Redacción. Investigadores de la UHU –junto a otros andaluces- han evaluado con éxito en un estudio piloto un tipo de intervención denominada Terapia familiar psicodramática basada en escenas con adolescentes que presentan problemas de conducta. Las conclusiones han sido publicadas en la revista Family Process y en su elaboración han participado 63 jóvenes y 47 padres y madres.
La terapia psicodramática familiar basada en escenas (SB-PFT, por sus siglas en inglés) es un tratamiento innovador que se utiliza para mejorar las relaciones personales entre adolescentes con problemas y sus padres y madres. Esta nueva herramienta integra los principios de terapia familiar sistémica y psicodrama mediante una metodología de grupos multifamiliares. Según Bárbara Lorence, una de las autoras del estudio, el trabajo -publicado en la revista FamilyProcess- presenta las primeras evidencias sobre la eficacia de esta intervención, dándoles voz a los participantes y utilizando una metodología cualitativa. “La percepción positiva de los participantes en cuanto a su cambio personal y relacional debe ser completada con estudios adicionales de corte cuantitativo”, subrayan los investigadores en su artículo.
“SB-PFT se propone como un tipo de intervención familiar innovadora en la medida que, sin descuidar sus antecedentes teóricos, ofrece una manera diferente de trabajar con las familias. La Asociación PONTE es la entidad precursora de esta metodología y desde el año 2010 viene diseñando programas e intervenciones basadas en esta terapia. Me gustaría decir que si bien es cierto este tipo de intervención se está dando a conocer en el ámbito internacional como como SB-PFT, en el ámbito nacional es conocida como metodología PIBE (Psicoterapia Integrativa Basada en Escenas)”, asegura Lorence.
La SB-PFT plantea una intervención multifamiliar en la que los miembros de distintos sistemas familiares participan en las sesiones. En estas sesiones se trabaja el conflicto entre progenitores e hijos/as, buscando posibles soluciones al mismo a través de dramatizaciones con la ayuda de un psicoterapeuta (psicólogo) y un intérprete (experto en artes dramáticas). Los conflictos que se trabajan suelen ser comunes entre los diferentes miembros del grupo, pudiendo ser protagonistas en una misma sesión más de una familia.
Las sesiones de la SB-PFT tienen una duración aproximada de dos horas y siguen una estructura formal y temporal. De dicha estructuración lo más destacable es que en un primer momento de la sesión, adolescentes y progenitores están separados y conforman dos grupos independientes. Es en un segundo momento cuando todos se reúnen para poner en común y trabajar de forma conjunta el objetivo de la sesión.
110 participantes
Para Bárbara Lorence, se trata de un estudio piloto para obtener evidencias empíricas sobre cómo actúa SB-PFT para evaluar la percepción del cambio de los adolescentes con problemas y sus familias, y evaluar –de este modo- la utilidad de la metodología y las técnicas empleadas. Los investigadores evaluaron diez grupos de intervención multifamiliares, con 110 participantes (63 adolescentes y 47 padres), y adoptaron una metodología cualitativa con grupos focales, utilizando un análisis inductivo de 290 construcciones activas de narrativas de participantes.
Los problemas más comunes hicieron referencia a la presencia de agresividad física entre adolescentes y progenitores, comunicación inadecuada, prácticas educativas muy coercitivas o muy permisivas, desobediencia de los adolescentes, y en definitiva a diferentes conductas problemáticas de los adolescentes tanto en casa, en la escuela como a nivel social. En cuanto a la percepción del cambio, los adolescentes reportaron que ganaron principalmente en apoyo social, actitudes prosociales, claves para la resolución de problemas y expresión de emociones debido al tratamiento.
Los padres, por su parte, percibieron una mejora en el apoyo social, claves para las prácticas educativas, el bienestar emocional y la expresión de las emociones debido al tratamiento. Con respecto a la utilidad percibida de la metodología y las técnicas, tanto los adolescentes como los padres destacaron la utilidad de la metodología grupal para obtener apoyo social, relativizar el problema y expresar emociones. Además, los participantes se refirieron a las técnicas de juego de roles y espejo como las técnicas más útiles.
En conclusión, este primer estudio sobre SB-PFT describe su tratamiento para adolescentes con problemas y sus padres. La percepción positiva de los participantes de su cambio personal y relacional después de la terapia debería servir para promover estudios adicionales con metodología cuantitativa con el fin de verificar la efectividad del tratamiento con SB-PFT.