Mari Paz Díaz. Dedicarse profesionalmente al mundo del arte, sea la manifestación artística que sea, es complicado. Son muchas las horas de dedicación que necesita el prepararse bien para cualquiera de sus vertientes. Pero, realmente, ¿podemos luchar contra nuestra vocación? ¿Cómo podemos dejar aquello que nos apasiona? Tanto es así que, a veces, aunque suponga mucho sacrificio, sólo encontramos nuestra felicidad apostando por ello. Es lo que le ha sucedido a María Romero Morales, una joven onubense de 29 años, que, tras estudiar Enfermería, la vida le ha llevado a Londres, donde está cumpliendo su sueño de ser cantante.
La historia de María comienza en el barrio de la Orden, donde, desde pequeña, sintió una especial predilección por la música y el teatro, manifestaciones a las que entonces en Huelva era difícil dedicarse, así que, como ella misma nos comenta, «me centré en estudiar y en sacar buenas notas en el instituto. Así que lo de dedicarse profesionalmente a esos ámbitos quedaba muy lejos. Nadie pensaba en ello». Por este motivo, tras terminar Bachillerato, se matriculó en Enfermería, carrera que finalizó en el año 2009.
Sin embargo, «el gusanillo de la música, de estudiar música, seguía ahí», afirma de forma rotunda. De hecho, estuvo cuatro en el Conservatorio de Música de Huelva, pero, tal y como nos confiesa, «la música clásica no era lo mío. No me sentía identificada, así que acabé dejándolo». Lo que no abandonó fue su capacidad de expresarse cantando, en gran parte, gracias a que en su familia era algo que siempre ha estado omnipresente, puesto que su madre ha trabajado en el ámbito musical, mientras que su padre es un auténtico melómano, enamorado de la música negra, del soul clásico, el blues o el jazz, algo que le influyó a ella directamente.
Por este motivo, aunque siguió formándose en el ámbito de la Enfermería, haciendo cursos en Madrid y un Máster de Cuidados Paliativos en la Universidad de Granada, todo lo que hacía le llevaba al arte. En concreto, en la ciudad nazarí tuvo contactos con el teatro, algo que acabó de nuevo en la música. De hecho, en el año 2012, formó una banda en Huelva con un grupo de amigos bajo el nombre de ‘The Preachers Soul Band’, que se centraba en la realización de versiones de clásicos del soul.
El debut en público de la banda fue durante un concurso que se hizo en ‘El Mandala’, donde «conseguimos el primer premio junto con otro grupo. Y, a raíz de esto, empezamos a movernos mucho por Huelva, aunque siempre con la dificultad de contar con las licencias para tocar música en directo. A pesar de ello, esta experiencia me sirvió para desarrollarme profesionalmente delante del público», nos cuenta María Romero, que recuerda cómo «llegó un momento en el que sentí la necesidad de marcharme de Huelva, porque mi pareja y yo no podíamos avanzar profesionalmente, así que, sin pensarlo dos veces, hicimos la maleta y nos vinimos a Londres, donde el pasado mes de febrero hicimos cuatro años».
El primer año de estancia en la capital británica, esta onubense estuvo trabajando de enfermera, al tiempo que, por un contacto, pudo empezar a cantar en un bar por las noches. De esta experiencia reconoce que «aprendí mucho, porque me permitió ponerme delante del público en Inglaterra. Cantaba música española, acompañada por el guitarra catalán Miguel Luque, siendo una etapa muy positiva». De forma paralela, Romero continuó su formación musical realizando cursos de teatro musical a tiempo parcial, conociendo una compañía de teatro española, que cuenta con su propio teatro en Londres y con la que empezó a realizar obras teatrales de forma profesional.
Una formación musical con la que hace dos años dio el salto a la Universidad en Reino Unido, puesto que «me enteré de que en uno de los centros se impartía un módulo de grado, que ofrecía un diploma casi universitario, por lo que me presenté a una audición para ver si podía hacerlo. Tras escucharme, me aceptaron, aunque no tenía dinero para pagar la matrícula. Entonces, afortunadamente, logré que me dieran una beca con la que pagar estos estudios, que suponían 8.000 euros durante un año. Una importante ayuda, que conseguí tras grabar una canción y mandarla a través de YouTube, con la que, tras pasar una serie de pruebas, me otorgaron esta importante beca», nos concreta.
Un reconocimiento con el que se sintió muy satisfecha, puesto que, durante el curso, conoció a mucha gente, consiguiendo, además, el premio a la mejor vocalista de su promoción. Por eso, se quedó con las ganas de seguir aprendiendo, así que, después, se apuntó en un Master de Interpretación de la Música, posgrado que acaba de finalizar con una distinción, al lograr la máxima nota. Y eso que, para entrar en este master, tuvo que pasar unas duras pruebas de admisión, siempre con la voz como instrumento, tanto que «es aquí donde he notado que he tenido una mayor evolución, no sólo por los profesores que he tenido, sino también por los músicos con los que me he rodeado». Es más, su trabajo fin de master se ha centrado en el uso de la voz por parte de los cantantes, que pueden tener un rol en la transformación social, es decir, cómo la música puede ayudar a transformar el mundo.
En la actualidad, María Romero trabaja como vocalista de sesión, una profesión que le permite tocar cualquier tipo de música, adaptándose a todo aquello que puedan necesitar, ya sea cantar con coros, para otros grupos, para giras con diferentes bandas en directo, para grabar en estudio… Por ejemplo, ahora está trabajando con un grupo de música cubana y otro brasileño, además de haber participado en el doblaje de unos dibujos animados. Además, Romero es la encargada de cantar los coros de una banda italiana llamada ‘Keemosabe‘, que está empezando a despuntar y que ha estado en Londres ofreciendo una gira. Actuaciones que compagina con su faceta como profesora, ofreciendo clases particulares de técnica vocal a diferentes alumnos, al tiempo que escribe artículos sobre técnica vocal, junto a una profesora en la Universidad ICMP, el Instituto de Música Contemporánea de Londres. Todo ello sin parar de hacer audiciones, tanto para teatro musical, como para cantar para otros artistas.
Es más. Tiene un proyecto llamado María Le Bone, junto al guitarrista Juanjo Ríos, tanto de música original, como con algunas versiones dentro del new soul, con el que ha actuado hace unas semanas en El Mosquito y en el Molly Malone de Huelva, conciertos que han tenido muy buena acogida por parte del público onubense.
Con todo ello, es cierto que «a veces tengo mucho volumen de trabajo y, en otras ocasiones, estoy más libre. Así que, cuando tengo más tiempo, desde hace tres años, también hago de guía turística en Londres para españoles a través de una empresa turística, que realiza free tours. Es una forma de conseguir un dinero extra, porque entonces, hace tres años, decidí apostar por la música y el teatro, así que dejé mi trabajo como enfermera», nos comenta.
Con esta completa trayectoria, el deseo de María Romero es volver a España en un futuro, «aunque todo esto dependerá del trabajo. Porque, Londres me encanta, pero también es cierto que tiene un ritmo vertiginoso, con otra cultura, otra comida, otra luz… Eso sí, estoy muy agradecida a Londres por todo lo que me ha dado. Pero, ahora, espero que todo mi esfuerzo tenga su resultado y sea valorado. Estoy segura de que, tarde o temprano, tendré mi oportunidad. Y cuando llegue, me lanzaré».
Una oportunidad en la que no olvidará a Huelva, porque, para María, «es muy importante. En Huelva está mi familia y soy una persona muy familiar. Mi familia siempre ha sido una piña. Además, de Huelva, no me puedo olvidar de la comida onubense, ni de las vistas de la ría y las puestas de sol desde mi casa de La Orden. Huelva es maravillosa«.