Redacción. Se acercaba la denominada ‘Boda del Año’ en Sevilla: Sergio Ramos y Pilar Rubio contraerían matrimonio acompañados de una gran campaña de difusión informativa. Era previsible que este fuera el principal motivo de conversación en corrillos de amigos, centros de trabajo, en bares o cafeterías y demás lugares de encuentro.
Pero una noticia impactó a cientos de miles de personas creando una inquietud que cambió esta previsión: el secuestro de tres bebes-burritos en Doñana. Bhelma, Rocío y Paladín fueron separados de sus madres en la madrugada del día 9 de junio. Estos burritos, (uno con solo 5 días de vida), podían morir de hambre y estrés en poco días pues aún eran lactantes.
La petición de ayuda para su localización por parte de la Asociación ‘El Burrito Feliz’ de cuyas instalaciones fueron robados encendió de inmediato las redes sociales. En solo unas horas mas de 600.000 personas compartieron el suceso y se creo una red de alerta donde muchos comenzaron a intentar localizar los pequeños orejudos. Un día más tarde los medios de comunicación multiplicaron el interés y ansiedad por que los animales volvieran con sus madres.
El dispositivo intachable desplegado por la Guardia Civil dio sus frutos y los ladrones liberaron dos burritos con el animo de disminuir la presión a la que se venían sometidos. Pero faltaba Paladín y esa fue la inquietud que desplazó en muchos ciudadanos la curiosidad por saber cómo sería el vestido de la novia o qué peinado llevaría Sergio Ramos. Era una carrera contra-reloj que termino cuando el equipo Roca-Condado de Huelva de la Guardia Civil recuperó al último burrito tras días de investigación y mucho terreno recorrido.
Los millones de personas, que siguieron hora a hora el desarrollo de los acontecimientos, respiraron aliviados cuando se puso en conocimiento que los tres bebés ya estaban de vuelta con sus madres en el entorno del Parque Nacional de Doñana. La resolución del caso devolvió a la gente a preguntarse qué menú comerían, los distinguidos comensales en la boda, o qué futbolistas famosos acudirían a la cita.
Pero durante unos días trepidantes tres pequeños burritos nos hicieron a todos un poco mas solidarios y humanos. Ahora en la Asociación ‘El Burrito Feliz’ trabajan con esmero para recuperar la energía y salud de estos animales.