Ana Rodríguez. Cuando tenía 17 años, a la onubense María Belén Bautista Márquez se le presentaron las mismas dudas que a muchos adolescentes a esa edad: ¿qué carrera hacer? Andaba dubitativa entre Educación Primaria, ya que siempre quiso ser maestra, y Turismo, pues como gran amante de su tierra pensaba que de esta manera podría contribuir a promocionarla. Al final, la vida la llevó a acometer ambos estudios, fundiendo lo aprendido en las dos profesiones en su actual trabajo: profesora de italiano en el colegio Virgen del Rocío de Huelva. Un empleo que la hace tremendamente feliz, pues en él pone en práctica su gusto por la enseñanza y los amplios conocimientos en idiomas que posee.
En un primer momento, Belén hizo Turismo en la Universidad de Huelva, obteniendo siempre unas excelentes calificaciones. De hecho, cuando terminó la carrera le concedieron el Premio al Mejor Expediente de la Facultad de Ciencias Empresariales.
Los idiomas que cultivó durante aquellos años de estudio fueron el inglés y el francés, y más tarde continuó perfeccionando el inglés en la Escuela Oficial de Idiomas de Huelva y empezó en este centro con el alemán. «Cuando acabé Turismo no encontraba trabajo, así que seguí con los idiomas y estuve dando clases particulares», recuerda la joven de Huelva.
También aprovechó aquellos años para viajar mucho. Entre 2008 y 2011 se apuntó a programas y grupos de intercambio internacionales y multiculturales gracias a los cuales conoció Reino Unido, Turquía y Alemania. «En cada intercambio teníamos que trabajar algún tema. En Londres fue la cultura urbana, en Alemania hicimos teatro, juegos infantiles, etc. Todo aquello luego me ha servido de mucho», reconoce Bautista.
Ante la difícil situación laboral, en 2010 Belén se lanzó de nuevo al mundo universitario para cursar Educación Primaria y hacer realidad su gran deseo de ser maestra. Su paso por la Universidad de Huelva fue, de nuevo, brillante. Obtuvo 23 matrículas de honor a lo largo de los cuatro años del Grado, unas calificaciones que la ayudaron mucho a la hora de conseguir algunos incentivos.
Así, en 2011 pudo disfrutar de un curso de inglés en Londres gracias a una Beca de Convergencia Europea que le concedió la Onubense y unos años más tarde, otra formación de español para extranjeros en Santander en virtud a una beca de la Universidad Menéndez Pelayo.
Pero si hay una ayuda que le cambió la vida, ésa fue sin duda la Beca Internacional de la Fundación Atlantic Copper. Belén quería realizar una estancia Erasmus durante el curso académico 2012-13 en Italia. Llevaba ya dos años estudiando italiano en la Escuela de Idiomas de Huelva -más tarde completaría los cinco años y obtendría el título oficial- y consideraba que un periodo de tiempo en el país europeo la ayudaría a seguir mejorando. «No podía pedir beca al Ministerio porque ya tenía otra carrera, así que me informé sobre otras ayudas a las que podría acceder y descubrí las de la Fundación. Como cumplía con los requisitos, la solicité y me la concedieron», recuerda Bautista.
El año que pasó en Perugia, Italia, fue «el mejor de mi vida«, admite la onubense, y añade: «crecí como persona, conocí gente de todo el mundo, recorrí Italia… Y por supuerto estuve en la Università per Stranieri di Perugia, especializada en la enseñanza de la lengua y cultura italianas a extranjeros. Fue duro, pero aprendí muchísimo, tuve asignaturas maravillosas y muchos exámenes orales que me obligaron a manejar muy bien el idioma».
Cuando regresó de su periplo por Italia, Belén volvió a solicitar una beca a la Fundación Atlantic Copper, pero esta vez para afrontar su último año en la Universidad. «Me la volvieron a conceder y les estoy muy agradecida porque esos dos años supusieron un cambio radical en relación a los anteriores. Pude dejar de dar clases particulares y centrarme en mis estudios porque resultó más asequible afrontar los gastos que tenía. Ese colchón económico me posibilitó estar más atenta a mi formación», admite la onubense.
Tras finalizar su Trabajo Fin de Grado, que centró en otra de sus grandes pasiones, la lectura y el fomento y animación a la misma, empezó a prepararse unas oposiciones, a la par que disfrutaba de su Premio Extraordinario Fin de Carrera -otro de los reconocimientos que obtuvo en Educación Primaria por sus excelentes calificaciones-, un Máster en la UHU, escogiendo el de Orientación Educativa.
Al final, Belén entró a trabajar durante seis meses como profesora de inglés en el CEIP Virgen del Carmen de Punta del Moral y luego sucedió lo impensable: «un día recibí una llamada del colegio Virgen del Rocío de Huelva. Habían contactado con la Escuela Oficial de Idiomas porque buscaban un profesor de italiano y les habían pasado mi contacto», explica Bautista.
Aquel fue el comienzo de su andadura en este centro educativo, único en la provincia -y prácticamente en Andalucía- ya que tiene el italiano como segunda lengua extranjera en Educación Primaria. Según la propia Belén: «llevo dos cursos como profesora de italiano y me encanta mi profesión, disfruto enseñando y viendo cómo aprenden mis alumnos, cómo se motivan. Intento hacer las clases amenas y enseñarles cultura y música del país, a parte de la gramática o vocabulario. Ese trabajo me está dando la oportunidad de cumplir dos sueños de golpe: enseñar a niños de Primaria y además idiomas«.
Al margen de su labor en el centro educativo, Belén continúa formándose en lenguas extranjeras en la Escuela de Idiomas, donde ha retomado el francés y tiene como meta hacer lo mismo con el inglés e incluso comenzar con el portugués, del que ya ha realizado varios cursos. Asimismo, asiste a la Escuela de Guías Turísticos de Puebla de Guzmán, localidad natal de sus padres, que coordina la Asociación Minas de las Herrerías y el Ayuntamiento de la localidad.
Por tanto, el interés de esta inquieta onubense por promocionar su tierra sigue tan vivo como su ánimo de enseñar a sus jóvenes alumnos o de comunicarse con personas de muy diversos países. Unas inquietudes que la han hecho crecer y convertirse en una gran profesional al servicio de la educación.