S. D. El estadio Nuevo Colombino cumple este 8 de noviembre 18 años. Alcanza su mayoría de edad recordando al que fue lo mejor y lo peor del Recreativo de Huelva de la historia. Porque fue escenario de un ascenso a Primera División, de la mejor temporada en la máxima categoría del fútbol nacional, y del devenir del Decano en la que, hasta ahora, ha sido su mayor logro, clasificarse para la disputa de la final de la Copa del Rey en 2003. Pero también de los ‘años del miedo’, en los que tuvo que jugar más de una ‘final’ por la subsistencia. La cima y la sima del club de fútbol más antiguo de España.
Como publica Alejandro López, del Departamento de Historia Real Club Recreativo de Huelva, en la web del club, “aquel 8 de noviembre de 2001, la afición del Recreativo acudió en masa para atravesar por primera vez las puertas del nuevo recinto, mirar cada rincón, apreciar cada detalle, y estrenar felizmente el nuevo hogar del recreativismo. Fue una noche cargada de ilusión y se palpaba en el ambiente la sensación de que empezábamos a escribir una nueva etapa en la historia del Club Decano del Fútbol Español. Para que la fiesta fuera completa, el amistoso terminó con un rotundo 3-0 al Newcastle, y el primer gol en el nuevo estadio, lleno de simbolismo, fue marcado por un canterano, por un recreativista, por el onubense Juanma Pavón”.
Según señala López, el Nuevo Colombino “es el tercer hogar del Decano tras el histórico Velódromo”, que fue “el recinto pionero en la práctica del fútbol en España, que albergó desde 1892 y durante 65 años los partidos del primer equipo y de todas las categorías inferiores, así como la práctica de otros deportes, como cricket, atletismo, rugby, carreras de bicicletas y tenis, éste último en unas pistas anexas, donde hoy está el Real Club Recreativo de Tenis”.
Más adelante “vinieron los 41 años de tardes de fútbol en el viejo Municipal -luego rebautizado como Colombino-, que inaugurado en 1957 con dos amistosos ante el Athletic de Bilbao de Gainza, y el Real Madrid de Di Stéfano”. En este coliseo de Isla Chica “se iniciaría en 1965 el Trofeo Colombino y donde se vivió la gran temporada del primer ascenso a la máxima categoría en 1978 y el debut en Primera División”.
Pero fue en la casa actual del Decano donde “se ha podido disfrutar de las temporadas más gloriosas del Club, como las que culminaron con los ascensos a Primera División en 2002 -con Lucas Alcaraz- y 2006 -con Marcelino García Toral-, año éste en el que el Real Club Recreativo de Huelva se proclamó, además, campeón de Segunda División”.
Sin embargo en el recuerdo de todos, como resalta Alejandro López, está que en el actual estadio se vivieron “las eliminatorias que dieron al Recre el pase a la final de la Copa del Rey en 2003”, y como no, “las cuatro temporadas en la Liga de las Estrellas, vibrando con el fútbol de más alto nivel y saboreando victorias ante muchos de los equipos más potentes de España”.
En el Nuevo Colombino “hemos disfrutado de las fintas, los goles y las volteretas de Uche, los remates de Sinama Pongolle, los pases del ‘mago’ Viqueira, las jugadas de Santi Cazorla, la calidad de Beto o Carlos Martins, la bravura de Martín Cáceres, o el pundonor de Barber, Aitor, o Jesús Vázquez, entre otros”, apunta López.
Pero no todo ha sido color de rosa en el estadio que alcanza la mayoría de edad, ya que también ha tocado vivir “la cruz de la moneda, con la amargura de dos descensos de categoría y la angustia permanente en varios de estos últimos años por la situación límite tanto en lo económico como en lo deportivo”. Fue en el Nuevo Colombino cuando “en el momento más difícil el recreativismo supo responder al llamamiento para la salvación del Club, con varios llenos históricos, todo un hito para la Segunda B, empezando por el decisivo impulso de la grada en aquel partido-símbolo del 19 de marzo de 2016, para lograr la victoria in extremis ante el Granada B”.
Más cercano está el recuerdo aún fresco “de la gran gesta de la temporada pasada, cuando el equipo, a partir del necesario paso adelante dado en diciembre, pasó de estar lejos de los puestos de promoción de ascenso, y a 13 puntos del líder, a terminar como primero de grupo, en una espectacular racha de 16 victorias y 5 empates que, desgraciadamente, no pudo culminarse con el ascenso de categoría, aunque sí permitió al recreativismo ilusionarse y disfrutar después de muchos años de enorme sufrimiento”.
Alejandro López termina diciendo que “para bien y para mal, nuestro estadio Nuevo Colombino ha sido escenario de capítulos que están ya marcados a fuego en la Historia del Decano del Fútbol Español. El recreativismo se ha congregado, en estos últimos 18 años, para vivir en él las emociones más extremas, desde el éxtasis más absoluto hasta el sufrimiento más intenso. Dieciocho años ya, pero todo el futuro por delante. Aún nos quedan muchas alegrías por vivir juntos en nuestro hogar, el hogar del Decano, porque va a ser, seguro, el lugar donde celebremos pronto los éxitos que el recreativismo sabrá alcanzar”.