senderos de la Sierra, representaban auténticos lugares de cuento de hadas con su vegetación exuberante y su misticismo, ahora que se han encontrado estos restos ha convertido definitivamente a los Chorros del Joyarnacón en un auténtico lugar de fantasía que podría ser incluso la puerta de acceso al mundo perdido de los unicornio. A continuación en este cuaderno, nos hacemos eco de algunas de las preguntas más interesantes que ha contestado la investigadora y escritora durante una rueda de prensa que ha creado una inusitada expectación.
– ¿Dónde exactamente se produjo el descubrimiento?
– A veces la casualidad se convierte en la fuerza motriz de un hecho que hasta ahora se creía imposible. Máxime cuando realmente yo iba a Santa Ana la Real a hacer una ruta senderista con mi hija y con unos amigos para disfrutar unas horas de este paisaje único. Incluso no iba con el ánimo de tomar notas para mi próximo libro. Pero el destino quiso que yo me levantara a las siete de la mañana, cocinara una tortilla para hacer un picnic en el área de descanso del Bosque de las Letras y nos calzáramos mi hija y yo las botas de montaña para una caminata en la que posiblemente nos llovería durante el recorrido. El plan del domingo era sencillo, mi amigos con sus dos hijos nos recogerían en casa, nos montaríamos los seis en el coche y nos haríamos más de cien kilómetros antes de que tuviera que parar el coche para que los tres niños vomitaran unos detrás de los otros antes de llegar al punto donde se cruzan las dos rutas que teníamos planificadas hacer, la del Bosque de las Letras y la de los Chorros del Joyarnacón, lugar donde se produjo el increíble hallazgo.
– ¿Cómo se produjo el hallazgo?
– Las cosas más hermosas siempre suceden de la forma más sencilla, como si se tratara de juego de niños. Ellos de hecho han sido más protagonistas que nunca, en este suceso que paso nada más llegar a los Chorros, después de dejar unos libros en la pequeña biblioteca que se encuentra junto al acceso a la cascada. Nada más dejar los libros, comenzaron a jugar y a correr, subieron incluso a la parte superior del monumento natural, justo donde cae el chorro de agua desde una altura de casi treinta metros. Pero fue al bajar, cuando sin querer se tropezaron y cayeron al suelo, desenterrando unos enormes huesos que bien podrían ser los restos de un antiguo perisodáctilo, unos restos óseos que parecían pertenecer a la parte de la cabeza y que tenían una protuberancia que parecía haber alojado una especie de cuerno, que descartaba que esos restos pudieran ser los de ciervo o un jabalí abatido por un furtivo, un perro abandonado muerto por inanición o el enterramiento de una mascota.
– ¿Cuándo tendremos los resultados definitivos de los análisis?
– Los restos se están analizando rigurosamente en los laboratorios de la Universidad, de confirmarse mi hipótesis estaríamos ante el descubrimiento del siglo y cuando los resultados hablen, se comprobará el resto de mi hipótesis, que demostrará no solo que se trataba de ese animal fantástico que se encuentra representado no solo en bragas y sujetadores, sino también en fiambreras y platos de plástico. Unos restos que podrían enseñarnos la puerta a la que se accedería al mundo mágico de los unicornios.
– ¿Podría haber más restos similares en la zona?
– Está claro que si, los Unicornio viven en manadas, son grupos sociales que se comportan de una forma muy parecida a los seres humanos, con la salvedad de de dos animales que se diferencian fundamentalmente por la presencia de un cuerno en la zona frontal de la cabeza. Por eso es tan importante saber si los restos pertenecen a un animal prehistórico que podría ser lo más parecido a un unicornio, porque eso implicaría que habría que acordonar la zona, para protegerla y comenzar un proceso de búsqueda arqueológica que podría desembocar en el hallazgo de todo un grupo de individuos, que al comportarse de forma grupal se encontraría repartidos por un área pequeña de la zona en la que se ha producido el hallazgo, lo que corroboraría que se podría tratar del primer cementerio de unicornios .
– ¿Qué probabilidad habría de ver un Unicornio vivo por la zona?
– Muy alta, si hay restos de unicornios cerca, eso quiere decir que la puerta de entrada de su mundo mágico esta cerca. Todos los especialistas en el estudio de unicornios, coinciden que estos viven en su universo, pero que cuando emprenden el camino de su muerte, este termina en el mundo sin fantasía como ellos llaman al mundo de los seres humanos. Esto tiene una vital importancia, porque eso nos podría hacer pensar que la puerta de entrada a su mundo podría estar muy cerca de la gran cascada, detrás de ella o entre algunos de los numerosos árboles y arbustos que tapizan las faldas de los riscos que abrigan tan singular paisaje. Soy por tanto ahora más optimista que nunca de que pronto podremos ver un unicornio por las proximidades de los Chorros de Joyarnacón
– ¿Qué debemos de hacer en el caso de que viéramos uno?
Disfrutar de su belleza y disfrutar de ese momento mágico como si fuera la mayor de las fantasías que hayamos pensando nunca jamás.