HBN. En el acontecer humano, en los surcos que va dejando la historia siempre comprobamos que cualquier hito suele tener una persona detras, alquien que con liderazgo impulsa los acontecimientos a fuerza de voluntad, amén de otros atributos que son los que llevan a buen puerto cualquier iniciativa. Se cumplen hoy justo cien años de cuando la aldea de El Rocío tuvo una afluencia como hasta entonces no había conocido, alrededor de 25.000 peregrinos llenaban ese lugar marismeño ocupado en aquellos tiempos por unas escasas cincuenta viviendas.
Y detrás de aquel eslabon estelar del acontecer mariano por estas tierras del sur se encontraba la singular figura de Juan Francisco Muñoz y Pabón, hinojero -orgulloso de tal condición, lo que siempre expresó de forma explícita o implícita- que tenía un papel reconocido en la archidiócesis sevillana.
Con motivo de la efemeride la Hermandad del Rocío de Hinojos ha publicado un libreto con las 19 seguidillas que el propio Muñoz y Pabón compuso por la Coronación de la Virgen en la que el aplicó tanto empeño. La edición del libreto ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Hinojos y está contenido, además de por las letras de las referidas seguidillas, por un prólogo de la vicesecretaria de la Hdad., África Casado de Vayas; una carta del alcalde, Miguel Ángel Curiel; y una glosa del insigne hinojero, escrita por Manuel Monge Gil, titulada ‘Muñoz y Pabón, Alfa y Omega de un Coronación’. El libreto cuenta también con las ilustraciones de Juan Romero de la Rosa y Antonio Rodríguez Martín.
Cumpliendose hoy un siglo de la Coronación bueno es recordar a esta figura tan especial nacida en nuestra provincia y por cuya vertiente socio-religiosa tanta proyección consiguió. Muñoz y Pabón nació en Hinojos e ingresó joven en el seminario de Sevilla, aunque siempre mantuvo una relación estrecha con su pueblo, donde pasaba temporadas. Destacó como poeta y escritor, y precisamente en sus novelas era frecuente percibir escenas hinojeras. Como escritor costumbrista consiguió transmitir una imagen colorida de Andalucía, aún con sus luces y sombras. Fué un sacerdote con perspectiva de justicia social y con una capacidad extrordinaria para comunicarse con los feligreses.
En particular siempre estuvo muy próximo a lo popular y en especial con la vertiente religiosa, relacionándose de forma estrecha con hermandades y cofradías. Fue trasgresor, utilizando las páginas de los periódicos -sobre todo ‘El Correo de Andalucía’- como altavoces para expresar unas opiniones que muchas veces comportaban polémica frente al orden establecido, como se puso de manifiesto con el funeral celebrado en la Catedral de Sevilla por Joselito El Gallo el 21 de mayo de 1920 -lo que él defendió-.
La ceremonia había dado mucho que hablar, y que criticar, porque las honras fúnebres estaban reservadas en la catedral para reyes, arzobispos, la alta curia eclesiástica y la aristocracia, pero no para un torero, por mucho que la muerte del Gallo hubiera llenado las calles de Sevilla días antes. Esta defensa hizo que le regalaran al canónigo una pluma de oro, que frecuentemente la Virgen Macarena porta en su fajín. Participó activamente también en la Coronación de la Virgen de los Reyes y formó parte de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, entre otras múltiples facetas de este singular andaluz.
Volviendo a la Coronación de la Virgen del Rocío, Muñoz y Pabón difundió la idea a través de varios medios de comunicación, provinciales, regionales y nacionales. De alguna forma, y con este hito, se produjo un punto de inflexión en la proyección de la Romería de El Rocío y de la devoción a su Virgen. Hasta entonces, aun siendo una realidad de siglos, esta estaba muy concentrada en las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. El escenario previo y posterior a la Coronación Canónica, y su divulgación a través de los periódicos, hizo conocer El Rocío en toda la orbe, sembrando la semilla de la cosmopolita situación actual.
Testigos de aquel acontecer y herederos del legado de su insigne paisano, la Hermandad de Hinojos -junto a la Hermandad de Valverde del Camino, de donde partió la idea- ha tenido especial participación en el desarrollo del proyecto ‘Corona de Amor’ para la Virgen del Rocío, que portará este lunes de Pentecostés por primera vez. Han liderado a un grupo de hermandades filiales que han hecho realidad esta iniciativa conmemorativa del Centenario. Representando a la Hermandad de Hinojos en la comisión ha estado trabajando Ana Mª Muñoz Gómez Caminero, quien ha expresado la enorme ilusión que les produce la obra social paralela a la donación de la corona, hecha con oro de pequeñas aportaciones de hermanos y devotos rocieros de toda condición.
Como aquel domingo 8 de junio de 2019, es seguro que este Lunes de Pentecostés Juan Francisco Muñoz y Pabón estará presente en la Aldea, viviendo una devoción única y, en parte gracias a él también, universal.