Redacción. Antonio Jesús Naranjo Díaz se ha proclamado campeón autonómico de Bajo Vuelo a perdiz en las X Jornadas Cetreras de Andalucía, celebradas el pasado 13 de enero en Antequera (Málaga).
Varios días más tardes, y con emoción en su mirada, nos confiesa “aún tengo un nudo en mi garganta, me cuesta verbalizar los sentimientos que brotaron en mí cuando escuché mi nombre. Este galardón se ha convertido en un sueño, un sueño hecho realidad”.
El hinojero entró en el mundo de la cetrería en 2011 por su estrecha relación con el mundo animal y en sus inicios lo hacía por hobby. Sin embargo, comenzó a competir y, en numerosas ocasiones, alcanzó el segundo y tercer puesto de la clasificación con distintas aves, en distintos encuentros y campeonatos.
Este verano compró su última ave rapaz, a la que llamó Fugitiva y, desde que la adquirió, sintió buenas vibraciones. Desde entonces dedica varias horas diarias al cuidado, mantenimiento y entrenamiento de su azor. “Las horas de entrenamiento genera un gran compromiso y responsabilidad con el animal, pero la mayor dedicación es la alimentación durante los meses de adiestramiento para controlar su peso en el vuelo”, asegura el cetrero, quien explica que Fugitiva se pesa a diario, ya que la pérdida o suma de peso es fundamental para el buen desarrollo del vuelo, e influye tanto por la alimentación como por la temperatura climatológica.
Antonio Jesús también nos confiesa que por su experiencia en el manejo de otros azores, “sabía que Fugitiva tenía posibilidades en el campeonato andaluz, pero ante 37 competidores nunca te imaginas que vas a ser el primero”. Este ha sido el impulso que el hinojero necesitaba para aspirar al campeonato nacional. “Después de haber visto la respuesta de Fugitiva en su primera competición no nos cabe duda de que el año que viene estaremos en el campeonato de España”; el cetrero habla en plural porque las mismas horas que le dedica él se las dedica su pareja Ana Mari Fernández, “el premio es de ambos y quiero aprovechar para darle la enhorabuena y agradecerle su compañía, la cetrería se ha convertido en nuestra forma de vida, es nuestra gran pasión”. Igualmente tengo que agradecer el respaldo de toda mi familia por el apoyo incondicional ante el desarrollo mis aficiones, pero especialmente a mi padre, por acercarme al maravilloso mundo de la naturaleza, a mi madre, por tanto amor y por ayudarme en la gestión del tiempo, ella hace que todo sea más fácil. Y finalmente a mi abuelo, que con 90 años es el que custodia mis aves rapaces y el que me asegura que comen a diario.
El hinojero, con 34 años de edad, nunca ha podido concebir su vida sin los animales, se ha criado alrededor de una granja de pollos, desde pequeño su padre le enseñó el mundo de la cacería y, por consiguiente, crecer junto a una familia de hasta 40 perros, además de tener numerosas mascotas. Su profesión como peón forestal le permite amanecer cada día en el Espacio Natural de Doñana y en sus horas libres ha recibo la formación de peluquería canina, pero desde que descubrió la cetrería no permite despedir el día sin pasar unas horas con sus aves, entre ellas su azor con la que ha conseguido ser campeón de Andalucía.
