M. P. D. Lejos de la llamada ‘Generación nini’, es decir, jóvenes que ni estudian ni trabajan, hay muchos ejemplos que desmienten este perfil para demostrar que la juventud de hoy en día no sólo quiere luchar para labrarse un futuro mejor, sino que está dispuesta y preparada para aportar a la sociedad. Si no están de acuerdo, les invitamos a conocer a María Del Carmen Álvarez Beret, una joven de 25 años que se ha formado en el doble grado de Ciencias Ambientales y Geología de la Universidad de Huelva, además de contar con el Máster en Derecho Ambiental de la UNIA, una experiencia que considera «inolvidable por los grandes profesionales que nos impartieron clases, así como por todos los compañeros iberoamericanos que tuve el placer de conocer».
Una formación que, por otra parte, no le ha impedido iniciar este año otra carrera: el Grado de Derecho, una prueba evidente de que es una persona inquieta que quiere estar preparada y, para ello, es consciente de que la mejor opción es la formación. Y es que reconoce que «siempre me gustó el Derecho, pero las Ciencias me tiraban mucho. Cuando vi el camino de combinar ambas, no dudé en seguirlo. Era unir mis dos pasiones: el medioambiente y la legislación».
Todo ello lo ha compaginado con diferentes trabajos para mantenerse económicamente. De hecho, en este tiempo, ha estado en empresas como Primark, Tiger o Intimissimi y, en la actualidad, es empleada de Cortefiel, donde está cubriendo una baja mientras busca trabajo como técnico medioambiental o en cualquier especialización relacionada con el grado.
En la realización de estos estudios, además, contó con la ayuda de las Becas de la Fundación Atlantic Copper, a las que accedió en 2015 tras realizar con excelentes calificaciones su Erasmus en Rumanía. Según nos cuenta Mari Carmen, «en aquel momento, y debido a la crisis, mi familia pasaba una situación económica complicada, por lo que la beca nos ayudó, tanto a ellos como a mí, complementando la beca general de MEC». Un respaldo que le permitió costearse sus estudios un año más y, por supuesto, la recompensa a su esfuerzo.
Por este motivo, en estos momentos, tan sólo espera «poder tener un trabajo más cualificado, acorde a mi titulación académica y que mis estudios me sirvan de algo. Sacarme dos carreras y un máster y estar haciendo otra ahora, a año por curso sin repetir ninguno, es fruto de un esfuerzo que en el futuro espero ver recompensado». Así que su sueño no es otro que el que «alguna empresa me brinde una oportunidad laboral con la que poder demostrar todos mis conocimientos y habilidades».
Hasta el momento, el balance que hace Mari Carmen de su vida profesional «es malo, puesto que sólo he trabajado en empleos poco cualificados. Nunca he tenido ni me han dado la oportunidad de trabajar en algo de mis estudios, aun habiéndome sacado la carrera año por curso y trabajando. Sí es cierto que en el comercio nunca me ha faltado, pero es mi manera de subsistir, no es a lo que me gustaría dedicarme».
Por todo ello, para terminar, esta joven deja un mensaje claro: «que den más plazas en prácticas, que es una pena que jóvenes tan formados no puedan ni siquiera hacer unas prácticas con las que adquirir algo de experiencia que les ayude a trabajar. Los jóvenes somos el futuro. Hay que ayudarnos para formar grandes profesionales. ¡¡Solo hace falta dar oportunidades!!».