HBN. Que el agua es un bien natural escaso es una realidad de la que ya nadie duda. Con el compromiso y la función de distribuirla de manera eficaz y eficiente en su entorno nace la Comunidad de Regantes Palos de la Frontera. Sin embargo, pocas son las comunidades que, junto al agua de regadío, abastecen agua potable. Es este servicio una de las características más particulares de la entidad palerma.
En 2006, tras las obras de modernización acometidas por la Comunidad de Regantes, se puso en funcionamiento la distribución de agua potable a los usuarios que lo demandaron. Desde aquella primera campaña hasta la actual, el incremento del consumo de metros cúbicos de agua potable ha crecido hasta alcanzar, en la campaña 2016/2016 más de 190.000 metros cúbicos.
Las particularidades demográficas y económicas de la zona hicieron que la distribución de agua para consumo humano fuera una necesidad. La afluencia temporal de jornaleros que llegan al entorno de Palos de la Frontera y Moguer a trabajar en la agricultura, provocó que el agricultor local invirtiera en la edificación de viviendas en las propias parcelas. Una solución ante la falta de capacidad urbanística del municipio para dar cabida a la ingente masa social de personas que llegan a la zona en temporada.
Por eso, desde la Comunidad de Regantes Palos de la Frontera se entendió la necesidad de llevar agua potable hasta las viviendas ubicadas en las explotaciones agrícolas. En la actualidad son más de 400 los socios que se benefician de este servicio que, además, responde a una exigencia de una constante y creciente calidad de vida para el ser humano.
Así, en las obras de modernización de 2004 se instalaron las tuberías y no fue hasta 2006 cuando comenzó a operar este servicio, tras los permisos y las autorizaciones pertinentes con las administraciones, requisitos sanitarios, registro industrial y trámites burocráticos. Más de 90 kilómetros de tuberías de polietileno de alta densidad de uso alimentario portan el agua hasta las diferentes unidades de riego, gracias a dos Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP), que suministran a las dos zonas de abastecimiento con las que cuenta la comunidad: sector I y sector II y III.
Para garantizar la calidad de la misma, se realizan de forma mensual una serie de análisis del agua donde se estudian distintos parámetros, tanto físico-químicos como microbiológicos. Los resultados de estos análisis se publican en el SINAC (Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo), un sistema de información sanitario que recoge datos sobre las características de los abastecimientos y la calidad del agua de consumo humano que se suministra a la población española, así como en la revista Inforregantes, a disposición de cualquier usuario que lo solicite.