Mari Paz Díaz. Montar el Belén durante la Navidad es una de las tradiciones más arraigadas de España, teniendo en cuenta que la representación del Nacimiento de Cristo cuenta con más de ocho siglos. En concreto, fue en la Edad Media cuando se inició el recrear un pesebre para conmemorar el Nacimiento de Jesucristo, siendo San Francisco de Asís el que lo hizo en primer lugar en una cueva próxima a la ermita de Greccio, en Italia, en el año 1223. Un gesto que pronto comenzó a popularizarse, de tal forma que, en el siglo XV, se funda en París la primera empresa fabricante de figuritas de Belén. Una tradición que, a pesar de la proliferación del árbol de Navidad, sigue muy viva en muchos lugares de nuestro país, incluyendo Huelva.
Lo que sí ha ido cambiando con el paso de los años es la forma de recrearlo, puesto que, desde las tradicionales figuras de belén, podemos encontrar todo tipo de materiales, desde el corcho, la cartulina e, incluso, hay belenes de los conocidos Playmobil. Y, precisamente, estos días podemos ver en Huelva un Belén de lo más original, realizado en ganchillo. Toda una obra de artesanía, que permanece expuesta en pleno centro de Huelva: en el escaparate de Encajería Plaza, en la Plaza de las Monjas, un lugar de mucho tránsito durante todas las fiestas.
La autora de este curioso Belén es Fali Durán, una periodista nervense que nos explica que «este portal está realizado en ganchillo, con la técnica amigurumi, que es tejido en redondo y a punto bajo con hilo de algodón y agujas del 1,25, 1,5, 2 y 3. Además, hemos utilizado cuerda fina o madera para el atrezo. Un belén convencional con animales, palmera, pozo y puente, en el que las figuras humanas miden 10 centímetros de alto». Un Portal que es el resultado de cuatro meses de trabajo, con un diseño que no ha seguido ningún patrón. Tal y como nos cuenta Fali, «sólo el nacimiento tenía un patrón de referencia, aunque con figuras de unos 15 cm., que he ido reduciendo. Luego, se ha hecho un montaje muy bonito, con casitas de corcho, todo hecho a mano».
Un trabajo que no ha extrañado nada a todas las personas que conocen a Fali Durán, un rostro bastante conocido de los medios de comunicación onubenses, una persona que es todo un ejemplo de cómo afrontar los cambios que se nos presenta en la vida. Una mujer que, lejos de amedrentarse con las dificultades, ha sabido salir adelante y crecer, desarrollando su propio negocio.
Un bagaje que, tal y como ella misma nos relata, comenzó una vez que finalizó su experiencia en la televisión, en la ya desaparecida CNH. «Entonces, comencé a vender cosas que yo hacía a mano desde siempre. En un principio, lo hice como entretenimiento. Primero me dediqué a hacer complementos, muñecos amigurumi de ganchillo, además de pequeñas piezas de patchwork, una técnica que usa retales de tela sobrantes de otros trabajos. Eran piezas pequeñas que vendía por 1, 2, 3 o 4 euros. Me entretenía haciéndolos y vendiéndolos en mercadillos de artesanía», nos explica.
Tras estos primeros pasos, a la vista del éxito de sus productos, Durán se animó a realizar objetos más complejos y ambiciosos, poniendo en marcha su propia página web de venta online. En este punto, «de forma simultánea, hice el curso universitario de Comunicación 2.0 en la Universidad de Huelva y me puse a trabajar para Andaluces Diario, pero la aventura duró relativamente poco tiempo y, entretanto, empecé a hacer contenidos para redes sociales, blogs y webs para empresas locales».
Este tipo de actividades le permitió empezar a trabajar en Clínica Boccio, donde, además de llevar las redes sociales, la web y un blog, estaba en la recepción y realizó unas Jornadas de Salud Bucodental y Deporte por toda la provincia durante tres años. Según recuerda, «de ahí crearon un Departamento de Comunicación para hacer jornadas monográficas, puertas abiertas, etcétera. Como la comunicación empresarial en una ciudad como Huelva está bastante poco valorada, mantuve mi tienda online y seguí yendo a los mercadillos».
Pero, su vida dio un giro hace tres años, cuando se planteó la posibilidad de montar un negocio en el que la costura creativa, el ganchillo y los talleres de manualidades fueran protagonistas. La idea era llamativa, pero la decisión no era fácil. «Tardé un año en decidirme, buscar la financiación y convencer a mi hermana y socia de que podría funcionar, a pesar de que Huelva es una ciudad muy pequeña, donde lo hecho a mano, la reutilización de materiales y la vida slow no tienen mucho sitio», afirma.
A pesar de ello, el pasado 31 de agosto, su negocio, una tienda workshop denominada ‘Trapos con otro punto‘, ha cumplido dos años de vida. Una muestra de la buena acogida que ha tenido su iniciativa, tanto que, como nos comenta, «dejé la clínica y me dedico en exclusiva al negocio, que he tenido que diversificar, haciendo ropa a medida y arreglos de ropa. Hay bastante demanda de este tipo de trabajo. Aunque lo que queremos, en realidad, es dedicarnos a nuestras creaciones propias y encargos, además de dar talleres».
Sí, los talleres también cuentan con mucha demanda, puesto que tienen cinco grupos, uno que ofrece en Encajería Plaza y, un cuarto, en su local. Estos grupos hacen costura o punto/ganchillo. «Me gustan los grupos pequeños, así que somos entre 30 y 40 personas en total (depende del mes). Nos encanta hacer ropa de niños y llevamos dos temporadas triunfando con nuestras colecciones flamenkitas…, unos vestidos sencillos de inspiración flamenca que hacemos desde la talla de 3 meses hasta, más o menos, los 4 años. Y también tenemos algunos proyectos relacionados con la comunicación».
Entre otras curiosidades, toda la tienda ‘Trapos con otro punto’ está decorada con materiales nobles, muchos de los cuales son reciclados, realizados por ellas mismas. Además, han participado en diversas campañas solidarias, como cuando recaudaron unos 1.000 euros para la Campaña de Salvación del Recreativo de Huelva confeccionando muñecas, sin olvidar la elaboración de mantas para refugiados y su colaboración con la Asociación ‘Tejiendo para abrigar Sevilla’, con la que hacen mantas y prendas de abrigo para los sin techo y personas sin recursos o, bien, para cubrir las necesidades de los afectados por catástrofes, como las recientes inundaciones de Campillos (Málaga).
En definitiva, como hemos podido comprobar, Fali Durán es todo un ejemplo de cómo convertir un hobby en una apuesta de futuro. Una persona emprendedora y solidaria que, este día de Navidad, nos enseña que, en esta vida, «querer es poder».
1 comentario en «La periodista Fali Durán lleva su pasión por el ganchillo a un particular Belén de Huelva»
B.noches.
Me gustaría conseguir los patrones de las figuras del belén….dónde podría conseguirlos ???? Un saludo.