Redacción. Más de 5.500 pacientes con enfermedades de la retina han sido atendidas y tratadas en acto único en el Hospital Juan Ramón Jiménez desde la puesta en marcha del Hospital de Día Médico Oftalmológico. Esta estructura asistencial comenzó a funcionar a principios del pasado año con la finalidad de mejorar la atención que reciben estos pacientes que requieren visitas continuas a la unidad. Para ello, ha sido fundamental la puesta en marcha de una ‘Sala Blanca’, agilizándose la asistencia a este numeroso colectivo al aunarse en el mismo día la consulta, las pruebas diagnósticas y el tratamiento intraocular.
La ‘Sala Blanca’ está dotada de un equipo técnico denominado ‘Arco Estéril’, que hace de esta estancia una instalación con las ventajas de tener un ambiente estéril similar al que proporciona un quirófano y la versatilidad de una consulta, siendo uno de los primeros centros a nivel nacional que ha contado con este equipamiento. En esta sala se administra la terapia intravítrea (inyectar un fármaco dentro del ojo), una nueva modalidad de tratamiento que ha revolucionado el abordaje de numerosas patologías oftalmológicas graves en los últimos años.
De este modo, pacientes con enfermedades de la retina que hasta hace poco no tenían solución o bien sus resultados eran muy limitados, tales como la degeneración macular asociada a la edad, retinopatía diabética, edema macular, uveítis, endoftalmitis, etc, han mejorado considerablemente. Son patologías que afectan a un elevado número de pacientes, son muy incapacitantes y, además, son crónicas.
La Unidad de Oftalmología del Hospital Juan Ramón Jiménez, más específicamente la Unidad de Retina, cuenta con una consolidada experiencia en la administración de estos tratamientos y verdaderos éxitos terapéuticos en numerosísimos pacientes. La creación de esta Sala Blanca en la última reestructuración del área de Consultas Externas de Oftalmología del Hospital Juan Ramón Jiménez, junto a la contratación de dos nuevos profesionales (1 enfermera y 1 auxiliar de enfermería), ha permitido administrar dicha terapia sin necesidad de áreas quirúrgicas.
Los beneficios de realizar este tratamiento en acto único en el área de Consultas Externas son notables para los pacientes, especialmente si se tiene en cuenta que lo reciben mayoritariamente personas de avanzada edad y que su administración es crónica. Esto supone que requieren numerosas revisiones/tratamientos a lo largo del año, de manera indefinida y con la necesidad de venir acompañados.
Con la inyección intravítrea se consigue frenar la evolución de la enfermedad en el 95% de los casos, mejorando, además, su agudeza visual un 40% de los pacientes tratados, por lo que resulta muy eficaz. Las patologías tratadas son bilaterales (o con riesgo a la bilateralización) y sumamente invalidantes, dejando a los pacientes en situación de ceguera si no se actúa. De hecho, la degeneración macular asociada a la edad es la causa más frecuente de ceguera en el mundo desarrollado y la retinopatía diabética es la más frecuente en edad laboral. Al ser muy prevalentes las patologías con esta indicación, surgen numerosos casos en las consultas diarias cuya primera dosis puede ya ser abordada en acto único coincidiendo con la consulta.