Laura Cebrino. Daniel Prieto González nació en Lepe en junio de 1994; con solo 24 años, este joven lepero ha conseguido alzarse como uno de los grandes referentes en el mundo del bordado cofrade, tanto a nivel local como regional. Fue a una edad muy temprana cuando Daniel comenzó a mostrar interés por la producción artística, concretamente por la artesanía religiosa de la Semana Santa onubense.
Con 15 años, hilo y aguja en mano, comenzó a dar sus primeras puntadas con diferentes materiales hasta llegar al oro: «Mi primer trabajo, el Guión corporativo de mi Hermandad, puede considerarse el comienzo de mi actual carrera», reconoce Daniel, «A raíz de entonces, no he parado de realizar trabajos para Hermandades de toda la provincia de Huelva».
Aún entrega tras entrega, Daniel nunca cesó en la idea de mejorar su formación: A sus dieciocho años, decidió continuar su aprendizaje en Sevilla, concretamente en el taller sevillano de José Antonio Grande de León, dónde profundizó y perfeccionó la técnica del bordado en oro durante un año.
Desde su vuelta a Lepe en 2013, Daniel no ha dejado de trabajar por cuenta propia, combinando sus estudios de cerámica artística en la escuela de arte León Ortega con sus diferentes trabajos e implicaciones como productor artesano.
De familia tradicional, Daniel reconoce ubicar el origen de su pasión en sus experiencias, vividas en su mayoría, cuando aún era pequeño. «En la actualidad, mi mayor ocupación es mi trabajo, lo que también es mi mayor hobbie», confiesa el joven. En su pueblo natal, Daniel ha trabajado para la venerada Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores de Lepe.
Entre sus proyectos destacados, el joven nombra la cinturilla para la Virgen de la Victoria de Huelva, el sobremanto para el XXV Aniversario de la Coronación de la Virgen de la Bella de Lepe, la moña bordada en oro para Nuestra Señora de la Esperanza Macarena de Sevilla con motivo del Año Jubilar Macareno o el estandarte corporativo de la Hermandad Virgen de los Milagros de Palos de la Frontera, entre otros.
Daniel reconoce sentirse muy agradecido e ilusionado: «Cuando empecé, nunca creí que llegaría tan lejos, y menos en tan poco tiempo. Estoy muy orgulloso de todo el esfuerzo y empeño dedicado, tanto en mi formación como en cada trabajo que me encargan y llevo a cabo».