Redacción. Destapado un fraude de más de 6.000.000 de euros por el cobro indebido de pensiones de personas fallecidas, en colaboración con la Secretaría de Estado de Seguridad Social. Durante el pasado 2019, once personas han sido detenidas y 25 investigadas como presuntas responsables de un total de 55 delitos contra la Seguridad Social, estafa, falsedad documental y apropiación indebida. Los agentes realizaron un total de 76 investigaciones en 21 provincias –Álava, Alicante, Almería, Asturias, Barcelona, Cáceres, Cantabria, Córdoba, Gerona, Huelva, La Coruña, Las Palmas, Madrid, Málaga, Murcia, Orense, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia y Zaragoza-. Además, la investigación ha supuesto un reto organizativo para los agentes al tener que analizar 12.586 abonos indebidos, 75 cuentas bancarias, 23 casos con más de 100.000 euros defraudados, 40 pensiones que superaban los diez años de ingresos ilícitos, 22 fallecimientos ocurridos hace más de 20 años y 11 muertes de pensionistas españoles ocurridos en el extranjero.
Entre los casos más relevantes destaca el de una mujer que acudió al banco acompañada por una “actriz” que suplantaba la identidad de su madre, fallecida cuatro años antes, para conseguir el acceso al dinero mediante la falsificación de la firma de la titular de la cuenta. También ha sido detenido un empleado de banca que falsificó los justificantes en efectivo y las cartillas bancarias de la pensionista fallecida, logrando realizar hasta 62 reintegros de la cuenta.
La implicada se benefició de más de 200 disposiciones en efectivo, que han supuesto un fraude al Instituto Nacional de la Seguridad Social de más de 74.000 euros, abonados durante los más de 20 años de forma indebida.
Falsificación de justificantes por parte de un empleado de banca. En otro caso fue detenido un empleado de banca que, aprovechando sus conocimientos en el puesto y abusando de la confianza de sus compañeros
de oficina, llegó a realizar hasta 62 reintegros de la cuenta de una mujer fallecida y que habían sido abonados indebidamente por el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Para cometer los hechos, el arrestado falsificó los justificantes de efectivo y las cartillas bancarias de la pensionista fallecida y, con el fin de justificarse en su puesto de trabajo, aprovechaba los momentos en los que atendía a personas de avanzada edad para indicar a su compañero de ventanilla que la misma era muy mayor, que no podía estar de pie al tener dificultades de movimiento yla invitaba a esperar sentada.
Con esa estratagema, el detenido conseguía que en caja le entregaran el dinero con la falsa creencia que la mujer que estaba sentada era la titular de la cuenta. El arresto del trabajador se produjo mientras extraía dinero en un cajero
automático de la propia entidad a la que había robado previamente.