Ana Rodríguez. Es una gran verdad que la necesidad agudiza el ingenio. Una frase que bien podríamos aplicar a José María Bravo, un onubense de 35 años que buscando solución a un problemilla que se le planteó cuando vivía en un barco, acabó ideando un producto que en breve podremos encontrar en el mercado.
Todo comenzó cuando, tras volver de un periplo laboral por los Estados Unidos, José María se marchó a Mallorca y decidió buscarse una casa flotante. Durante los dos años que pasó en su vivienda acuática tuvo siempre el mismo conflicto: la ausencia de una fuente de energía disponible y gratuita. Comenzó a darle vueltas a la cabeza para ver cómo solventar el asunto y pensó en la posibilidad de obtener energía de los diferentes tipos de ondas magnéticas que nos rodean, canalizando éstas para sus primitivos objetivos.
Finalmente, como él mismo admite, “buscando formas de obtener energía de este tipo de ondas, conseguí captarlas y convertirlas en otras ondas saludables, que fomentan la regeneración celular en problemas físicos transmitiendo frecuencias de onda”.
Se gestaba así IonFisiX UltraCeramic, un material biocerámico, compuesto por una serie de elementos inorgánicos capaces de absorber la energía del infrarrojo lejano del espectro de luz y emitirla, penetrando la superficie de casi toda materia orgánica. Esta energía es transformada y percibida como una agradable sensación de calor, activando y fomentando los procesos naturales de regeneración celular.
Dicho de otra manera, este innovador tejido es como tener “una lámpara de infrarrojos sin enchufe, que puede llevarse siempre puesta, no genera gasto alguno, no consume batería, ni tiene limitación. Todo son ventajas”, afirma Bravo.
En suma, IonFisiX UltraCeramic acelera los mecanismos naturales de reparación del tejido para que de una forma inocua y segura, el paciente se recupere lo antes posible, focalizándose en la reducción del dolor, la inflamación y en acelerar los procesos celulares.
Para cumplir este objetivo, el onubense y su equipo han diseñado tres líneas de producto que incorporan esta innovadora tecnología textil. Ion Fisix Pad, el principal, es una tela con velcros y gomas que se adapta a cualquier parte del cuerpo; Ion Fisix Sport son piezas más pequeñas para articulaciones y extremidades ideadas especialmente para deportistas; e Ion Fisix Mat, una esterilla sobre la que tumbarse tanto para rehabilitar y descontracturar grandes zonas del cuerpo, como para favorecer un descanso reparador.
A fin de conocer la efectividad de sus propuestas, han realizado una tirada de testeo, elaborada de manera artesanal, con la que han logrando el 100% de satisfacción de los pacientes que la han probado.
De cara a la producción industrial de su innovador invento, José María tiene previsto poner en marcha una campaña de crowdfunding, que combinará con otra de marketing y publicidad para dar a conocer IonFisiX entre el público.
El material se venderá íntegramente por Internet y a escala internacional a través de la web ionfisix.com y, aunque cualquier persona puede utilizarlo, está más orientado a deportistas y personas de mediana edad.
Actualmente la sede de la empresa creada para comercializar IonFisiX, bautizada como Magnatronik, se encuentra en el CADE de Beas, aunque el proyecto se fue gestando en diferentes enclaves, entre ellos un local cedido por el Ayuntamiento de Huelva a la asociación Electrónica Libre, una especie de centro de investigación al que pertenece Bravo y del que emanan sus colaboradores (diseñadores, publicistas, ingenieros, directores de proyectos…). “Agradecemos especialmente a Cinta y María José, de Participación Ciudadana, lo mucho que nos han apoyado”, comenta el onubense.
Con sus instalaciones en el CADE, José María está muy contento, ya que este alojamiento “te da muchas ventajas además del espacio, como formación, asesoramiento y otras lagunas que puedes tener como emprendedor. Si tu proyecto tiene una base fuerte, garantiza que florezca como debería”, explica.
Por ahora, su propuesta va en la buena dirección. Muestra de ello es el Premio Andalucía Emprende a nivel provincial que les ha otorgado la Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad en la categoría de ‘Creación’. Un reconocimiento a la innovación y al potencial de un producto novedoso que tiene un futuro prometedor.
Como asegura Bravo, “estamos muy contentos porque este premio ha hecho que no seamos los únicos que creamos en nosotros mismos. Llevo trabajando en esto más de tres años y al principio me tomaban por loco. El reconocimiento palia la negatividad recibida en los comienzos del proyecto y nos da a conocer entre clientes y medios de comunicación. Nos sitúa en el mundo”.
El próximo 11 de septiembre participarán en la final andaluza del certamen, a la que llegan con mucha ilusión y esperanzas de llevarse una nueva distinción. Hasta entonces, José María y sus colaboradores siguen trabajando en su planning, con la vista puesta en un horizonte sin fronteras al que ofrecer su original y único IonFisiX.