Redacción. La hospitalización es un proceso que conlleva numerosas dificultades y desajustes para las personas que sufren una enfermedad y para sus familias. Esta situación es aún más difícil cuando hablamos de niños y niñas que, a causa de la enfermedad, se ven alejadas de sus familiares, de su hogar y de su entorno, de ahí la importancia del Proyecto ‘Atención a la Infancia Hospitalizada’, que Cruz Roja Juventud de Huelva acercó en el último ejercicio a casi 2.000 niños, niñas y jóvenes ingresados en el Hospital Juan Ramón Jiménez.
Hace más de 25 años, un grupo de chicos y chicas que formaban parte de Cruz Roja Juventud en 1992 pusieron en marcha una iniciativa pionera en aquel momento: llevar los juegos y talleres que hacían con niños y niñas en grupos de ocio y tiempo libre al hospital Niño Jesús de Madrid. El proyecto se denominaba en aquel momento “Animación con niños hospitalizados” y empezó siendo una ludoteca dentro del hospital con la misión de hacer más llevadera la estancia de niños y niñas mediante juegos y manualidades.
Cruz Roja Juventud Huelva se unió pronto a este proyecto, que en la actualidad se llama Atención a la Infancia Hospitalizada y, aunque sigue teniendo como objetivo mejorar la calidad de vida de la infancia hospitalizada, ha evolucionado con el paso del tiempo e incluye todo tipo de actividades para aliviar el trauma que una hospitalización supone para los niños y niñas y para proporcionar un espacio de respiro a los familiares.
Las actividades con infancia hospitalizada se han ido diversificando para dar respuesta a nuevas necesidades y ahora también tenemos en cuenta lo que necesitan sus familiares, desde tener tiempo para descansar o hacer gestiones, hasta poder conversar con el voluntariado de Cruz Roja Juventud. Es un espacio de respiro necesario para las familias y, a veces, el único con el que cuentan en todo el día”, señalan desde Cruz Roja Juventud.
Para ello es fundamental el papel del voluntariado, más de 1.600 personas voluntarias de Cruz Roja Juventud, 69 de ellas en Huelva, realizan una labor fundamental durante la hospitalización y se esfuerzan cada día por dibujar una sonrisa en el rostro de los niños y las niñas. El compromiso y la dedicación del voluntariado permiten cambiar la dinámica cotidiana del hospital y convertirlo en escenario de juegos, talleres, animación, teatro, cuentacuentos y otras muchas actividades para que niños, niñas y jóvenes puedan entretenerse y divertirse a pesar de su enfermedad.
Y muchos voluntarios y voluntarias participaron el pasado viernes en la acción convocada por el Hospital Juan Ramón Jiménez y Cruz Roja Juventud con motivo del Día de la Infancia Hospitalizada: una marea roja para bailar la canción ‘Un mar de besos’.
En el día a día, creatividad y expresión plástica, fomento de la lectura, magia, globoflexia, puzles, juegos de mesa, cienciterapia, videojuegos o correpasillos son las actividades que se llevan a cabo en el Aula Hosipitalaria del Juan Ramón Jiménez. Y para completar el programa, en habitación se realizan los préstamos para disponer del material necesario para todas estas actividades.
Las actividades de animación grupales dinamizadas por el voluntariado de Cruz Roja Juventud transforman los espacios comunes del hospital en una zona lúdica donde compartir con otros niños y niñas momentos de diversión. Los acompañamientos del voluntariado en la habitación permiten a su vez convertir las camas del hospital en tableros de juegos, cuentacuentos y disfraces que hacen resonar las risas en los pasillos.
El proyecto de Atención a la Infancia Hospitalizada de Cruz Roja Juventud está presente en 62 hospitales de 53 localidades de todo el territorio y en 2017 han participado en sus actividades más de 30.600 niños, niñas y jóvenes.