Redacción. La compañía de teatro Atalaya representó en la noche del pasado 11 de agosto en el Castillo de los Guzmán ‘Rey Lear’, de William Shakespeare, una obra que captó la atención del público congregado en las gradas de la fortificación iliplense. Un auténtico espectáculo que llevó a las tablas de manera cuidada y pasional una de las piezas más famosas del literato inglés.
Sobre el escenario de Niebla desfiló un elenco de nueve actores encabezado por una veterana de la formación, Mamen Gallardo, en el papel de Rey Lear. La escenografía y la música contribuyeron a envolver el ambiente de tragedia.
Y es que ‘Rey Lear’ trata temas universales como lo son la locura, la vejez y las relaciones paterno-filiales, en su vertiente más amarga como es la ingratitud y el olvido.
La representación de este sábado en Niebla, que encandiló al público, ha sido la segunda función que Atalaya hay realizado de esta obra tras su estreno el 20 de julio en el Festival de Teatro Clásico de Olmedo.
Recordemos que el texto está basado en un cuento popular que aparece incorporado a la historia antigua de Inglaterra desde el siglo XII. Cuentan las crónicas que el viejo Lear quiso conocer el grado de afecto de sus tres hijas para designar sucesora a quien más le quisiera. Dos se deshicieron en halagos y la menor le contestó que le quería como padre y nada más. Le pareció poco al rey, que la castigó. El tiempo y las peripecias vendrían a demostrar más tarde que era la única digna del trono que, por fin, tras una guerra con las hermanas, consiguió. Shakespeare amplía y transforma la trama, infundiéndole una visión personal. Paralelamente a la propia historia de Lear plasma la de Gloucester y sus hijos. El resultado supone una experiencia extrema de dolor, locura y destrucción expresada crudamente y sin reservas.