S. D. “Este año me marqué el reto de acabar entre las diez mejores de Europa en mi categoría, y lo he conseguido. El próximo quiero traerme una medalla y ya estoy trabajando para conseguirlo”. La frase con la que Natalia Pereda resume sus expectativas pone de manifiesto el carácter y tesón de la joven deportista cartayera. A sus 14 años, forma parte del equipo de la Escuela Municipal de Lucha Libre y del Club El Campeón, y se ha convertido en una de las más firmes promesas del deporte cartayero.
Y precisamente por eso, y por sus éxitos deportivos, que la han aupado al séptimo puesto del Campeonato de Europa disputado recientemente en Gyor (Hungría), Natalia ha recibido el reconocimiento del Ayuntamiento de Cartaya en un sencillo acto, que ha tenido lugar en el Salón de Plenos del Consistorio, ante sus compañeros y compañeras de equipo y entre los elogios de su entrenador, Veaceslav Cepeleaga.
Cepeleaga ha destacado de la luchadora “su disciplina, su capacidad de aprendizaje y su autocontrol de las situaciones”, y ha resaltado “el excelente campeonato que ha realizado, puesto que pese a sufrir una lesión de rodilla en el primer combate, de la que tuvo que ser intervenida por los médicos de la competición, superó los dos primeros combates, y solo cedió contra la rusa campeona de Europa en 2018 y contra la italiana que consiguió el campeonato europeo en 2017”.
Natalia, que agradeció el trabajo de su entrenador, y la colaboración del Ayuntamiento y de las empresas que han patrocinado su participación en el campeonato europeo, anunció que trabajará duro por acabar con medalla el próximo año. Para ello, destacó Cepeleaga “tanto ella como un grupo de compañeras del club viajarán a Moldavia, primero, y posteriormente a Ucrania, donde las han invitado a participar en concentraciones al más alto nivel, y donde mejorarán su formación para seguir creciendo como deportistas, que es lo más importante”.
El primer teniente de alcalde y concejal de Deportes, Manuel Barroso, animó a las jóvenes luchadoras “a perseguir su sueño y a seguir formándose en los deportes inherentes al mundo del deporte”, y le hizo entrega a Natalia de “un plato de cerámica con la imagen de Cartaya como señal de agradecimiento por llevar, tan alto y tan lejos el nombre de nuestro pueblo”.
