ClaCF. Hoy viernes, 24 de enero es el Día Internacional de la Educación. En honor al inmenso valor e importancia que tiene todo lo que este concepto representa, hemos preferido que nos hablen de ella aquellos que la viven día a día, cada segundo, y la disfrutan desde la máxima pureza del don, la vocación. Cuatro profesionales del campo, cuatro docentes reconocidos en Huelva por sus hazañas y logros diarios en su importante labor al servicio de la educación, nominados en diferentes años para los Premios EDUCA ABANCA al Mejor Docente de España, han respondido con sumo gusto y fantástica colaboración a algunas cuestiones que les hemos presentado respecto a su propia percepción del término y de lo que él conlleva. Estos cuatro docentes son Francisco Martínez Seoane, Rocío Ruiz Román, Miguel Ángel Romero López y Luis Anes.
La educación ha sido definida por muchos autores a lo largo de la historia. Por ejemplo, según Pitágoras «es templar el alma para las dificultades de la vida». Por otro lado para Platón la educación es el proceso que permite al hombre tomar conciencia de la existencia de otra realidad, y más plena, a la que está llamado, de la que procede y hacia la que se dirige. Por tanto «la educación es la desalineación, la ciencia es liberación y la filosofía es alumbramiento.» Durkheim entiende la educación como la acción ejercicida por los adultos sobre los jóvenes, y según Aristóteles la educación es de carácter algo material y entiende que solo mediante la relación del individuo con otras personas se puede hacer un hombre y que, si esta relación es cualificada puede llegar a ser un buen hombre.
Otras percepciones de este concepto son:
«La educación consiste en ayudar al niño a llevar a la realidad lo mejor de él.» por Erich Fromm.
«Es forjar individuos, capaces de una autonomía intelectual y moral y que respeten esa autonomía del prójimo, en virtud precisamente de la regla de la reciprocidad.» por Piaget.
«La educación es el influjo previsor, directriz y formativo de los hombre maduros sobre el desarrollo de la juventud, con miras a hacerla participar de los bienes que sirven de fundamento a la sociedad.» por Willmann.
«La educación es una acción producida según las exigencias de la sociedad, inspiradora y modelo, con el propósito de formar a individuos de acuerdo con su ideal del hombre en sí.» por Coppermann.
«La educación es un arte cuya pretensión central es la búsqueda de la perfección humana.» por Kant.
Una de las cuestiones planteadas a los profesionales que han colaborado con nosotros es la definición propia que tienen sobre la educación. En palabras de Francisco Martínez Seoane «la verdad es que la educación es un concepto muy objetivo, hace referencia a la formación intelectual, moral y emocional de los estudiantes en su entorno sociocultural. El problema es que esto es así excepto para aquellos que pretenden manipularla en su beneficio. Quizá la comunidad educativa debiéramos darle una definición más clara a nuestros políticos para que entiendan que la educación es demasiado seria para jugar con ella, pues es algo que pertenece a todos. Los niños y niñas no entienden de política ni quieren entender, sólo quieren aprender divirtiéndose.
Nuestra obligación como educadores es conseguir que aprendan de la forma más motivadora posible comprendiendo lo que estudian y para qué sirve, pero todo ello debe ir acompañado de valores, pues un niño puede ser de 10 en matemáticas y ser un sinvergüenza toda su vida. Nuestro objetivo tiene que ser formar a nuestros alumnos en una educación integral. Si tú le preguntas a un padre o a una madre si prefiere que su hijo acabe el instituto siendo el que más comprende, razona y aplica lo que sabe en el mundo real o si prefiere que sea el mejor en selectividad para acceder a la carrera que desea, optará salvo contadas excepciones por lo segundo casi seguro, si no es hipócrita en su respuesta, y ello es debido a que el sistema educativo está corrupto. Me explico, en el sistema actual consideramos que un estudiante es bueno para una carrera si es capaz de asimilar conceptos y vomitarlos en una hoja de examen. De nada sirve si son unos máquinas programando, razonando o si han trabajado en multitud de proyectos de investigación e innovación educativa, eso parece no valer nada de cara a una futura profesión. La verdad es que es una pena que ningún gobierno haya pretendido avanzar en este sentido realmente.»
Para Rocío Ruiz Román «la educación es la transmisión de valores y conocimientos para ser mejores personas.»
Según Miguel Ángel Romero López es el «camino hacia aprendizajes de todo tipo, no sólo académico, sino también sobre habilidades, valores, sentimientos y emociones que ayudan a las personas a cambiar poco a poco el mundo.»
Y como explica Luis Anes «la Educación, con su primera letra mayúscula, es un servicio social. Es la herramienta principal para mejorar el mundo y la sociedad que nos define. Es tan grande que necesita, no sólo a los docentes, sino a todos los miembros de la comunidad educativa.»
¿Qué es lo que más les gusta de su labor al servicio de la educación?
«Lo que más me gusta y hace a esta profesión la más bonita del mundo es ver el rostro de tu alumnado cuando se emocionan con aquello que han aprendido y te lo agradecen sinceramente.
Lo segundo es cuando te los encuentras de adultos y te cuentan cómo han triunfado en su profesión y te hacen ver que tú has podido contribuir a ello de alguna forma.
Uno de los momentos más bonitos que recuerdo en mi trayectoria profesional fue el día que visitamos la sede de Virgin Galactic en California y nos mostraron su aeronave espacial, la expresión en el rostro de mis alumnos reflejaba su satisfacción después de meses de investigación aeroespacial. Especialmente recuerdo la de Pablo Macías, que llevaba 5 años esperando ese momento, y que ahora se encuentra estudiando la carrera de Ingeniería aeroespacial en Cádiz. Estos detalles me hacen especialmente feliz y satisfecho con mi profesión.» Francisco Martínez Seoane.
«Lo que más me gusta de mi labor al servicio de la educación es lo gratificante que es y la satisfacción de saber que estoy contribuyendo a construir el camino de cada uno/a de mis alumnos/as.» Rocío Ruiz Román.
«Las relaciones personales que se crean y permanecen en el tiempo, los momentos más inesperados y divertidos que se presentan en la práctica docente y sobre todo, la sensación incansable de aprendizaje constante año a año. Es impagable sentir y ver esas miradas limpias, esos sentimientos diarios, las respuestas más increíbles… el día a día. Gracias a la educación llegamos a ser mejores personas y conseguimos una igualdad entre las mismas, equilibrando las diferencias sociales, económicas, o de cualquier otra índole.» Miguel Ángel Romero López.
«La labor que realizamos los docentes es especial, porque trabajamos con lo más importante que tenemos, niños y niñas. No es un trabajo común, tenemos la posibilidad de influir en muchas vidas y generaciones, en la eternidad. Formamos a los jóvenes, futuros adultos en cuyas manos estará nuestro futuro. Junto a las familias y el resto de la comunidad educativa, tenemos la posibilidad de sumar por un mundo mejor, más solidario, más inclusivo, más respetuoso… No es un trabajo fácil, sino todo lo contrario, muy exigente y conlleva una gran responsabilidad. Por eso, siempre reclamo la importancia del reconocimiento social a nuestra labor docente, maestros y profesores que cada día dan lo mejor de sí en sus aulas. Pero igual de exigente, igual de gratificante. La sinceridad, el cariño y la gratitud de nuestro alumnado paga con creces el esfuerzo realizado por darles lo mejor.» Luis Anes.
Otra cuestión importante a plantearse respecto a la educación es referente a la persona que trabaja por y para ella. ¿Cuáles son los principales valores que debe tener un buen docente para ser digno de la importante labor que desempeña?
Según Rocío Ruiz, los tres más importantes son la humildad, la empatía y la paciencia. Francisco Martínez, coincidiendo en el aspecto de la empatía, nos cuenta que «un docente tiene que ser ante todo buena persona, tener el don de la empatía y saber ponerse en el papel del alumnado.
En segunda instancia debe tener memoria de aquello que siente y emociona a un niño o a un adolescente para poder acompañarles en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es decir, en el fondo ser un niño grande.
Y por último la carrera de docente tiene que ser vocacional, salvo contadas excepciones, porque si deseas ser maestro o profesora desde pequeñito serás feliz el resto de tu vida, y no solo eso, harás feliz a todos tus estudiantes. Yo le pediría a aquellos que están en la educación por el sueldo fijo y las vacaciones que hagan un favor a la sociedad y se echen a un lado, un maestro frustrado solo será un obstáculo entre su alumnado y el conocimiento. De todas formas esto es solo una opinión personal.»
Respecto a este último aspecto, coincide Miguel Ángel Romero, que «resumiría todo en vocación, que a su vez debería conllevar una multitud de cualidades que pasan inadvertidas para la mayoría de las personas (empatía, cariño, paciencia, creatividad…). Hay que tener responsabilidad porque trabajamos con «pequeñas personitas», y debemos cuidar nuestros comportamientos y sus sentimientos. También me gustaría destacar la tolerancia en momentos donde nos encontramos multitud de alumnos de distintas procedencias y estatus sociales.» Aunque considera que es realmente difícil elegir únicamente tres valores.
Coincidiendo con Francisco Martínez, Luiz Anes destaca que «por encima de cualquier valor, todo docente debe ‘ser buena persona’. Todo maestro o profesor debe tener un buen conocimiento de la materia que enseña, debe tener un buen dominio técnico para poder impartir las clases… pero, por encima de eso, debemos ser ejemplos que inspiren, debemos ser buenas personas. La escuela no sólo es conocimiento, sino que también son valores. Trabajamos con personas y entre personas; de este modo, reclama la necesidad de tener buenas habilidades sociales y una gran inteligencia emocional. Ser honesto, generoso, solidario, respetuoso… Esto es aplicable a todos los que participamos de la vida de un centro educativo, personal docente y dirección, personal no docente, familias, administración… Yo lo llamo Aprendizaje Basado en Personas (ABP), en buenas personas.
Como segundo valor que debe tener un docente, destacaría la ‘actitud positiva’. Víctor Küppers, uno de los referentes en España sobre Psicología Positiva, tiene una fórmula referida a cuánto valemos como personas. V= (C+ H) x A. ¿Cuánto valemos como persona? C son los conocimientos, que todo docente debe tener. H son las habilidades, las destrezas para impartir nuestras asignaturas y materias. Ambas suman y son importantes, pero la que multiplica es la actitud (A). Tener una actitud positiva, cargada siempre de optimismo, entusiasmo y alegría. Pero actitud también es trabajo, esfuerzo y mostrar la profesionalidad que se nos supone y de la que debemos hacer gala por el prestigio de todo el cuerpo docente. Incluso la innovación y la creatividad comienzan en la actitud. Ésa es la que marca la diferencia en el desarrollo del talento, la que marca la diferencia entre docentes y docentes extraordinarios.
Como tercer valor, aunque podría decir muchos más y no en este orden, todo docente debe saber escuchar a su alumnado. Los niños y las niñas son los verdaderos protagonistas del proceso de enseñanza y aprendizaje. Escucharles significa que les estás dando cariño y tiempo, igual que hace o debe hacer su familia. Significa que te estás poniendo en su lugar y estás sintiendo como siente él, la tan necesaria empatía del docente. Significa que les estás empoderando para que creen un mundo mejor. Como decía Rita Pearson, una de las voces más importantes en educación a nivel mundial, te estás convirtiendo en el héroe que todo niño necesita. Si como docentes tienes fe en tu alumnado, esas expectativas son la mejor garantía para el éxito educativo.»
¿Podría contarnos alguna anécdota curiosa o experiencia puntual inolvidable a lo largo de su carrera?
«Recuerdo con mucho cariño el día que llegamos a Los Ángeles y llevé a mis estudiantes a Malibú para invitarlos a desayunar. La experiencia estuvo genial y las vistas maravillosas, era un buen punto de partida para comenzar nuestras entrevistas a pie de calle sobre el turismo espacial para nuestro primer vídeo-documental (‘Space Tourism 2018’). La cara me cambió cuando me llegó la factura de más de 200 euros por un desayuno para 6 personas. El resto de la semana desayunamos en el alojamiento, y esta anécdota fue el cachondeo de mis estudiantes para el resto del viaje.» Francisco Martínez Seoane.
«Recuerdo con mucho cariño el año de práctica en el que tenía que venir la inspectora de educación para evaluarme. En ese momento era tutora de un primero bilingüe. Cuando llega ese día , la inspectora entra en el aula y doy mi clase con toda la normalidad del mundo. Al finalizar mi sesión, empiezan a levantar las manos para hacer preguntas y peticiones a la inspectora. Uno de mis alumnos le preguntó si iba a aprobar a su teacher. Me quedé helada con la naturalidad y espontaneidad que lo dijo. Después todos empezaron a decirle cualidades mías. En fín, que salí de la clase llorando de la emoción.
Otra anécdota, dos niños en el recreo que no paran de insultarse. Uno de ellos se acerca a mí para decirme que no le está dejando jugar. Los miro y les digo que en lo que queda de recreo van a jugar los dos juntos hasta que saquen algo positivo uno del otro. Así estuvieron en dos recreos. Al finalizar el segundo recreo me dijeron que tenía razón, que gracias a mi decisión se habían hecho amigos (y aún dura esa amistad).» Rocío Ruiz Román.
«Es muy difícil destacar tantos momentos, pero si debo elegir uno en concreto, recuerdo como hace varios años, cuando comencé una metodología distinta (Flipped Classroom) basada en creación de videos para que los alumnos vean en casa y así trabajar sobre ellos en clase, tuve un momento muy divertido. Enviaba mis videos por Whatsapp y solo a mis familias de clase… pero de repente una madre me paró por la calle para felicitarme por los videos que ayudan mucho a su hija. Era de otra localidad y me hizo sentir como un educador youtuber.» Miguel Ángel Romero López.
«Siempre recordaré mi primer día como docente, mi primer día frente a mis alumnos… llegué de vuelta a casa pensando ‘¡no valgo para esto!’. Era todo tan distinto a lo aprendido en la carrera de Magisterio… Casi en la mayoría de centros que he estado estos treces años de docencia, han sido de compensatoria… supuestamente de más difícil desempeño, pero la mejor y más gratificante experiencia. Al día siguiente, volví y fue mejor; el siguiente, aún más… y así, hasta hoy. Ser docente no sólo es enseñar, sino también aprender cada día. ¿Acaso hay algo más bonito que eso? Y así disfrutando, incluso de aquel primer “desastroso día”, aprendiendo y creciendo constantemente como maestro, A día de hoy, no me imagino siendo otra cosa más que docente. Me siento maestro las 24 horas del día de los 365 días del año, 366 días los años bisiestos. Y no sólo me siento maestro, sino que disfruto siéndolo; se llama vocación.» Luis Anes.
Hemos invitado a estos cuatro docentes a elegir su cita o citas favoritas sobre educación.
Francisco Martínez eligió tres que son sus preferidas y además, de cosecho propio:
«No intentes convencer a un niño de que las matemáticas están presentes en su vida, muéstrale la vida y que él descubra las matemáticas»
“Me cuesta creer en altas o bajas capacidades, todos son capaces potencialmente, la misión del profesor es descubrir cuáles anidan en cada alumno»
«La misión de los padres es acompañar a sus hijos en la búsqueda de sus sueños, la de los profesores que los persigan y la suya cumplirlos»
Rocío Ruiz destaca una frase cuya enseñanza es, como lo expresa ella, que «todos aprendemos de todos».
“Ninguno hay que no pueda ser maestro de otro en algo.” (Baltasar Gracián)
Según nos cuenta Miguel Ángel Romero «lo más importante de la educación son los alumnos/as.«, por ello resalta frente a otras una cita de David Fischman, que tiene escrita adaptada en su web: «El mejor maestro/a no es aquel que sabe más, sino aquel que hace que sus alumnos/as aprendan más.»
«Mi cita sobre educación es personal, y aplicable a todo en la vida, ‘inspira con tu ejemplo’. No hay nada más efectivo ni más educativo que tu propio ejemplo como docente. Si muestras entusiasmo como docente, tu alumnado aprenderá con entusiasmo. Si llegas con una sonrisa al colegio, tus niños y niñas te recibirán con una sonrisa. Si disfrutas como maestro en tus clases, tus alumnos disfrutarán contigo.» ha sido la respuesta de Luis Anes.
La última de las cuestiones planteadas ha sido la invitación a proponer un ‘lema’ para el Día Internacional de la Educación.
«Me gusta ese que habla de que ‘la educación define las virtudes de un país‘, fomentemos más buenas virtudes.» Miguel Ángel Romero López.
“Sigue tus sueños, no temas tropezar con tus propios fracasos, sólo así te levantarás y el éxito te esperará al final del camino.» Francisco Martínez Seoane.
“La sabiduría y el conocimiento son las llaves de tu vida.” Rocío Ruiz Román.
«Aprovechando para dar las gracias a Huelva Buenas Noticias por hacer un hueco para la Educación en un día tan especial, no quiero dejar pasar esta ventana de los medios de comunicación para hacer del lema, una reivindicación en los tiempos que vivimos. Cuando parece que todo es dividir y querer utilizar este bonito mundo educativo que muchos respetamos y queremos… sólo quiero terminar con unas últimas palabras que ojalá fuesen escuchadas y sentidas por quienes, desde fuera de un aula, parece desconocer lo mucho que la Educación representa. “A menudo, se utiliza la Educación para hacer política. ¿Y si utilizamos la política para hacer Educación?” Luis Anes.
Agradeciendo inmensamente la colaboración de estos cuatro profesionales con verdadera vocación por la Educación y su aportación de opiniones y experiencia, nos gustaría terminar este texto con una frase que resume en gran parte algunas de las ideas expuestas en él, y que recoge de una manera muy concisa la importante relación que existe entre la enseñanza y el aprendizaje. Como cantaba Phil Collins en uno de los temas de Tarzán, «ENSEÑANDO APRENDERÁS.»
Feliz Día Internacional de la Educación, y nuestras más sinceras felicitaciones y reconocimiento a todas aquellas personas que, como Francisco Martínez, Rocío Ruiz, Miguel Ángel Romero y Luis Anes, luchan cada día en pos de una verdadera y buena Educación.
