Ana Rodríguez. Con sólo 26 años, Julia Ponce Medina, natural de Aljaraque, se ha mudado a Irlanda, en concreto a una ciudad a las afueras de Dublín llamada Tallaght. En este enclave reside desde finales de febrero, debido a que encontró allí un empleo que le está permitiendo desarrollarse profesionalmente, a la par que continuar mejorando su nivel de inglés.
Julia se formó en el CEIP El Puntal, el IES Pérez Mercader y el IES Diego de Guzmán y Quesada, y luego estudió Magisterio de Educación Infantil y Primaria en el Centro Profesorado Sagrada Familia en Úbeda, una entidad adscrita a la Universidad de Jaén.
Cuando se le presentó la ocasión de ejercer en el extranjero, aprovechó la oportunidad sin dudarlo. Ahora reconoce que está muy contenta con su labor como profesora de Infantil, la cual compagina con la realización de un Máster en la Universidad Oberta de Cataluña sobre “las dificultades de aprendizaje y trastornos del lenguaje”. ¡Hablamos con la onubense!
– Julia, háblanos de tu trabajo en Irlanda.
– Estoy trabajando en una guardería, llamada Cocoon Childcare, una empresa en la que la mayoría de sus trabajadoras son jóvenes, por lo cual el ambiente es muy bueno, nos ayudamos entre todas, y trabajamos muy bien en equipo. Actualmente, estoy haciéndome cargo de niños de aproximadamente un año, aunque también estoy con niños hasta cinco años otros días, cuando necesitan una ayuda. Realizamos distintas actividades con los niños para que se diviertan y aprendan, y además, crear un vínculo con ellos.
– ¿Es tu primera estancia en el extranjero?
– Es la segunda vez que estoy viviendo en el extranjero. He estado casi dos años en Inglaterra (Watford y Stevenage). Decidí irme a mejorar mi inglés como mucho de los españoles, y la manera más fácil era irme de aupair, así que me puse en la búsqueda y en poco tiempo encontré a una buena familia y emprendí camino. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, porque tras todo este tiempo, tengo una segunda familia en Inglaterra con la que siempre voy a poder contar si necesito su ayuda, unos niños a los que quiero mucho y creamos un súper vínculo, tanto es así, que a día de hoy seguimos hablando de continuo. Y, además, conocí a muchas personas con la que actualmente sigo manteniendo el contacto y sé que serán mis amigos por mucho tiempo más.
– ¿Cómo fueron tus primeros días en Irlanda?
– Los primeros días no fueron difíciles, porque mis padres me acompañaron para que no me agobiara con todo lo que me venía (búsqueda de piso, nuevo país… nueva vida). Aunque estuve viviendo en el extranjero, esta vez era diferente y la verdad que les agradecí que estuvieran conmigo los primeros días. Respecto al trabajo, fueron difíciles, porque a pesar de haber vivido en Inglaterra, este acento es diferente y hablaban muy rápido, pero pasados unos días, todo fue mejor, y a día de hoy estoy súper adaptada e integrada en éste.
– ¿Cómo es vivir en Irlanda? ¿Es muy diferente a España?
– La vida aquí es más o menos como allí, no hay gran diferencia salvo algunas cosas. La verdad que encuentro algunas cosas parecidas a España en cuanto a algunas costumbres. Por ejemplo, los niños están más tiempo en la calle por las tardes cuando el tiempo lo permite, jugando entre ellos (cosa que en Inglaterra costaba encontrarte, a no ser que fueran adolescentes), los locales son más amables, simpáticos y habladores, siempre te saludan y te dan conversación. Pero la vida nocturna, por ejemplo, nada que ver con España, empieza sobre las 17.00pm y a las 2.00am ha acabado, por lo que tienes que adaptarte y acostumbrarte si quieres salir de fiesta.
– ¿A qué te ha costado más trabajo adaptarte?
– Quizás el tiempo, es lo que peor llevo, porque cambia radicalmente en pocos minutos y eso me hace enfermar constantemente. No sabes cómo salir a la calle, porque no sabes qué te esperará. Puedes salir lloviendo por la mañana, que a mitad del día hace un calor horroroso, para acabar el día con lluvia o granizo, es decir, podemos encontrarnos las cuatro estaciones del año en un solo día. Y nosotros, pues estamos acostumbrados a un clima más constante en Huelva.
– ¿Qué opinas de los irlandeses?
– Como ya he comentado anteriormente, me parecen de carácter más abierto que los ingleses. Son muy habladores y educados, te saludan cuando te encuentras alguien en la calle, siempre dispuestos a ayudarte. La verdad es que, de momento, tengo buena opinión de ellos.
– ¿Ha resultado complicado hacer amigos?
– La verdad, que a día de hoy, no tengo muchos amigos aquí en Irlanda. Cuando era aupair en Inglaterra me resultó más fácil hacer amigos, pero aquí, me resulta más complicado, pero sólo por la falta de tiempo que tengo. Entre el trabajo y los estudios, me resulta muy complicado actualmente tener una vida social muy activa, por desgracia. Pero, sí que existen varios grupos en redes sociales en los cuales conoces a otros españoles para hacer cualquier tipo de planes, por lo que resulta más fácil hacer amigos.
– ¿Cuáles son tus planes futuros?
– Los planes del futuro más cercanos son terminar el Máster que estoy estudiando, y seguir disfrutando de mi trabajo por el momento, que es lo que más me gusta hacer, enseñar a los niños pequeños. De momento, me quedaré unos meses más por Irlanda, y luego veremos si vuelvo a España o me quedo aquí unos meses más.
– ¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
– Suena a tópico, creo que todos los que emigramos echamos de menos lo mismo. Lo principal, a mi familia y amigos. Pero nuestra maravillosa tierra, tiene esa playa que tanto me gusta para caminar y desconectar, disfrutando de un atardecer, y esas horas de luz y sol que tenemos allí, que tanto cuesta en otros países.
– ¿Recomiendas a todo el mundo que viva un tiempo fuera de España? ¿Por qué?
– Sin lugar a dudas, sí que lo recomiendo. Vivir fuera de España te hace crecer como persona, madurar, saber enfrentarte a situaciones que en España no lo harías, y sobre todo vivir una experiencia única que todo el mundo debería vivir.
– Para terminar: un mensaje a los onubenses.
– Disfrutad cada minuto que podáis de nuestra bonita ciudad, de sus rayos de sol, sus playas, su ambiente que no sabéis cuánto se echa de menos cuando estás fuera. Somos muy afortunados de haber nacido y de vivir en un lugar tan maravilloso.