S. D. En un deporte en el que Carolina Marín suele ganar, hay ocasiones que se topa con una rival que le supera y le vence con todas las de la ley. Fue lo ocurrido en la final del Open de Francia, en el que la onubense, que llegó después de superar a tres top-10 del ránking, cayó ante una joven jugadora de 17 años y que, seguro, va a dar que hablar mucho: An Se Young.
En tres sets (21-16, 18-21 y 5-21) Carolina cayó en la final ante la asiática, lo que para nada debe deslucir el buen torneo que ha realizado la de Huelva, dejando en la cuneta a jugadoras de la talla de Okuhara, Intanon y Tai Tzu Ying, ésta la número 1 del mundo.
Carolina fue de más a menos, en tanto que su rival hizo lo contrario. En un partido igualado, la de Huelva supo jugar mejor sus bazas en el primer set, que se lo apuntó por 21-16. Similar fue el segundo, aunque en éste la asiática fue por delante, para acabar la manga con un 18-21.
La historia del tercer set fue que no tuvo historia. Esta vez fue An Se Young la que sacó a relucir su mejor repertorio, ante el que nada pudo hacer Carolina que acabó desarbolada y casi fuera del partido. El concluyente 5-21 lo explica todo.