Ángel Rivas Corralejo. Escribir sobre Rafael González es escribir, para mí, sobre la historia de Protección Civil en Valverde del Camino y en la provincia de Huelva; es escribir sobre un mentor y sobre un gran compañero, fundador de Protección Civil en Valverde del Camino allá por marzo del 87, junto a Francisco Medina, coordinador de la misma agrupación hasta la actualidad; él es el más antiguo en activo de la provincia y quizás de los más antiguos, si no el más, de Andalucía, siempre voluntario.
Es suboficial del ejército de profesión (actualmente en la reserva de honor), técnico en emergencias sanitarias, especialista en protección civil por la Universidad de Valencia, estudiante de derecho, y un amplio curriculum tanto académico como profesional.
Es un claro ejemplo de altruismo, desde que fundó Protección Civil hace casi 33 años, siendo alcalde Don Américo Santos; participó en servicios muy graves, como el accidente de autobús de La Palma, que se saldó, en 2001, con casi una veintena de fallecidos; o en los desalojos que se efectuaron en 2004 durante el trágico incendio de Berrocal, que afectó a unas 35.000 hectáreas y dejó fallecidos. En época más reciente participó en la búsqueda de la joven Laura Luelmo o la búsqueda de Kiko en Lepe, aunque también ha participado en servicios con un final feliz, como hace casi un lustro en la localidad de la Zarza, donde durante sus fiestas patronales un anciano entró en parada cardiorrespiratoria y, junto a profesionales que se encontraban fuera de servicio, logramos reanimarlo en varias ocasiones, hasta que llegó el equipo médico, y se recuperó este señor sin recibir secuelas, a pesar de haber estado por más de media hora en parada.
Otro final feliz fue el rescate de unos menores que, tras unas fuertes lluvias, se quedaron aislados en la zona de la rivera de Valverde; y uno que recuerda él con especial orgullo fue el de un pastor que, tras dos intensos días de búsqueda, caída ya la noche y habiéndose retirado los demás servicios, fue localizado con vida en menos de 30 mín. junto y gracias a sus fieles mascotas. Antagonista de esto fue el accidente en acto de servicio que sufrió en febrero de 2008, el cual lo apartó por completo de otra gran pasión: el ejército. Tras dicho accidente las complicaciones médicas le hicieron perder toda la masa ósea del hombro. Para finalizar este pequeño repaso a sus innumerables servicios quiero recordar que antes de la existencia del consorcio de bomberos (1992) realizaba labores propias de este servicio.
Este hombre de 54 años, que ha salvado o ayudado a salvar innumerables vidas, merece este pequeño repaso a su trayectoria, y que su gran labor no caiga en el olvido; él siempre pide reconocimiento para sus voluntarios, otorgando a la institución premios tales como la medalla de Andalucía o la medalla de oro de la localidad, pero esta vez el que lo merece es él, porque desde Valverde del Camino Rafael González ha ayudado, junto a los voluntarios más antiguos, Inmaculada Mora y Luis Carlos Suárez, entre otros, a que el mundo sea un poquito más humano.