Ana Rodríguez. Conseguir que los estudiantes estén motivados al enfrentarse a materias como la ciencia, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas es una ardua labor que no todos los profesores saben afrontar cuando entran en un aula. Pero el iliplense Segundo Álvarez Guirado se ha vuelto todo un experto en esta labor, sobre todo desde que se convirtió en miembro de la Red de profesores Aquae CERN y recibió formación específica en el Centro Europeo para la Investigación Nuclear de Suiza, una experiencia enriquecedora a la que pocos tienen acceso.
Natural de Niebla, Segundo es licenciado en Física y diplomado en Ingeniería Industrial especialidad en Electrónica. Aunque ha trabajado en el sector privado, ejerciendo el cargo de director técnico y también diseñando productos como profesional freelance, la mayor parte de su trayectoria profesional la ha dedicado a la enseñanza. Actualmente, sus 22 años de experiencia como docente la pone al servicio de los alumnos del Colegio Calasancio Hispalense (Montequinto, Sevilla), donde imparte las materias de Tecnología Industrial, Robótica y Tecnología Interactiva en Secundaria y Bachillerato.
La vinculación de Segundo con el CERN surgió hace dos años, cuando la Fundación Telefónica puso en marcha el I Concurso interescolar Desafío STEM sobre robótica y programación, un plan nacional de formación para docentes y alumnos de 8 a 18 años, enfocado a fomentar las vocaciones. De las cuatro categorías del certamen, los alumnos del iliplense fueron ganadores nacionales en tres (Educación Digital, E-Health y Industria Local) con proyectos que ofrecían soluciones tecnológicas a problemas reales, como un monitor de ritmo cardíaco vía wifi o un brazo artificial que puede realizar gran cantidad de movimientos.
El premio a tan excelente labor fue un viaje al Centro Europeo de Investigación Nuclear en Ginebra (Suiza), que supuso para los alumnos «una experiencia bestial, única en la vida y maravillosa. Quedaron encantados y yo casi más que ellos», reconoce el profesor.
Pero estando en el CERN, al onubense le propusieron participar en un curso especial para profesores: «nos darían formación allí para convertirnos en sus embajadores y de la Física de Partículas en la enseñanza. Sólo teníamos que escribir una carta de motivación y, si eras elegido, pasabas algo más de una semana formándote en el Centro», recuerda. Y así fue, Segundo fue escogido para el curso y además obtuvo una beca de la Fundación Aquae para costear su estancia.
En junio de 2017, junto a casi medio centenar de profesores de toda España, el iliplense recibió formación en las últimas novedades en Física de Partículas y Alta Energía. Una semana y media de intenso trabajo, madrugones, muchas ponencias impartidas por las grandes estrellas de la Física de nuestros días y visitas a los experimentos más actuales del CERN.
Como pone de relieve Álvarez, «se trataba de ponernos al día para que luego contáramos al mundo lo que allí se hace. A nivel personal ha sido una experiencia impresionante. Aquello es un paraíso para las personas que se dedican a la ciencia. El CERN es un legado tras la II Guerra Mundial del que han salido avances como la radioterapia para el cáncer, la computación de alta velocidad, la web, el conocimiento de la materia…».
De vuelta ya a las aulas, Segundo trabaja para cumplir con su compromiso de motivar e incentivar vocaciones científicas. Ha realizado para ello diversas ponencias en distintos institutos explicando qué es la Física de Alta Energía y dando a conocer esta profesión apasionante.
En sus clases, está diseñando con grupos de alumnos experimentos de Alta Energía -a nivel de instituto, por supuesto-, y poniendo especial hincapié en lograr que las jóvenes se impliquen en este universo científico que aún no ha alcanzado la paridad de género. «No creo en las profesiones de hombres. El cambio es lento, pero poco a poco avanza y cada día hay más chicas que intentan ir por esa línea y que están haciendo más esfuerzos que los chicos. Encuentro más alumnas que alumnos brillantes«, reconoce el profesor.
En el Colegio Calasancio Hispalense, el onubense y sus jóvenes investigadores han desarrollado este curso nuevos proyectos de ciencia y tecnología. Algunos muy interesantes como un prototipo de dron espacial que tienen intención de presentar en la Agencia Espacial Europea. También han ideado un estabilizar de plataformas para transportar heridos con drones y están trabajando en iniciativas de realidad virtual para niños con necesidades educativas especiales. Propuestas hechas con inteligencia pero, sobre todo, con ilusión, que han vuelto a llegar muy alto en la última edición del citado certamen de la Fundación Telefónica.
Por último, Segundo destaca que es importante «ser divulgador de la ciencia en Andalucía para que salgan figuras de las que estemos orgullosos. Los profesores estamos haciendo un esfuerzo importante para que la educación en Andalucía sea de excelencia, a pesar de que el sistema no nos favorezca. Con los pocos medios que tenemos y las trabas que nos ponen, estamos dejando en buen lugar a nuestra Comunidad y hay que proyectar esa imagen para que no nos maltraten desde fuera».