Redacción. La red de voluntariado de Cruz Roja Huelva, integrada por más de 3.900 personas, cuenta desde hace poco con un nuevo miembro; Lenny, un perro adiestrado y guiado por la voluntaria Noelia Zamorano, que aporta nuevas formas de desarrollar herramientas educativas y terapéuticas en los programas destinados a Infancia y Personas Mayores.
El camino recorrido para llegar hasta aquí ha sido largo y complejo, pero comporta importantes beneficios para personas mayores en situación de aislamiento y niños y niñas en diferentes situaciones de dificultad. Todo parte del sueño de Noelia, graduada en Psicología que siempre ha querido investigar y hacer realidad los beneficios de terapias y programas educativos protagonizados por perros.
Tras adquirir la cualificación académica necesaria, complementada con cursos especializados en terapia y educación asistida con animales, y después de un tiempo de búsqueda dentro y fuera de Huelva, la voluntaria de Cruz Roja visitó el Centro Canino Ivsanco –gestionado por el criador y adiestrador Iván Romero- y allí encontró a Lenny, un cachorro macho Golden Retriever de 5 meses que resultó ser el compañero perfecto para esta aventura.
El adiestramiento fue complejo, sobre todo porque Lenny estaba criado en el campo y le asustaba la ciudad, pero Noelia utilizó la imaginación y la formación para desplegar todo una serie de técnicas de entrenamiento con el fin de que se acostumbrara a diferentes ruidos, variadas circunstancias y a estar rodeado e interactuar con personas mayores y niños y niñas.
A partir de este entrenamiento básico, comenzó el aprendizaje especializado para asistir en terapias, para lo que su guía hubo de acostumbrar a Lenny a todo tipo de manipulaciones en sus intervenciones con infancia y mayores. Asimismo, el adiestramiento pasó también por sesiones de Mindfulness en el gabinete de Psicología ‘PsiqueON’, donde se le acostumbró a sesiones de una hora con niños y aprendió a mantenerse calmado en su rincón del aula cuando no le tocaba intervenir, a gestionar el entusiasmo de los niños, y a colaborar en las sesiones de relajación.
Todo este esfuerzo ha permitido que Noelia y Lenny sean voluntarios imprescindibles en algunos de los proyectos de infancia y mayores de Cruz Roja Huelva. Desde marzo, Lenny ha hecho visitas a domicilio a personas mayores con movilidad reducida para ejercitar la motricidad fina mediante juegos y el cepillado del perro, además del acompañamiento y el bienestar que aporta acariciarlo.
En los programas de Infancia, Noelia y Lenny han participado en el Campamento Urbano Aguas de Huelva, realizando dinámicas con los niños y niñas para potenciar el cuidado hacia los animales, aprender a compartir y cooperar durante el aseo a nuestro voluntario, y sobre todo a jugar mucho entre ellos.
Ambos voluntarios van a empezar a colaborar con el programa Infancia Hospitalizada que Cruz Roja lleva a cabo en el Juan Ramón Jiménez para aliviar el trauma de la hospitalización. El objetivo último no es sólo que juegue y distraiga a los niños y niñas, sino que les aporte el acompañamiento que tanto les puede ayudar en momentos de tensión o miedo, e incluso que sea un referente dejándose poner vendas o simulando curas con él delante de los pequeños.
Noelia y Lenny también participan como voluntarios en la Asociación Onubense de Síndrome de Asperger y Espectro Autista, colaborando en la educación en habilidades sociales de los niños, aumentando su autoestima, ayudando a mejorar el autocontrol (ya que se les advierte que si están nerviosos, Lenny no va a poder jugar con ellos), y a cooperar en equipo.
La meta de Noelia y Lenny es seguir aprendiendo y creciendo juntos para aportar su granito de arena, en este caso a través de los programas de Cruz Roja, organización siempre abierta a nuevas formas de estar más cerca de las personas.