HBN. En nuestra ciudad parece que hay una cierta tendencia a ‘tirar la toalla’. A veces esta dinámica se ha atribuido al mítico carácter indolente de su ciudadanía y se ha fundamentado en una tradición en la toma de decisiones donde ha prevalecido el interés particular sobre el general. Nunca deberíamos aceptar este síndrome, esta ‘patología’ crónica que nos aboca al fatalismo cuando de defender valores, referencias o derechos, se refiere.
Nadie podrá negar que los cabezos forman parte del imaginario colectivo de esta ciudad. Es verdad que ello es más patente en las generaciones que conocieron, por ejemplo, el cabezo de la Joya como una inmensa extensión libre de edificaciones y que parecía interminable cuando uno pretendía trasladarse de las Adoratrices a la calle San Andrés; o el impersonal parque Alonso Sánchez cuando albergaba los depósitos de agua de la Casa Colón siendo entonces un cabezo en el sentido estricto; o el Conquero tocando el cielo respetado por la naturaleza como un tributo que después -hace unas décadas- los hombres se ocuparon en parte de amortizar.
El hecho singular de los cabezos embellece Huelva y la enraíza con sus orígenes, mostrando a los foráneos una perspectiva única, inexistente, por ejemplo y sin ir más lejos, en ninguna del resto de las capitales andaluzas. ¿Porqué ese empeño institucional en mutilarlos, desmontarlos, ocultarlos o, como mínimo, en ignorarlos?
En estos momentos nos situamos en el tiempo crucial de la tramitación del proyecto de reparcelación del Cabezo de Mondaca (PERI-13), cuya propiedad mayoritaria es del Banco Sabadell, que puede conducir a edificar en la base del mismo torres de viviendas que vuelvan -como ha ocurrido con el Cabezo de San Pedro y otros- a ocultar esa naturaleza viva y esencial de Huelva expresada en sus cabezos.
El Ayuntamiento de Huelva había tomado en enero de 2016 la decisión de impulsar una modificación urbanística mediante herramientas y técnicas existentes como las “transferencias de aprovechamientos urbanísticos o los convenios con promotores” que eliminarían definitivamente la amenaza de edificaciones que inexorablemente invadirían, según los planes previstos, el sistema de Cabezos de Huelva, parte fundamental del patrimonio onubense.
A esta moción le siguieron otras dos presentadas por Mesa de la Ría -el grupo municipal que parece más sensible a la cuestión- que fueron aprobadas por unanimidad y que instaban a la Junta de Andalucía a la declaración del Sistema de Cabezos como Monumento Natural de Andalucía (octubre 2017) y otra el pasado mes, que promovía una reunión con el Consejero de Medio Ambiente para que revisara el informe emitido por la Junta a este respecto, para conseguir la citada declaración a la que recientemente se han sumado un nutrido grupo de catedráticos de la UHU.
La secuencia en la que nos encontramos, con el proyecto de reparcelación citado en fase de información, induce a pensar que hay un riesgo cierto de incumplimiento de esos acuerdos unánimes enfocados a defender la vida de los cabezos onubenses.
Aplaudimos la iniciativa de la Plataforma Parque Moret, la Plataforma Huelva Te Mira y las tres Federaciones de Asociaciones de Vecinos de Huelva, para coordinar una Campaña en Defensa de los Cabezos de Huelva, que este viernes y sábado ha tenido una expresión material de apoyo por parte de los ciudadanos de Huelva, sensibles ante este gravísimo problema.
Razones de tipo histórico-cultural, paisajístico, paleontológico, arqueológico y geológico, justifican de sobra un replanteamiento por parte del Municipio y de la Junta de Andalucía. En realidad, los cabezos y su conjunción con la naturaleza portuaria de este enclave fueron los que propiciaron que naciese Huelva como ciudad.
No es aceptable el conformismo, como suele ocurrir con la indiferencia que se presta al derribo de antiguas edificaciones de la ciudad, vinculado a la idea derrotista de que ya se haya aniquilado una parte muy importante de los cabezos onubenses. Los que hay tenemos que salvarlos a toda costa, nuestra identidad está en juego.
El Departamento de Historia, Geografía y Antropología de la UHU apoya los Cabezos de Huelva