José Manuel Alfaro / ‘El Cuaderno de Muleman’. El pasado viernes un grupo de vecinas de la localidad, dieron el pistoletazo de salida, para lo que han denominado “Operación tapón imposible”. Una iniciativa ciudadana que pretende, sumarse a la lucha contra el cambio climático y poner en valor unos de los productos sostenibles más importante del pueblo y que junto con la industria agroganadera del cerdo ibérico, representan el motor socioeconómico de este municipio de la Sierra occidental de Huelva. La iniciativa nació mientras este grupo de intrépidas ciudadanas tomaba unas infusiones y veían la televisión, en un conocido bar de la localidad, en la que en ese momento se hablaba de la cumbre del clima de Madrid.
Una conversación que les hizo entrar en un estado reflexión de tal magnitud, ante la situación de emergencia planetaria que se describía, que, tras unos minutos sumidas en el silencio, lo rompieron con esta iniciativa, que pretende poner en valor estos ecosistemas mediterráneos, que además de contribuir a la biodiversidad del planeta, se convierten en un ejemplo de actividad de economía circular, que potencia la vida y las costumbres rurales, en una comarca que es la segunda productora de corcho de Andalucía, después de Cádiz, con más de 85.000 toneladas recolectadas en el 2017 y más de 92.759 has de superficie de alcornocal dedicadas a la explotación de lo que ya se conoce en la sierra como el “oro marrón”. Un producto, el corcho, que además de ser en un elemento único y casi irremplazable en la industria del vino, en los últimos años también se está utilizando en la industria del regalo, para la fabricación de coquetas carteras, estuches de diseño, monederos versátiles y multitud de bonitos bolsos de gran calidad.
Aunque aún se trata de un proyecto en fase embrionaria, del que se están ultimando los detalles, como las dimensiones que tendrá este tapón de vino gigante o la fecha de presentación, este Cuaderno de Muleman ha podido entrevistar a una de las mujeres que forman parte de un grupo que ya se conocen en el pueblo como “Las 4 fantásticas del cambio climático”.
-¿A qué se dedican usted y sus compañeras?
-Además de a ser mujeres las 24 horas y 365 días del año, que luchan para que su voz se oiga en este pueblo. Mujeres que quieren que este lugar siga siendo un paraíso, donde lo vida rural nos permita disfrutar de todos los servicios de una gran ciudad, pero sin renunciar a nuestro estilo de vida, a nuestras costumbres a nuestros paisajes, nuestras fiestas o nuestra lucha por la igualdad. Cada una de las “Cuatro fantásticas” como nos hemos denominado, en el nombre del grupo de Whatsapp que hemos creado, llevamos una vida diferente, una de ellas es funcionaria, otra trabaja en una fábrica de embutidos, una es autónoma y tiene un comercio y yo pues soy ganadera por las mañanas, tengo una explotación de cerdos ibéricos y una decena de hectáreas de alcornoque y por la tarde, pues hago de gestora del hogar, además de salir con mis compañeras a tomar infusiones de manzanilla a hablar de nuestras cosas y de cómo mejorar este mundo.
-¿Cómo surgió la idea de hacer esta iniciativa?
-Pues fue casi espontaneo, estábamos tomando una manzanilla tranquilamente, cuando en ese momento en la televisión del bar, vimos una conexión en directo con la Cumbre del clima de Madrid, en la que uno de los científicos hablaban, de que si no se actuaba pronto para atajar el cambio climático, la temperatura podría subir 4,8 grados antes de final de siglo. Una situación que tendría consecuencias muy importantes para Cortegana como la aparición de fenómenos meteorológicos más violentos, sequías, incendios, la muerte de especies animales y vegetales, desbordamientos de ríos y lagos, la aparición de refugiados climáticos y la destrucción de los medios de subsistencia y de los recursos económicos, incluido los alcornocales. Nos quedamos como un corcho, elásticas y cabizbajas, fue en ese momento cuando se nos ocurrió la idea de fabricar el tapón de corcho más grande del mundo, para hacer ver al mundo que nuestros ecosistemas serranos son tan necesarios para el planeta como un tapón de corcho, uno de esos 3.000 millones que se fabrican todos los años y que muchos se salen de nuestros árboles.
-¿Puede hacer algo su pueblo por el cambio climático?
-Claro que sí. Desde ese día nos hemos puesto a trabajar, por una parte para llevar a cabo esta acción que podría hacerse en el próximo mes de diciembre, durante el puente, tendríamos todo el año para preparar el molde de ese corcho gigante, como reunir virutas y deshechos de corcho de las fábricas de la zona y hacer todo la campaña mediática que nos permitiera convertir este evento en una fiesta mundial del corcho y de lucha contra el cambio climático en toda la sierra. También además de esta iniciativa mediática hemos redactado el manifiesto contra el cambio climático de las cuatro fantásticas, en el que aparecen un gran número de medidas que podemos hacer desde este rincón maravilloso y único de la Sierra de Huelva para detener el cambio climático. Un manifiesto en el que aparecen cosas tan sencillas como cambiar tus bobillas viejas del salón, por bombillas de LED, utilizar la olla rápida para hacer las manitas de cerdo o no utilizar la secadora y tender las ropa al sol aunque el vecino vea el color de tus bragas
-¿Cómo han recibido los vecinos su iniciativa?
-Muy bien. La gente esta ilusionada con la posibilidad de ver a Cortegana en el libro Guinness de los récords y convertirnos así, en un pilar fundamental de la lucha por cambio climático de este municipio que se encuentra en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y que es uno de los pulmones verdes de este provincia. Decenas de vecinos se han interesado por nuestro proyecto y ya están participando, difundiendo toda la información y recogiendo los corchos de las botellas de vinos de toda la comarca, que servirán para hacer el tapón de corcho más grande del mundo. Las “cuatro fantásticas” tenemos buenas sensaciones con este proyecto que vemos más real que nunca. No sé si lograremos el récord Guinness pero de lo que si estamos seguras, es que movilizaremos a todo el pueblo y a toda la comarca para conseguir que un ecosistema tan imprescindible como los alcornocales no desaparezca y siga formando parte de nuestro paisaje, nuestras raíces y nuestras costumbres.
-¿Deben las mujeres de su pueblo encabezar la lucha contra el cambio climático?
-Yo creo que sí, luchar contra el cambio climático es otra forma de luchar por la igualdad, es otra forma de empoderarse, de hacerse visibles, de adquirir la responsabilidad de una cuestión tan importante como la lucha por detener el cambio climático, que ha sido causado por la visión Antropocena del mundo desde la revolución industrial. Creo que si se hubiera llevado una gestión de los recursos, desde un punto de vista más ecofeminista, lo que conocemos como madre tierra, no estaría ahora en la unidad de cuidados intensivos. Ya es hora de que mujeres y niñas de Cortegana asuman las pensamientos y actitudes de mujeres como Berta Cáceres, Rachel Carson, Jane Goodall, Wangari Maathai, Vandana Shiva, Maria Sibylla Merian, Lois Gibbs, Dian Fossey o Greta Thunberg.
-¿Qué les diría a aquellas personas que niegan el cambio climático?
-Aquí en el pueblo todavía hay ciudadanos y ciudadanas, que piensan que esto del cambio climáticos es un invento de grupo de científicos ecologistas y políticos progresistas, que de una forma torticera y malintencionada nos están inundando de mensajes catastrofistas, para que cambiemos de hábitos de consumo y alimentación o dejemos de despilfarrar electricidad, agua y otros recursos no renovables y hacer posible que los monos vuelvan a habitar los alcornoques de toda la comarca. A esos negacionistas del cambio climático les diría una cosa, que dejen de mirarse el ombligo y empiecen a mirar el de sus hijos.
-Díganos una frase que pudiera resumir toda vuestra iniciativa.
-Ya es hora de que Cortegana se sume a liderar la lucha contra el cambio climático.
