Mari Paz Díaz. Con 60 años, el moguereño José Manuel Domínguez Estévez mira hacia atrás y se siente satisfecho de haber podido desarrollar una labor al servicio de los demás. Una inquietud que tuvo desde niño, cuando soñaba con dedicarse a ser bombero, policía o guardia civil con el objetivo de poder ayudar a todos aquellos que lo necesitaran. Su oportunidad le llegó un día, cuando al mirar el tablón de anuncios del Ayuntamiento de Moguer vio la convocatoria de cuatro plazas de Policía Local. Tuvo claro que tenía que presentarse. Según nos cuenta, «recuerdo que el anuncio lo pusieron con tiza en una pizarra que tenía el Ayuntamiento de Moguer en su fachada para hacer este tipo de avisos. Ponía que se convocaban cuatro plazas, aunque, al final, fueron cinco, porque hacía falta más personal. Y, desde entonces, hasta ahora».
Corría el año 1983 cuando logró sacarse la plaza de Policía Local de Moguer, su localidad natal. Una cuestión que para algunos agentes puede ser una desventaja. Muchos no quieren ser policías locales en su pueblo, porque supone tener que tratar con personas a las que conocen. Sin embargo, para Domínguez Estévez es todo lo contrario. «Ser policía en mi pueblo, para mí, no es un problema, sino una ventaja. Porque si tengo que interponer una denuncia, al conocer a la ciudadanía, creo que siempre es beneficioso para ti, para ejercer tu labor. Así que creo que ha sido una ventaja trabajar en la misma población en la que vivo», confiesa. Por todo ello, el balance que hace de su trabajo en estos 35 años es muy positivo, porque «me gusta mucho la Policía Local, la cercanía que tiene de estar al lado del ciudadano. Todo ello, sin olvidar, que hacemos mucha labor social».
Y es que este Subinspector Jefe es un auténtico enamorado de su trabajo. Prueba de ello son los numerosos reconocimientos con los que cuenta, como el que le otorgó la Guardia Civil por su disposición, entrega y colaboración. Además, con él como jefe, la plantilla, ha obtenido, entre otros, la Medalla de Oro al Mérito Profesional, con distintivo verde, del Consejo General de los Profesionales de Seguridad y Salud en el Trabajo o el Premio en Seguridad Vial.
Sus más de tres décadas de servicio le permiten conocer a la perfección la Policía Local de Moguer, cuerpo que reconoce que ha cambiado mucho en todo este tiempo: «La Policía Local de Moguer no tiene nada que ver con la que había cuando yo entré. Por ejemplo, entonces no había ordenadores, por lo que todo lo teníamos que hacer a boli. Un cambio sustancial se produjo a raíz de la Ley de Coordinación de los Policías Locales de la Junta de Andalucía, al tiempo que se nota que los agentes están muy preparados, puesto que suelen ser licenciados o diplomados, que no paran de hacer cursos de formación para dar el mejor servicio a la población».
A nivel local, uno de los momentos claves de la Policía Local moguereña ha sido su cambio de sede, inaugurada en noviembre de 2016 en el antiguo edificio del colegio ‘Pedrito’, lo que permitía aliviar la falta de espacio que venía padeciendo la plantilla en las dependencias del consistorio. Unas instalaciones que suponen, según las palabras de José Manuel, «la noche y el día».
Con respecto al trabajo diario de la Policía Local de Moguer, las cuestiones más habituales son las referidas al tráfico, que es un problema importante. Luego, en cuanto a la inmigración, se mantiene dentro de los cánones, porque en Moguer no es un problema, al llevarse bien. Hay mucha convivencia, a pesar de que hay personas de nacionalidades muy diferentes», apunta.
Por lo general, José Manuel es una persona con muchas inquietudes. A nivel profesional, ocupa la Jefatura de la Policía Local de Moguer desde septiembre de 1997, cuando se convocó esta plaza. Pero, además, ha compaginado su trabajo con una formación continua, puesto que, siendo ya policía, no dudó en matricularse en el instituto con chavales a los que podía doblar la edad para hacer el Bachillerato. Y, después estudió la Diplomatura y el Grado de Trabajo Social en la Universidad de Huelva. No fue fácil, pues «le eché muchas horas de estudio, pero mereció la pena».
Y todo ello compaginándolo con su familia, a la que le ha robado tiempo en muchas ocasiones. José Manuel Domínguez está casado desde 1988 con Rosa María, con la que ha tenido dos hijos, José Manuel y Rosa María. Precisamente, su hijo ha querido seguir la tradición familiar y también es Policía Local en Moguer, una situación que ha provocado que sea jefe de su propio hijo. Ante estas circunstancias, Estévez asegura que «trato de ser ecuánime en el trato y a la hora de realizar mi trabajo. Trato de desligar mi papel de padre con mi labor. Mi hija, por su parte, afortunadamente, ha tirado por otro ámbito, porque ha hecho Magisterio».
En este punto de su carrera, Domínguez Estévez recogía este año el Premio Empleado Público del Año, en la categoría de Seguridad y Emergencias, en el certamen organizado por Huelva Buenas Noticias y el sindicato CSIF. Un galardón que afirma que «no me lo esperaba. Fue una sorpresa cuando dijeron mi nombre en la gala de entrega de premios. Fue mi hija la que me nominó y se implicó mucho en el tema. La verdad es que el certamen y el acto de entrega de premios fueron muy bonitos. Me gustó bastante».
A raíz de este reconocimiento, José Manuel ha recibido numerosos mensajes de felicitaciones, en los que resaltan sobre todo su trabajo y su constancia, palabras que «suponen una gran satisfacción para uno».
Por todo ello, para finalizar, José Manuel Domínguez Estévez quiere mostrar su agradecimiento a su familia, «por tantos años como lleva aguantando todas mis cosas, especialmente a mi mujer. Por supuesto, felicitar a toda la plantilla de la Policía Local de Moguer, porque hacen un trabajo muy digno y con mucha vocación de servicio público a la población. Y, por último, agradecer también al pueblo de Moguer, porque soy un auténtico enamorado de Moguer. Y así lo digo allá donde voy».