Miguel Mojarro. Tras un periodo en el que el Grupo Azoteas ha estado al margen de actividades «casineras», regresamos hoy con un motivo que nos llena de satisfacción: El cumpleaños de un Casino al nos unen vínculos especiales.
Beas, esa localidad que se extiende alrededor de su torre, tiene un casino que cumple 115 años. Se hace mayor, en edad y calidad, para convertirse en un referente de las tierras llanas que parten en dos la provincia marinera y serrana.
Beas, en medio, como presumiendo de sus vínculos con el faro cultural de Niebla, la roja, la altiva, la callada, como escribíamos en «Casinos de Huelva».
Beas se planta con el orgullo de la madurez y convoca un acto que es reivindicación de pasado y proyecto de futuro.
Ahí se darán cita un homenaje a los que fueron y que hicieron posible este magnífico casino, junto a la presencia de hombros dispuestos a soportar una ambición de futuro.
Un futuro que pasa por adaptar a la realidad social y estética el aspecto de sus salones y servicios, así como recuperar nuevos espacios, planta alta del edificio, para que los socios disfruten de amplitud y calidad, con la incorporación de actividades nuevas.
Porque el Casino de Beas se integra en la vida social de una localidad que apuesta por sacar a la luz su patrimonio. En diversos lugares y edificios han sido colocados motivadores rótulos, bellamente diseñados, que informan de origen y valores de tales lugares.
Buen ejemplo para que localidades con valores patrimoniales lo evidencien, para que la Cultura y la Historia se hagan presentes.
Beas se mueve. Beas va camino de convertir sus calles en una enciclopedia de su Historia.
Y su Casino, veterano ya, se convierte en el faro del asueto local y de su evolución hacia la Cultura.
Si estás en Beas, asiste a este acto. Y si no estás, ve a Beas.
Allí estaremos Azoteas y otros socios y no socios, empujando.
El Casino de Beas es patrimonio nuestro.
Patrimonio social irreemplazable.
Equipo Azoteas