Antonio José Martínez Navarro. El belén, teatro sacro, intimista y miniaturizado tiene en nuestra capital una curiosa historia. Traigamos a esta Gran Enciclopedia de Huelva una síntesis de esta costumbre popular que en Huelva tiene antecedentes lejanos.
Para unos los antecedentes del Belén se localizan antes del Cristianismo, y, otros, tal vez más conscientes, indagan en hechos posteriores, cuando los cristianos empiezan a representar el Nacimiento, hacia la mitad del siglo II, en las catacumbas, como el ejemplo encontrado en las de Santa Priscila, de Roma. Dejando mil y una conjeturas, en la que la mayoría se inclina y ateniéndonos a la historia auténtica nos atrevemos a asegurar que el Belén tiene su origen en la Edad Media. En este sentido, muchos historiadores coinciden que la primera celebración navideña en la que se instaló un pesebre para la conmemoración del Nacimiento de Jesucristo tuvo lugar en la nochebuena de 1223, cuando San Francisco de Asís decidió reproducir su Portal en una cueva próxima a la ermita de Greccio (Italia).
Pero centrémonos en la historia del Pesebre en nuestra capital, pidiendo perdón por las posibles omisiones. Hilando por sus orígenes, el primer nacimiento para la exhibición pública del que tengamos noticias, se construye, en 1890, en el espacio que ocupaba “La Exposición Enciclopédica”. Así, en el diario local “La Provincia” de 24 de diciembre se informa:
<<La Exposición enciclopédica, que se exhibe en la calle de Zafra frente al Teatro Centro de Recreo, ha estado cerrada más de una semana con objeto de armar un gran Nacimiento, que consta de más de ochenta figuras de movimiento y que comprende no sólo el Nacimiento, sino la Adoración de los Reyes, la Huida a Egipto y otros varios cuadros que han de llamar la atención. Esta noche abre otra vez sus puertas la Exposición con este nuevo espectáculo, tan propio de la época>>.
En la Navidad del año siguiente (1891), el padre Eduardo Domínguez Ávila, fundador del Asilo de Niños Huérfanos, ubicado en la ermita de la Soledad. Con él consiguió finalidad artística y crear con las figurillas una atmósfera de ilusión para los niños del internado.
Ya, a partir de principios de siglo, en los días 18 o 19 de diciembre comenzaba en las diferentes capillas e iglesias de Huelva la instalación de las diminutas representaciones bíblicas. Así, en la iglesia de la Merced se colocaba un portal de Belén, en el que se observaba en primer término la Sagrada Familia. Entre las diferentes figuras, todas de gran tamaño, destacaba la Virgen María.
A lo largo del portal se veía una hilandera rodeada de ovejas y un pastor friendo “migas” sobre una hermosa “hoguera eléctrica”. Otros personajes constituían la iconografía y eran los que le daban vida y sabor al paisaje. Completaba el exorno gran número de luces y palmas formando caprichosas combinaciones.
En este templo se celebraba la Misa del Gallo, en la que un coro formado por Hermanas de la Caridad y varias señoritas constituían la capilla musical y entonaban alegres villancicos acompañadas del armonio y otros instrumentos pastoriles.
Era tal la afluencia de personas que querían presenciar esta misa que la entrada al templo se hacía por el hospital.
El nacimiento instalado en la parroquia de San Pedro era ambicioso, disponiendo de todos los medios para llevar a cabo una obra con pretensiones. Sus figurillas eran pura maravilla. Desgraciadamente se perdieron todas.
En el altar mayor de la iglesia de la Concepción se colocaba un artístico portal de Belén, profusamente iluminado de luces y ramajes.
En la Navidad de 1938 se estaba pendiente de las grandes olas que azotarían a las costas de diversos países europeos y de Japón, pero una ciudad tan tradicional como Huelva no dejaría la oportunidad de disfrutar con sus Nacimientos o Belenes:
<<…En estos días y para conmemorar la Natividad de Nuestro Señor son muchos los Nacimientos que se están instalando, destacando entre ellos los de las Organizaciones Juveniles de Falange Española Tradicionalista y de la JONS…>>.
Detengámonos unos renglones en el Nacimiento que instalaron los Flechas Navales en las citadas fechas:
<<Las Organizaciones Juveniles de Huelva también han celebrado la Navidad con gran esplendor, disfrutando los Pelayos, Flechas y Cadetes con los alicientes propios de esta fiesta que ellos han pasado con un espíritu de camaradería inigualable, dentro del mayor júbilo y con el calor que la Falange da siempre a los actos en que intervienen nuestros pequeños camaradas.
El principal motivo de júbilo entre los chicos de O. J. ha sido el magnífico Nacimiento que han montado en su Cuartel de la calle Gómez Jaldón, al que todos han contribuido con gran entusiasmo, demostrando sus distintas aptitudes. Estos días pasados ha estado convertida la casa cuartel de los flechas en un verdadero taller, donde todo el mundo trabajaba haciendo casitas de barro, castillos de cartón y riachuelos preciosos que parecen de verdad.
El día 24, de tres y media a cuatro de la tarde, estuvieron los Coros de Organizaciones Juveniles masculinas y femeninas cantando preciosos villancicos por la emisora de radio local, terminando su actuación con la “Canción del Flecha”. A las cinco de la tarde se celebró la inauguración del Nacimiento, con asistencia de representaciones de los gobernadores militar y civil, del jefe provincial del Movimiento, camarada González Baza; alcalde, camarada González Barba; Delegado de Orden Público, Sr. Ramos, jefe de milicias, comandante Vieira de Abreu; delegada provincial de la Sección Femenina, secretario provincial y jefe y secretario provincial del Movimiento, mandos provinciales y locales de Organizaciones Juveniles masculinas y femeninas, comisario de Policía, directores del Instituto La Rábida y Normal de Maestros y otras autoridades y representaciones.
Los coros entonaron escogidos villancicos con verdadera maestría, siendo muy felicitados por las autoridades, que quedaron verdaderamente encantadas de su actuación, así como del magnífico Nacimiento, sin duda alguna el más completo y con más gusto montado en toda Huelva…>>.
El domingo, 15 de diciembre de 1940, insertaba el diario “Odiel” un anuncio alusivo a un concurso destinado a crear un ambiente pro navideño. Las autoridades pensaban que eran tiempos de paz:
<<La Delegación Provincial del Frente de Juventudes abre un concurso para la construcción de casita, molinos, posadas, iglesias o cualquier otro motivo o figura propia para el Nacimiento construido en cartulina cartón madera o barro pintado en colores y no excediendo su tamaño de un 25 por 25 centímetros.
Podrán tomar parte en él los Pelayos, Flechas y Cadetes del Frente de Juventudes de esta capital y todos los niños comprendidos entre los seis y catorce años que no pertenezcan a nuestra Organización pero que puedan acreditarse como alumnos matriculados en alguna Escuela Nacional o particular.
Se adjudicarán los siguientes premios:
Dos para Cadetes.
Cinco para Pelayos.
Cinco para Flechas y
Tres para niños no afiliados al Frente de Juventudes.
Condiciones:
Primera. Los trabajos serán ejecutados por los propios concursantes quedando fuera de concurso los que se aparten de esta condición.
Segunda. Los concursantes entregarán sus trabajos en el Cuartel General del Frente de Juventudes (Gómez Jaldón, 5) (Secretaría Local) titulándolos con un lema y acompañando también en sobre cerrado nombre y apellidos, domicilio y sección a que pertenecen en el caso de ser Pelayo, Flecha o Cadete. Dentro y fuera del sobre deberá figurar el lema del trabajo que presenta. El sobre llevará esta dirección: Frente de Juventudes. Concurso de trabajos para Nacimiento”.
Tercera. El plazo de admisión de los trabajos termina sin prórroga el día 20 del corriente mes.
Cuarta. La presentación de cada trabajo implica la cesión del mismo al Frente de Juventudes.
Quinta. Las mismas condiciones y premios se establecen para la rama femenina de nuestra Organización.
Sexta. Con todos los trabajos se celebrará una exposición en la que se adjudicarán los premios.
Huelva, 13 de diciembre de 1940. El Delegado Provincial del F. de J. >>.
En 1941, este Nacimiento seguía gozando de la fe y la alegría de sus Flechas. Seamos partícipes de la visita que se anunció en el diario “Odiel” del Gobernador civil de la provincia a la indicada sede:
<<…A continuación recorrió las distintas dependencias quedando gratamente sorprendido ante el precioso Nacimiento instalado por los Flechas.
El coro formado por Flechas y Flechas Azules cantó villancicos acompañado de panderetas, zambombas y palillos resultando el acto extremadamente simpático…>>.
El Ayuntamiento del alcalde Joaquín González Barba era toda actividad. Así, en la Comisión Permanente del día 17 de diciembre de 1941 se organizaba un Concurso de Nacimientos:
<<…Para estimular la tradicional costumbre de los Nacimientos, se acordó, previa declaración de urgencia, conceder tres premios de trescientas, doscientas y pesetas respectivamente, al más artísticamente instalado en la Navidad del corriente año…>>.
En la Navidad de 1942 los Hermanos Maristas demostraron que instalaban el mejor Belén de la Ciudad (Comisión Permanente del 21 de diciembre de la citada fecha:
<<…Se acordó distribuir los premios que por acuerdo de esta Comisión de diez y siete de Diciembre se crearon para estimular la tradicional costumbre de los Nacimientos en la siguiente forma: primer premio de trescientas pesetas al instalado en su domicilio por los Hermanos Maristas; segundo premio de doscientas pesetas al instalado por doña Josefa Cano en la calle General Primo de Rivera número siete, y tercer premio de cien pesetas al instalado por don José Sánchez en la calle Generalísimo Franco número veintinueve…>>.
El recordado Diego Díaz Hierro escribía en la Navidad de 1957 un artículo titulado “El Belén de Don Pablo”, en el que se podía leer : Llámale el Belén de Don Pablo, porque, en efecto, él lo ideó; lo plasmó en realidad admirable y colocándolo anualmente en la iglesia, puesta en sus manos por el Cardenal Ilundaim, contribuyó con ello a la atracción de los fieles en una época como la de la República, en que no brillaba ni por sus creencias ni por su educación la generalidad de los habitantes de aquellas barriadas.
El Belén de don Pablo, porque, nadie, a no ser él, habría de construirlo tan histórica, sabia y amorosamente. Y esa labor, como la de nuestros autores místicos y artífices de la Edad Dorada, fue una consecuencia de los kilates seráficos que en el celo apostólico de este hombre anidaba desde que estudiando su bachillerato despreció las ciencias humanas para abrazarse con las divinas…”.
La plástica del pesebre, nacimiento, belén o portal, que son los nombres más frecuentes con que se denomina este simulacro artístico, también se daban en varias casas particulares como la de Diego García Domínguez, en la calle San José; los Saavedra, calle Botica, etc.
Hay que resaltar que la costumbre de adornar un abeto con regalos y velas encendidas en las fiestas navideñas, ese rito de los países del Norte de Europa, convivía pacíficamente con las figurillas del Belén, presidida por el pesebre donde descansaba el Niño Jesús. Amparado en el diario “La Provincia” de fecha 22 de diciembre de 1915, entremos con premeditado sigilo a curiosear:
<<En la elegante morada de los Sres. de Ingram, se ha celebrado esta tarde la tradicional fiesta del árbol de Navidad.
El hermoso patio de la casa se hallaba exornado con buen gusto, habiéndose empleado en el adorno profusión de plantas, banderas y guirnaldas, formando artísticas combinaciones.
En el centro se había colocado un hermoso árbol de Navidad, profusamente alumbrado, del que pendían numerosos juguetes y otros regalos para la gente menuda.
Los niños, rodeando el árbol, entonaron preciosos cantos, bailando, también danzas típicas, en medio de la mayor alegría.
El cuadro que ofrecía el patio de los Sres. de Ingram era verdaderamente encantador.
Los pequeños no se daban un momento de reposo en su diversión, escuchándose continuas risas y canciones.
También se jugó a las prendas, suscitándose graciosísimos incidentes que eran acogidos con francas carcajadas y exclamaciones.
En suma, la fiesta resultó brillantísima, lo mismo para los niños que para las damas y caballeros que acudieron invitados por los dueños de la casa.
En el domicilio de los Sres. de Ingram vimos a las monísimas niñas de Rowlat, de Lee, de Adams>>.
Aquella Navidad debía ser diferente. En este anhelo, el Ayuntamiento organizo un concurso de villancicos y nacimientos (Comisión Permanente del 28 de diciembre de 1956):
<<…Se acordó por unanimidad aprobar reglamento y organización del concurso de villancicos y nacimientos de carácter escolar que presenta el señor Teniente de Alcalde don Horacio Moreno Cordero, que han sido celebrados con motivo de las pasadas Navidades, y en el cual se han concedido premios en metálico por un importe total de tres mil pesetas…>>.