S. D. Dos jugadoras de la plantilla del Fundación Cajasol Sporting han pasado en las últimas fechas por el quirófano para resolver las distintas dolencias que arrastraban en los último meses.
La última de ellas fue la capitana Anita Hernández, que se ha sometido a una intervención en su tobillo derecho para un injerto en el cartílago del mismo y un tratamiento con células madre por la degeneración que arrastraba en dicha articulación, aunque la máxima goleadora forzó, como es habitual en ella, para estar con el equipo en toda la temporada y poder ayudar a conseguir el objetivo de la permanencia. A partir de ahora la delantera de Brenes comienza la cuenta atrás para su recuperación. Estará 35 días de baja pero ya el próximo miércoles comenzará su rehabilitación.
También pasó por el quirófano la defensora Sandra García, que estaba en el dique seco por sus problemas en el tendón de Aquiles del pie derecho, que ha sido limpiado por una posible antigua rotura.