Mari Paz Díaz. Benito de Hita y Castillo fue un escultor e imaginero andaluz nacido en 1714, que desarrolló una activa carrera artística durante el siglo XVIII, lo que ha permitido que su obra haya trascendido a su época, especialmente en las provincias de Sevilla, Cádiz o Huelva, además de las Islas Canarias. Entre sus creaciones se encuentran ejemplos del arte sacro, tan llamativos como Jesús Caído de Santa Cruz de la Palma (1752), la Virgen de Gracia y Esperanza de El Puerto de Santa María, la Virgen de los Ángeles de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Cádiz o el San Juan Evangelista de la Hermandad de La Amargura de Sevilla, que aún hoy procesiona junto a María Santísima de la Amargura, una obra realizada en 1760.
Un imaginero de prestigio que también realizó un importante número de obras en la provincia de Huelva, entre las que se encuentran la Inmaculada Concepción de Aracena, la Virgen de los Dolores de Aroche (1768), la Virgen del Rosario de Cortelazor, la Virgen del Rosario de Higuera de la Sierra (1746), la Virgen del Rosario de Jabugo (1757) o una Virgen de los Dolores de Valverde del Camino y una Inmaculada Concepción de la Parroquia Matriz de San Juan Bautista de Gibraleón, ambas destruidas en 1936, sin olvidar la imagen de Jesús de la Pasión de Huelva y la Virgen de la Cinta, patrona de Huelva, del año 1759.
Junto a todas ellas, para el municipio de El Almendro, Hita hizo una Virgen de Guadalupe en el año 1778, una imagen con mucha devoción en esta localidad andevaleña debido a que el fundador de la villa de El Almendro, Alonso Pérez de Guzmán, era muy devoto de esta virgen extremeña, tal y como expone Juan Manuel Carrasco Terriza. De hecho, junto a la de Hita, en El Almendro también hay otra Virgen de Guadalupe, esta vez, de Juan Abascal Fuentes, realizada en 1963, reproducción del modelo iconográfico original. Es más, en El Almendro se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, un templo del siglo XVI, inscrito desde 2014 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Monumento, siendo la edificación más antigua y representativa del municipio.
Esta Virgen de Guadalupe de Hita del Castillo del año 1778 era de tamaño natural y llevaba al Niño en su izquierda. Además, la talla lucía cetro y corona de plata, realizada por Vicente Gargallo en 1783. Sin embargo, esta obra del siglo XVIII fue destruida en 1936, quedando sólo la cabeza, en un estado bastante deteriorado, como se puede observar en la imagen que insertamos a la izquierda. No en vano, como consecuencia de la Guerra Civil, la iglesia de El Almendro perdió la totalidad de sus bienes muebles originales.
Una imagen que ha permanecido en esta situación ruinosa hasta el proyecto llevado a cabo recientemente por el restaurador onubense Jesús Mendoza Ponce, que ha acometido una importante labor de restauración de esta Virgen del Andévalo onubense. Licenciado en Bellas Artes desde 1988, Mendoza Ponce lleva casi treinta años trabajando por diferentes puntos de España, siendo conocido por las restauraciones realizadas en el Retablo del Altar Mayor de la Catedral de Sevilla o de San Isidoro del Campo en Santiponce, así como de las pinturas murales de Cortelazor, la ermita de Santa Eulalia en Almonaster la Real, la capilla mayor de la iglesia parroquial de San Juan Bautista en San Juan del Puerto o el retablo de la Quinta Angustia del Santo Entierro en la Ermita de La Soledad en la capital onubense, entre otros.
Este trabajo de restauración de la Virgen de Guadalupe no ha sido nada fácil, especialmente debido a los destrozos que presentaba la imagen, sobre la que, además, no había prácticamente ningún dato sobre su estado original, «por lo que ha sido muy complicado, porque ha sido un proceso lento, en el que he tenido que ir observando la policromía y estudiando cómo podía haber sido la talla. Y es que no tenía ninguna fotografía sobre su estado original», nos cuenta Jesús, que considera que, «a pesar de las dificultades, consideramos que el resultado se acercará mucho al diseño primitivo por el estudio que hemos llevado a cabo».
En este aspecto, este restaurador ha tenido en cuenta que se trata de una imagen devocional, de ahí que «me haya centrado en hacer una reconstrucción para poder contemplarla, que es diferente a si fuera para un museo, de ahí que haya idealizado la imagen, al tiempo que le he reconstruido las cuencas de los ojos, así como la nariz y la boca. Por otra parte, la zona de los hombros y del tocado también se le ha añadido con el objetivo de dejarlo como un busto, que se pueda colocar en alguna vitrina y ser expuesta». Una ardua tarea que supone que «haya sido una restauración más amplia de lo normal, debido a que los destrozos de la talla fueron intencionados».
Todo ello ha permitido recuperar esta imagen de El Almendro del siglo XVIII, que, en su día, pudo ser una obra maestra, una talla muy representativa de la imaginería barroca andaluza, que, entre otras características artísticas, presenta una gran originalidad, sin olvidar la calidad de los restos conservados.
Un trabajo de restauración cuyo resultado ha sido presentado a modo de primicia durante la exposición organizada en el Monasterio de Santa Clara de Moguer con motivo de la conmemoración del 525º aniversario del voto que hizo Colón de venir al Monasterio moguereño a ofrecer un cirio, al pasar una terrible tormenta el 14 de febrero de 1493. Una muestra titulada ‘Christum Ferens. 525 Aniversario del Voto Colombino’, que estará abierta al público con cinco salas hasta el próximo 22 de abril de este año 2018 y donde tuvo lugar el acto de presentación de la renovada imagen, contando con la presencia del obispo de la Diócesis de Huelva, Mons. José Vilaplana, acompañado por autoridades eclesiales, civiles y militares de la provincia. La talla restaurada se encuentra expuesta en la Sala denominada ‘El Voto Colombino’.
Se trata de una muestra de contenido evangelizador y catequético del arte sacro ideada por el sacerdote y director de Patrimonio de la Diócesis, Manuel Jesús Carrasco Terriza, además de estar comisariada por Juan Bautista Quintero Cartes y Juan Manuel Moreno Orta, que cuenta con piezas tan llamativas como la firma del Almirante Cristóbal Colón, así como otras obras de la provincia de Huelva, como la Santísima Trinidad de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Santa Olalla del Cala, la Santísima Trinidad adorada por Abraham de la parroquia del Salvador de Escacena del Campo, la Sagrada Estirpe de la parroquia de Nuestra Señora de la Granada de Moguer, un lienzo anónimo de la Huida a Egipto del siglo XVIII de la residencia de ancianos Santa Teresa de Jornet de la capital onubense, objetos de platería indiana o el crucifijo de marfil hispano filipino del Cabildo Catedral de Huelva, ante el que oró el Papa San Juan Pablo II cuando estuvo en Huelva.
Una exposición en la que han colaborado las parroquias, conventos y entidades eclesiales onubenses, que han prestado las obras expuestas, así como el Ayuntamiento de Moguer y ayuntamientos de otras localidades, que han facilitado el traslado e instalación de las obras, sin olvidar a la Fundación Caja Rural del Sur.
Ha sido en el marco de esta propuesta del Monasterio de Santa Clara de Moguer donde ha tenido lugar la presentación de la Virgen de Guadalupe restaurada, acto del que Jesús Mendoza se muestra muy satisfecho, puesto que «contó con la presencia del obispo de Huelva, la alcaldesa de El Almendro y otras muchas autoridades y, en principio, todo el mundo quedó impresionado con el resultado. Me felicitaron por haber podido recuperar una pieza que parecía insalvable, dotándola de un poco de dignidad». En definitiva, un elemento del patrimonio artístico onubense y, en concreto, del Andévalo de Huelva, que ha podido rescatarse.