M. P. D. Después del éxito cosechado por su ópera prima, ‘El rastro de su voz’ (Editorial Abecedario, 2014), el periodista y escritor onubense Antonio J. Sánchez regresa a las librerías con una segunda novela, que promete no dejar a nadie indiferente. Bajo el título de ‘Todas las mentiras del caso Aldaya’, Sánchez nos sorprende con una novela negra cargada de tintes personales que la alejan en muchas ocasiones de los estereotipos de este género, utilizando el terror y los viejos cultos paganos como recursos más personales. En concreto, el autor aporta una visión racional y realista a argumentos de género fantástico, sin dejar el estilo del más puro americano y con la reminiscencia de los clásicos, siempre marcado por el estilo personal de la pluma de Sánchez.
Una novela que será presentada al público el próximo miércoles, 6 de junio, en el Salón Rojo de Casa Colón a las 20.15 horas. Un acto al que nos invita el propio autor, que ha concedido esta entrevista a Huelva Buenas Noticias.
-Antonio, dentro de unos días presentas tu segunda novela. ¿Qué nos puedes adelantar de esta nueva obra?
-Nuevamente tienes en tus manos una novela negra al estilo de lo que comúnmente se denomina hard boiled que dirían los americanos. Se trata de una nueva historia de misterio y suspense relacionado con lo que habitualmente conocemos como ficción policíaca o detectivesca, fiel a referentes como Raymond Chandler o Dashiel Hammet en cuanto a estilo narrativo, pero introduciendo una variante procedente del género de terror para dar forma a una trama de venganza y corrupción. Si El rastro de su voz era una novela negra ambientada en la Huelva de la posguerra y edulcorada con pinceladas de intriga y suspense, humor y aventuras y su pequeña historia de amor, ahora Todas las mentiras del Caso Aldaya regresa al género negro con la premisa de un suceso que tiene lugar en la Huelva de nuestros días y que encierra en sí todo un cuento de terror.
-El título es de lo más sugerente ‘Todas las mentiras del caso Aldaya’. ¿Por qué lo has elegido?
-Este proyecto tuvo varios nombres en su día. Recuerdo que nació hace poco más de dos años bajo el paraguas de ‘Operación Tagus’, un certamen literario de difusión digital organizado por Casa del Libro y su sello de ebooks Tagus. A través de las redes sociales, los participantes colgaban un par de capítulos que eran valorados por los internautas y estos últimos iban decidiendo fase a fase quiénes debían llegar a la final. Yo por entonces estaba pergeñando lo que finalmente ha sido este libro. Entonces solo contaba con unas pocas páginas y sin título aún cuando recibí el chivatazo del concurso. Rápidamente, me puse manos a la obra y decidí titularlo como La extraña declaración del inspector Castelar, un título que en principio me parecía kilométrico de pronunciar pero que lo tomé como simple experimento. Llegué a la final pero, obviamente, por solo tener dos capítulos escritos y no la obra completa no me llevé ningún premio. A pesar de ello, solo por la expectativa que había generado seguí escribiéndola hasta finalizarla. Después de eso la titulé Toda la verdad del Caso Aldaya, pero no ha sido hasta un mes antes de publicarlo cuando decidí cambiar a Todas las mentiras del Caso Aldaya, que me pareció mucho más conveniente. ¿Por qué? Hay que llegar hasta el final para comprenderlo.
-¿Cuándo y dónde será el acto de presentación?
-El acto de presentación, al igual que hace ya tres años (que se dice pronto), será en el Salón Rojo de Casa Colón. La cita es a las 20:15 horas de este próximo miércoles 6 de junio. Ni qué decir tiene que todo el que lo desee está invitado a este acto de presentación en sociedad, las puertas están abiertas para todo el mundo, en especial a los onubenses que una vez más podrán disfrutar de una cautivadora historia de misterio que se enclava en las calles y lugares por las que transitan a diario: la calle Concepción, la Plaza del Punto, el viejo Colegio de Ferroviarios que recientemente ha vuelto a salir a la palestra, los hospitales de nuestra ciudad, zonas del extrarradio como esas viejas naves en ruina del otro lado de la circunvalación, fábricas abandonadas del polo químico… Una ruta por la Huelva de nuestros días.
-Has querido hacer un montaje audiovisual de presentación…
-Sí, claro. Hoy día, ni siquiera una novela se entiende si no la acompañas de un poco de celofán del bueno. El acto contará con algo de música para ambientar la sala y, por supuesto, habrá proyección incluida, de manos de los chicos de Telogarantizoproducciones, quienes recientemente han obtenido un premio en Madrid por su cortomoetraje ‘Pigmalión’ y que pudimos ver en el último Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Su colaboración ha sido más que fundamental para que el lector y los internautas sepan cuál es la razón de ser de esta nueva historia, la premisa de la que parte y que da también entidad al título del libro. Es un booktrailer que ya han podido ver mucha gente a través de las redes sociales y ha servido para generar más expectación si cabe. Me hace muy feliz poder contar con gente a mi lado con tan buenas ideas y mejor hacer. He tenido mucha suerte, la verdad.
Puedes ver este booktrailer a continuación:
-¿Esta segunda novela llega con el reto de alcanzar o, incluso, superar el éxito de tu ópera prima, ‘El rastro de su voz’?
-El reto siempre es el de superarse a sí mismo y sabía que eso solo podía hacerlo de una manera: contando una historia totalmente distinta. Obviamente ambas obras comparten la misma etiqueta, y las etiquetas en los libros ya sabemos para qué sirven, para ordenarlos en una estantería. Eso sí, más allá de esa simple cuestión de protocolo, lo que cuenta cada una la hace distinta de la otra. He de admitir que cuando se encartó el momento de volver a sentarme a escribir, lo que empecé a teclear fue una historia relacionada con El rastro de su voz, pero a modo de precuela. En El rastro dejé adrede la impronta de unos cuantos detalles para asegurarme que se podrían hilar en el futuro para dar forma a una historia anterior en el tiempo y que desembocaría muy bien en ese primer libro. Estoy seguro de que algún día los retomaré para crearle a esa primera historia una hermana mayor que de repente le ha salido. Pero es que incluso empecé a modelar historias cortas que servían para explicar ciertos entresijos de las relaciones de los personajes de El rastro. Quién sabe, algún día es posible que esos personajes puedan también volver a respirar. En todo caso creo que queda mucho por escribir todavía y puede que haya tiempo para todos ellos. Si el destino me alcanza antes, mala suerte.
-¿Has sentido más presión en esta segunda novela, tras la proyección alcanzada con anterioridad?
-Sí, la presión existe. Eso es así. Cuando resulta que tu primer libro ha viajado de un lado a otro del globo hasta lugares de Sudamérica como Argentina, Venezuela o México, pero también a Canadá o Miami, o en Europa a Alemania y Suiza, e incluso a Japón; que durante tres años ha estado representando a Huelva en una ruta literaria por España de la que se han hecho eco medios nacionales, que blogueros de moda la han incluido en sus recomendaciones literarias para regalar en Navidad, o cuando te valoran públicamente el libro y nadie se cree que hayas sido capaz de escribir un libro así, que sea tu primer libro, que te digan que no habían leído nada igual desde que fulanito publicó tal, esas cosas tan hermosas y sorprendentes llegan a pesar también, porque cuando todo eso pasa y estás escribiendo una nueva historia, quieras o no de repente notas una sensación cercana al vértigo porque hay momentos en los que las ideas no cuadran o ese día no estás tan fino como el anterior. Son esos momentos en los que llegas a notar que te falta el suelo bajo los pies. Lo mejor entonces es cerrar el ordenador y tomarte un respiro hasta el día siguiente. Pasaba con la primera, imagínate con la segunda.
-¿En qué te has inspirado en esta ocasión?
-Me inspira mucho el escenario en el que puedo desarrollar una historia, en el sentido en que lo observo y desde un punto de vista concreto. Veo fábricas abandonadas o un edificio en ruinas en pleno centro de la ciudad que apenas sirve para algo más que para un palomar y pienso que ahí puede tener lugar algo que solo vemos en la ficción, del mismo modo en que podría ver un viejo castillo habitado por fantasmas. Me gusta pensar en clave de género gótico. Todas las mentiras del Caso Aldaya tiene sus escenarios propios del género gótico donde pasan cosas, donde sus personajes languidecen o hacen cosas horribles; o veo un apartamento en pleno centro de Huelva, habitado por un hombre vacío y sin esperanza que encuentra en el hallazgo de un cadáver una razón más para seguir respirando, mientras observa a través de la cristalera la noche caer sobre la Alameda Sundheim convertida en un látigo de luz a esas horas. Me inspira la música, un anuncio, cualquier cosa que pueda reciclar, deformar y esculpir para transformarlo en algo propio. Esta nueva historia encierra en sí el valor de la esperanza.
-¿Qué te gustaría conseguir con este trabajo?
-Hacerme rico (risas). No, nada de eso, ¡ojalá! Para llegar ahí tienes que tener padrinos muy poderosos y moverte entre mecanismos muy complejos para los que yo no tengo acceso ahora mismo. Quién sabe si algún día. Por ejemplo, de oídas sé que ahora hay una novela circulando por ahí que está vendiendo cientos de miles de ejemplares, que ya se cuentan por millones, y todo porque la mujer de ese escritor -al parecer un auténtico desconocido- es una youtuber que cuenta con millones de adeptos en su canal. Y por lo que me cuentan el libro no hay por donde cogerlo. Pues así es como está funcionando la cosa. También es cierto que en este mundo hay muchas envidias y celos. Es curioso este mundo, el de los escritores, que, a veces, mira por dónde, se presta a recrear historias de género negro de mucha verosimilitud. Para hacer novela negra no siempre es necesario o un crimen o una truculencia, la que sea. Los celos, las traiciones, la mentira… Con todo ello es más que suficiente.
-¿Algún proyecto más?
-Estoy deseando que pase un poco la vorágine de este segundo libro y poder ponerme con la tercera novela que he tenido que dejar aparcada poco antes de Semana Santa, cuando tuve que ponerme al lío para la salida de esta. De este tercer libro no puedo desvelar mucho, tan solo que es otra historia distinta, también ambientada en un tiempo actual, en un pueblo ficticio de nuestro sur, donde hace tiempo ocurrió algo y por mor de las circunstancias ahora se dan las condiciones para los protagonistas de resolver lo que desde entonces se convirtió en todo un misterio del que nadie le gusta hablar. Y hasta ahí puedo leer. Y, por supuesto, que me lo estoy pasando muy bien haciéndola, que es lo más importante.
-Para terminar: un mensaje a los onubenses.
-Pues a todos los onubenses, aquellos que me conocían antes y los que me conocieron después de El rastro de su voz, decirles que ahora, con Todas las mentiras del Caso Aldaya, tienen una nueva oportunidad de conocerme un poco más y de disfrutar de otra historia cargada de suspense que ocurre en su ciudad, que podría ocurrir en cualquier otro lugar de este país o del mundo, pero que yo he querido volver a traer a nuestras calles y barrios. Un mensaje que les mando con el deseo de fidelizarlos y también con la esperanza de crear otros tantos nuevos lectores y amigos. Y con un advertencia de cara a esta historia como ya dijo Houdini en una ocasión: «lo que los ojos ven y los oídos oyen, la mente se lo cree». Con las mentiras pasa lo mismo. Ojo con el Caso Aldaya.
